Actia ingresará 1,5 millones de euros en sus dos primeros meses de trabajo con madera
La compañía de edificación industrializada de Ruiz-Larrea y Certis arrancó el mes pasado, alcanzará una primera producción estable de unas 400 viviendas anuales y prevé unos ingresos de 25 millones para el cierre del próximo año.


9 dic 2024 - 05:00
Actia, firma de edificación industrializada en madera del despacho de arquitectura Ruiz-Larrea junto con la constructora catalana Certis, cerrará 2024 con unos ingresos de aproximadamente 1,5 millones de euros tras la puesta en marcha de su producción el pasado noviembre. Felipe Vieites, director general en Ruiz-Larrea y administrador en Actia, explica a EjePrime que esta cifra es “solo testimonial”, ya que este año básicamente se han dedicado a arrancar el proceso productivo. “La idea es que para 2025 la fábrica (ubicada en Huesca) se encuentre en disposición de fabricar por valor de unos 25 millones de euros”, añade.
Vieites afirma que, a lo largo de los próximos meses, Actia va a alcanzar una primera producción estable de unas 400 viviendas anuales (dato en términos comparables, por la variedad de tipos de activos en los que trabajan). “Esa capacidad instalada puede incrementarse de forma relativamente rápida de dos maneras: pasando del único turno actual hasta tres, y aumentando la capacidad de la fábrica mediante su automatización. En función de la demanda que percibamos en los próximos meses, muy probablemente, implantaremos primero una y, a continuación, la otra”, aclara.
Iván Blázquez, consejero delegado de Certis y también administrador en Actia, señala que su decisión de invertir en la empresa responde a factores estratégicos. “Por un lado, necesitamos adaptarnos a las nuevas exigencias del mercado, donde se valoran cada vez más la sostenibilidad, la eficiencia energética y unos tiempos de ejecución más reducidos. Por otro lado, tenemos la oportunidad de diferenciarnos en un sector altamente competitivo mediante la incorporación de tecnologías avanzadas”. Y remata: “Buscamos anticiparnos a las tendencias del sector y garantizar su relevancia futura”.
En base a varios estudios, Blázquez asegura que habrá suficiente stock de madera para satisfacer la demanda, incluso si su uso se generaliza en el sector de la construcción, y le pronostica “un futuro prometedor por su carácter sostenible, su capacidad de almacenamiento de carbono y sus propiedades térmicas y estructurales”.
Actia busca “diferenciarse en un sector competitivo con la incorporación de tecnologías”
De manera similar, Vieites detalla que el proceso de industrialización y fabricación confiere a la madera estructural usada en edificación unas determinadas propiedades de durabilidad y de bajo mantenimiento, equiparables a las del hormigón y del acero. “Al igual que con estos otros dos materiales, en el proceso prevenimos que el edificio no tenga entradas de agua, no se deteriore (hasta ser irreparable) ni se caiga”, indica.
El director general en Ruiz-Larrea explica que la madera se quema, “pero arde de forma controlada y predecible, hasta los 1.200 grados de temperatura, ya que lo hace despacio y se va carbonizando. Esto protege a la madera que queda dentro de la capa de carbón”. Y remata: “En cambio, el hormigón, a 800 grados, hace que el acero que contiene estalle, por lo que las estructuras de hormigón expuestas mucho tiempo al fuego se convierten en irreparables. Además, el acero a 500 grados pierde sus capacidades mecánicas”. Por ello, ambos materiales van revestidos o forrados en los edificios.
Actia ya ha firmado un contrato como ejecutante en una residencia geriátrica en Lloret de Mar (Girona). En paralelo, está estudiando y redactando contratos, entre otros proyectos, para dos edificios residenciales en Madrid, otra residencia de mayores en las inmediaciones de Barcelona, varios free standing de retail para diversas cadenas de comida rápida, edificios de viviendas en los núcleos urbanos de Viladecans y Terrassa (ambas en la provincia de Barcelona) y un hotel en la Costa Brava (Girona).
Vieites señala que la firma no solo industrializa partes de edificios, al igual que otras empresas, sino que también se hace cargo de los inmuebles al completo: “Apostamos por un cambio de modelo donde industrializamos el edificio en base a un sistema de entramado de madera. Nuestras piezas pueden ser estructura, fachada, cerramientos, divisorias, baños, cocinas y cualquier otro elemento necesario en la edificación”. Y apostilla: “De momento, no somos competitivos en cimentación, donde el hormigón sigue teniendo una capacidad difícil de igualar”.
Ejecutará un contrato en una residencia geriátrica en Lloret de Mar (Girona)
Vieites vaticina que la madera llegará a ser “un actor más, como el hormigón y el acero y, en muchos casos, debería poder superar a estos dos materiales en menos de una década”, en base a las exigencias de la Unión Europea y los desafíos de sostenibilidad climáticos y energéticos. “En Francia, por ejemplo, la madera supone en torno al 40% de lo que se industrializa y la industrialización es un 15% de todo lo que se edifica”, mientras añade que “a medida que subimos hacia el norte del continente, los números van aumentando. En Escandinavia, prácticamente no se plantea ningún proceso de edificación sin un gran porcentaje de industrialización, que básicamente se hace en madera”.
La factoría de Actia está ubicada en Gurrea de Gállego (Huesca), a unos 60 kilómetros del polo logístico de Zaragoza y a 300 kilómetros del radio geográfico del País Vasco, Madrid, Valencia, Barcelona y la propia comunidad autónoma de Aragón. El complejo cuenta con una superficie de 16.500 metros cuadrados; y la fábrica, 6.500 metros cuadrados.