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Paula Almansa (Loom): “Muchas empresas verán que les sobran metros de oficinas”

La consejera delegada de Loom apunta a una reorganización de los espacios de trabajo.

M. V. O.

18 jun 2020 - 04:55

Paula Almansa (Loom): “Muchas empresas verán que les sobran metros de oficinas”

Paula Almansa, consejera delegada de la gestora de espacios de trabajo flexible Loom, apunta a que el aumento del teletrabajo comportará que muchas empresas dejen sin uso una parte de sus oficinas, lo que podría implicar un aumento de los espacios de trabajo flexible al reaprovechar los metros cuadrados sin uso. Además, la ejecutiva destaca que tras el verano “se abre una ventana de oportunidad muy grande para el sector de los espacios de trabajo flexible”.

 

Pregunta: ¿Cuál ha sido el impacto del confinamiento en el sector?

Respuesta: El sector podrá ver el impacto que ha habido en el corto plazo. Al operar con contratos flexibles, sin un tiempo preestablecido, es posible que haya salidas, especialmente de equipos pequeños e individuales. Hasta ahora ha habido una disminución de usuarios y, por tanto, de ingresos. De todos modos, el impacto ha sido menor del esperado. El sector ha hecho un gran esfuerzo para cuidar a la comunidad ya que es más fácil retener a los clientes que ya tienes que hacer el esfuerzo de atracción. La gente que no se ha ido ya de los espacios, se va a quedar.

 

P.: ¿Qué impacto tendrá la nueva normalidad?

R.: Se abre una ventana de oportunidad muy grande. A partir de septiembre vamos a ver que el flex es un sector ganador. Es importante que la gente vea el trabajo flexible como una opción que sirve a todo tipo de empresas, incluso a grandes corporaciones o a administraciones públicas. Muchas empresas que hasta ahora se habían planteado usar este tipo de espacios, ahora lo va a hacer. El concepto de coworking ha cambiado y se ha adaptado a todos los perfiles.

 

 

 

 

P.: ¿El aumento del teletrabajo reducirá la demanda de espacios de trabajo flexible?

R.: Ahora todo el mundo ha descubierto el trabajo en remoto. De mismo modo que antes no veían el teletrabajo como una opción, ahora no ven las implicaciones de hacer siempre el teletrabajo. Hay que hacer una reflexión muy profunda de cómo se organiza el trabajo en casa, desde los riesgos laborales hasta cómo hacer reuniones de equipo. Por otro lado, hacer que los trabajadores pierdan una hora y media para ir a la oficina no es la mejor manera de gastar el tiempo. Debemos ver qué necesidades tiene cada empresa y cada trabajador y qué soluciones pueden darles respuesta. Debemos encontrar un nuevo equilibrio.

 

P.: Sin actos y con más metros por cada trabajador. ¿El espacio de trabajo flexible continúa siendo rentable?

R.: Sí. Tendremos que cambiar la estructura de los espacios. De todos modos, la normativa permite tanto el distanciamiento físico como la instalación de elementos de separación entre trabajadores. Esto depende de cada cliente. Al final, con una redistribución de espacios, el modelo continúa siendo rentable. Hay muchas cosas que se han tenido que adaptar y aún tenemos que ver si lo que exige a la normativa funciona a la práctica.

 

P.: ¿Cómo impactará en los planes del sector tener que duplicar los metros cuadrados por trabajador?

R.: Los espacios se readaptarán. En lugar de concentrar los puestos de trabajo en un espacio concreto, les daremos más holgura aprovechando los espacios que eran para otras cosas y que ahora están sin uso. La demanda existe y será aún mayor tras el verano. También está la opción de ayudar a las empresas que ocupan espacios tradicionales a flexibilizar sus oficinas. A medio plazo, muchas empresas verán que les sobran metros de oficinas y una opción es convertirlos en flex. Al final, el mercado se perfecciona.

 

 

 

 

P.:  Los autónomos ya eran una parte pequeña del negocio. ¿Su peso aún descenderá más?

R.: Depende de la capacidad de adaptación del sector y de ser flexible para dar respuesta a las necesidades es los autónomos, que pueden ser diferentes a las que tenían hasta ahora. El sector tiene que hacer un esfuerzo para adaptarse a cualquier necesidad. De manera agregada, los autónomos tienen mucha importancia en el sector. El equilibrio entre autónomos y clientes corporativos es clave.

 

P.: ¿Esta crisis provocará que los espacios flex apuesten por los mercados secundarios y las ciudades dormitorio?

R.: Sí. Nos hemos dado cuenta de que tenemos que valorar el tiempo que gastamos en desplazamientos. Poder tener un espacio de trabajo a diez minutos de casa es una buena apuesta para las empresas. El coworking se estaba centrando en las zonas más prime y nos habíamos movido a un mundo más corporativo, con mayores precios por cada puesto. Ahora hay un nicho de mercado para operadores que apuesten por zonas residenciales y que vuelvan a abrir espacios de menos de mil metros cuadrados.

 

 

 

 

P.: ¿Cómo se podrá mantener la idea del coworking como punto de creación de sinergias para empresas pequeñas si no se puede hacer networking?

R.: Hemos hecho un esfuerzo enorme para que los clientes continuaran teniendo acceso a la comunidad de forma virtual. Es verdad que no se van a establecer conexiones de forma fortuita en la máquina del café que permitan crear sinergias, pero debemos encontrar la manera de hacerlo igual de sencillo de otra manera. Los operadores debemos saber quiénes son nuestros clientes y cómo se pueden seguir ayudando unos a otros.

 

P.: ¿Cuáles serán los elementos diferenciales del sector en el futuro?

R.: Tenemos que diferenciar la parte física y la parte intangible. En la parte física hay una gran preocupación por el cumplimiento de las normas higiénicas. Será clave tener herramientas de seguimiento de los procesos de limpieza y de los protocolos. Y, sobre todo, poder mostrar esta información a los clientes. En la parte intangible, la comunidad y conseguir que las personas se sientan acompañadas será clave.