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Agustín Hernández Aja (UPM): “La sostenibilidad es un proyecto de supervivencia”

El catedrático de arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) asegura que las ciudades se encuentran en un momento de máxima tensión y que deben encontrar un nuevo modelo para resistir.

Marta Tamayo

24 sep 2020 - 04:57

Agustín Hernández Aja (UPM): “La sostenibilidad es un proyecto de supervivencia”

La ciudad debe reajustarse tras el golpe. La pandemia ha sacudido un modelo urbano que ya se encontraba en el punto de mira por la crisis climática. Agustín Hernández Aja, catedrático del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y miembro del grupo de investigación Giau+s espacializado en crisis urbana, rehabilitación y regeneración, ha dirigido una investigación sobre la resiliencia de las áreas urbana y su capacidad para reordenarse tras un hecho traumático.

 

Pregunta: ¿Qué es la resiliencia urbana?

 

Respuesta: La resiliencia es un término que viene de la física, es la capacidad de un cuerpo para recuperar la posición inicial, como una goma. De un proceso físico pasó a la psicología: con resiliencia una persona con un trauma podría volver a una buena posición. De ahí a la sociología, cuando una sociedad es capaz de recuperarse. En urbanismo, la resiliencia es la capacidad que tiene un sistema para reestructurar sus capacidades para habitar, la capacidad de las ciudades para autordenarse. La resiliencia busca una estructura que pueda responder a los problemas. Si somos resilientes, nuestros espacios podrán adaptarse al cambio climático o a la epidemia.

 

P.: ¿Vivimos en ciudades resilientes?

 

R.: Digamos que la resiliencia se demuestra cuando ocurre un problema. En Madrid está claro que es muy baja. La incapacidad para seguir teniendo en funcionamiento la asistencia primaria o los problemas en la gestión de la crisis nos demuestra que no hay. Una de las ventajas de Madrid es que permite mucha movilidad, pero ahora el exceso de movilidad ha provocado un problema. Los barrios no tienen todo lo que necesitan. Antes del Covid-19 conseguíamos resiliencia a través de la movilidad mediante el consumo de combustible y tiempo. Esto no es una resiliencia integral, tendríamos que gastar menos tiempo y energía. La reserva de capacidades que tenemos para resolver los problemas es la resiliencia en la parte del sur de Madrid ha agotado su resiliencia. Tiene que haber una superestructura que te resuelve este problema.

 

 

“La parte del sur de Madrid ha agotado su resiliencia”

 

 

P.: ¿Se ha hecho bien la política urbana en España?

 

R.: No existe una política urbana a nivel estatal, está a cargo de los ayuntamientos. Nadie ha determinado las necesidades de los municipios para adaptarse. Tenemos una agenda urbana donde están señalando los retos, pero no los planes de actuación. No hemos acotado donde hay que actuar o a partir de que momento estamos en vulnerabilidad.

 

P.: ¿Qué reformas habría que aplicar?

 

R.: Habría que identificar los elementos menos resilientes. Debemos conseguir que nuestras ciudades funciones con una movilidad más sostenible o sin que nos tengamos que mover. Eso implica una recuperación de carácter local porque cada vez hay menos cosas en los entornos de barrio. Debemos buscar el equilibro contra el cambio climático, ordenar nuestros espacios, mejorar el verde urbano, el aislamiento de los edificios, acomodar el consumo de agua, encontrar variedad de espacios, levantar adoquines y poner árboles, etcétera. Otro tema es de donde sacamos los recursos. Actualmente, España necesitaría el doble de superficie para autoabastecerse. Hay que pensar en un cambio de modelo y acomodar la ciudad al nuevo paradigma. Hay que cambiar el chip, identificar los problemas y acomodarse, tenemos que ser como un surfista en una ola, apoyándonos en la realidad, no chocando con ella.

 

 

 

 

P.: ¿Es la solución el modelo de ciudad de los quince minutos?

 

R.: La ciudad de los quince minutos plantea que todos tengamos las necesidades básicas cubiertas: el dentista, el colegio, que no tengas que coger tres autobuses para ir a la junta de distrito, etcétera. Cuanta menos renta tenga un ciudadano, más necesidad tiene de acudir a estos servicios y más lejos los tiene. La cuestión es cómo garantizar a toda la ciudadanía el acceso. Otro problema fundamental es la resolución de la crisis ecológica. Tenemos que cambiar consumo por equilibro, por austeridad, y eso se consigue en las distancias próximas.

 

P.: En ciudades como Barcelona se está optando por realizar reformas provisionales a base de pintura y bloques de hormigón, ¿es el camino para acelerar las reformas urbanas?

 

R.: Hace muchos años que Barcelona tiene proyectos urbanos, como las superislas. Hay un proyecto de reconversión. Necesitamos un modelo, aunque tarde en aplicarse, sabiendo lo que queremos conseguir. El urbanismo táctico es más visible, está bien, pero es irrelevante, lo importante es que no pasen los coches, no de qué color pintas las calles.

 

P.: En Madrid se han confinado los barrios con mayor densidad de población, ¿Qué papel puede jugar el urbanismo para equilibrar las condiciones de vida de los ciudadanos?

 

R.: La ventaja de Madrid es que es una ciudad compleja. Parte de la riqueza de la ciudad se puede resolver de una manera más equitativa. No es fácil comprar edificios y tirarlos para hacer un parque. Pero hay que construir espacios de convivencia. Sino tienes elementos cerca hay que mejorarles la accesibilidad. Si un barrio no tiene los espacios verdes peatonalizamos la calle hasta él. Hay que tener la estrategia y el modelo de hacerlo. Se puede requilibrar la ciudad, pero hay que tener un proyecto.

 

 

 

P.: ¿El camino hacia la sostenibilidad y la mejora de las condiciones de vida en las ciudades va de la mano?


R.: Es indudable, si no hay sostenibilidad tendremos una crisis de recursos mundial. Ese desequilibrio global provocará una lucha por los recursos. Tendremos menos recursos o será más caros, la sostenibilidad es un proyecto de supervivencia. Sobreviviremos, pero ¿a qué coste y con qué modelo? Los humanos no vamos a desaparecer, pero lo hará el sistema y la seguridad con la que vivimos. Somos muy endebles ante una crisis de sostenibilidad global.

 

 

P.: ¿Cómo es la ciudad del futuro?

 

R.: Casi como la actual, pero más ordenada, creando más espacios verdes y con servicios próximos.

 

P.: ¿Vamos hacia ella?

 

R.: Damos un paso adelante y otro atrás. Las organizaciones deben tener una propuesta activa. Madrid la acabará teniendo por comparación, pero parece que somos unos niños que no queremos ver la realidad.