Ismael Clemente salva su cabeza. El consejo de administración extraordinario convocado para cesar al consejero delegado de Merlin ha concluido sin haber tomado esa decisión y con un compromiso de mejorar la gobernanza de la inmobiliaria.

“El consejo de administración de Merlin ha adoptado por unanimidad el acuerdo de iniciar un proceso de reforma de gobernanza, con el objetivo de mejorar la misma en interés de Merlin y de todos sus accionistas”, señalaba un comunicado enviado por la empresa a la Cnmv.

En las próximas semanas se deberá de concretar esta mejora de la gobernanza, después de que en los últimos días hayan aparecido controversias y desacuerdos entre el equipo directivo, que encabeza Clemente, y el primer accionista de la socimi, Santander, que controla el 22% de la empresa. El banco desgina al presidente no ejecutivo de Merlin, Javier García-Carranza, y tiene otros dos miembros en el consejo de un total de trece miembros.

Santander, con el 22% del capital, es el primer accionista de la socimi

“El consejo de administración, su presidente y su consejero delegado, reiteran su respeto mutuo y su expresa decisión de poner en marcha mecanismos precisos y medidas concretas para la gestión acorde con la mejor gobernanza de la sociedad”, añadía el comunicado.

Tras Santander, el segundo mayor accionista de Merlin es Manuel Lao, que controla un 8% del capital a través de Nortia Capital y que tiene un puesto en el consejo de administración de la cotizada, donde está representado por Ana Forner. Merlin es una de las diez mayores socimis de Europa y cuenta con una cartera de activos valorada en 12.915 millones de euros.