Empresa

Las residencias de estudiantes mantienen el ‘pipeline’ pese a los ‘novillos’ de los Erasmus

Los activos muy enfocados a los estudiantes internacionales han sido los únicos que han notado un fuerte descenso de la demanda ante un inicio de curso en el que parte de las clases son presenciales.

Marc Vidal Ordeig

8 oct 2020 - 05:00

Las residencias de estudiantes mantienen el ‘pipeline’ pese a las ‘novillos’ de los Erasmus

 

 

Sin cambios en las previsiones de las residencias de estudiantes a pesar de los novillos de los Erasmus. Pese a que el curso 2020-2021 también está fuertemente marcado por el Covid-19, el hecho de que la mayoría de las universidades españolas haya optado por alternar clases presenciales con lecciones online ha provocado que la demanda de estos espacios por parte de estudiantes españoles no se haya visto afectada.

 

Todo lo contrario de lo que ocurre con los estudiantes extranjeros. Las restricciones en los viajes internacionales se suman a las que impulsan las propias universidades a la hora de promover la movilidad de sus alumnos para evitar que se puedan contagiar durante su estancia en otros países.

 

Sin embargo, los estudiantes internacionales tienen un peso relativo bajo en este tipo de activos. Miles Leonard, socio de Cushman&Wakefield, estima que los alumnos extranjeros son el 20% de la comunidad estudiantil universitaria en España, pero se decantan más por los pisos compartidos que por las residencias de estudiantes.

 

 

 

 

Este es el principal motivo por el que las previsiones del sector, que pasan por sumar cerca de 25.000 nuevas plazas en los próximos tres años, no se han visto afectadas por la pandemia. “Los inversores siguen buscando proyectos a futuro y los bancos están dando financiación”, explica Leonard. Sin embargo, el directivo avisa que “la inversión en activos ya operativos se ha frenado y lo seguirá estando a corto plazo”, aunque augura una recuperación en el medio plazo.

 

En estos mismos términos se expresa el responsable de studing housing de JLL, Nick Wride, que explica que “hay optimismo en el sector desde la perspectiva de que volveremos a una normalidad el año que viene”. “La poca oferta de activos operativos en venta hace que las inversiones de proyectos que entrarán en funcionamiento en 2022 mantengan el interés”.

 

Esto se debe a la gran diferencia que aún existe entre la demanda de este tipo de espacios y las camas disponibles en España. En este sentido, hay unos 500.000 estudiantes con necesidad de alojamiento, mientras que a principios de año tan solo había 94.000 camas para universitarios.

 

 

 

 

Además, el mercado de residencias para universitarios “es muy inmaduro y la tendencia es que siga creciendo en los próximos años”, tal como apunta el director de inversión de Amro, Pablo García-Morales. En este sentido, el directivo se suma a las previsiones de que la crisis del coronavirus no afectará al capital destinado a este tipo de activos.

 

También juega a favor de las residencias de estudiantes el hecho de que se consideran un activo eminentemente defensivo y contracíclico, ya que en épocas de crisis y de destrucción de empleo, el número de personas que se decantan por ampliar su formación se incrementa, lo que provoca un aumento en el total de los alumnos de las universidades.

 

“Es un sector bastante resiliente”, explica el consejero delegado de Corestate en España. Christopher Hütwohl. “El cierre de las aulas afectó, pero con el nuevo curso, han vuelto los estudiantes”, añade el ejecutivo.

 

Otro aspecto importante para la inversión en el sector de las residencias de estudiantes son los niveles de rentas, que no se han visto afectadas hasta el momento a pesar de la falta de estudiantes internacionales y sólo aquellos activos ubicados especializados en este tipo de estudiantes pueden tener que revisar sus cuotas durante el próximo curso.