Orinoquia compra un edificio en Madrid para ‘coliving’ por 5,7 millones de euros

Orinoquia crece en Tetuán. La socimi de la familia venezolana Capriles se ha hecho, por 5,7 millones de euros, con un inmueble en el número 41 de la calle Lérida de Madrid, en pleno distrito de Tetuán, que transformará en apartamentos destinados a coliving, según informan varios medios.

El edificio, que actualmente está alquilado como complejo de oficinas, cuenta con 3.000 metros cuadrados de superficie bruta alquiler (Sba) distribuidos en cinco plantas. La socimi prevé reposicionar el activo con el objetivo de destinarlo a uso residencial, poniendo el foco en el alquiler de media y larga estancia.

En abril de 2021, Orinoquia Real Estate empezó su andadura en bolsa. Más de 10,93 millones de acciones de la socimi especializada en alquiler turístico y coliving comenzaron a cotizar en la bolsa de París, concretamente en el operador Euronext Access, a un precio de salida de 1,12 euros por título. La flexibilidad y los menores requisitos del parqué parisino llevaron a la empresa a decantarse por esta opción frente a BME Growth, que también barajaron en un principio.

El edificio, que actualmente está alquilado como complejo de oficinas, cuenta con 3.000 metros cuadrados de superficie bruta alquiler (Sba), distribuidos en cinco plantas

La inmobiliaria centra su modelo de negocio en la compra y rehabilitación de edificios residenciales prime en el centro de las grandes ciudades de España. Las viviendas son arrendadas posteriormente en régimen de alquiler turístico o coliving.

El distrito de Tetuán está protagonizando en las últimas semanas distintas operaciones del mercado residencial de la capital. Como ejemplo, Dazia, el vehículo inmobiliario de Daniel Mazin que el pasado 23 de marzo anunció una inversión de quince millones de euros en transformar una antigua nave industrial en el número 9 de la calle Anastasio Herrero.

El inmueble cuenta con 2.700 metros cuadrados sobre rasante y en un principio estaba destinado a albergar una treintena de viviendas para alquiler. La compañía decidió reorientar el negocio e impulsar un proyecto de vivienda flexible. 

Según sus previsiones iniciales, Dazia preveía invertir 8,5 millones en el activo para impulsar un proyecto residencial “poco convencional” de 32 viviendas que contaría con una piscina cubierta, además de espacios comunes de ocio y relax, y una zona destinada al coworking.