Constantí lucha por mantener el foco inversor después del bum pospandemia

Constantí quiere erigirse como polo logístico de referencia en Cataluña después de posicionarse en el radar inversor los meses siguientes al estallido de la pandemia. El área industrial del municipio tarraconense, a medio camino entre Barcelona, Valencia y Zaragoza, concentrará 855 millones de euros de inversión logística en los próximos seis años, una media de 142 millones de euros por ejercicio, según cifras del consistorio local.

Aunque Constantí ya captó diversas inversiones logísticas antes de la pandemia, la llegada del Covid-19 y junto a ello, la creciente demanda de suelo logístico finalista por parte de inversores y desarrolladores permitió al municipio tarraconense posicionarse como una de las plazas más codiciadas en la tercera corona de Barcelona.

Constantí es una localidad de la provincia de Tarragona, que se ubica a unos cien quilómetros de Barcelona, y unos 230 quilómetros de Zaragoza y Valencia. Por su situación geográfica, como polo logístico es capaz de abarcar la zona noreste del país y el área superior del arco mediterráneo.

El recinto se encuentra a menos de diez kilómetros de Tarragona y del puerto de la ciudad, y está muy próximo a la AP7 (Francia-Barcelona-Tarragona-Valencia-Alicante), la AP2 (Zaragoza-Barcelona-Tarragona) y el aeropuerto de Reus. Además, dentro del propio complejo dispone de una terminal de tren, la principal central de mercancías ferroviarias de Tarragona. Actualmente, el polígono de Constantí tiene una extensión de 481 hectáreas, de las que un 54% (262 hectáreas) permanecen libres. 

Constantí cuenta con un área industrial de 481 hectáreas, de las que actualmente 262 permanecen libres

Las inversiones realizadas en el polígono industrial de Constantí desde 2020 en adelante alcanzan nueve proyectos, lo que ha generado la urbanización de 52 hectáreas de suelo y la construcción de 658.000 metros cuadrados de superficie construida en parcela. Ante estas cifras, el alcalde de Constantí, Òscar Sánchez, señala que el polígono del municipio “ya se ha convertido en el referente para implantaciones industriales en Cataluña”.

Entre las inversiones industriales y logísticas hasta 2026, destaca la instalación de la estación logística de Amazon, con un centro de 30.000 metros cuadrados, o la finalización de los trabajos de la plataforma de distribución para el sur de Europa de Lidl, que ocupará 227.000 metros cuadrados y estará operativa en 2025-2026.

Por su parte, grupo GLP prevé seguir desarrollando el proyecto G-Park Constantí después de la compra de dos solares que suman 35.000 metros cuadrados. También se contempla la entrada en funcionamiento de la nueva plataforma logística de los grupos Nuveen y Scanell Properties, con 40.000 metros cuadrados de superficie. Clarion Parners también comercializa una plataforma de 42.253 metros cuadrados en la zona.

Lidl prevé culminar la construcción de su plataforma de distribución para el sur de Europa en Constantí en el periodo 2025-2026

“El impulso de Constantí es consecuencia del bum logístico a partir de 2020, cuando los inversores buscaban suelo para desarrollar en Cataluña y ante el precio de los solares finalistas en primera y segunda corona de Barcelona se fijaron en el municipio tarraconense, ya que tenía una cierta bolsa de suelo finalista”, explica Gerard Plana, director del departamento de Industrial-Logística en la consultora Forcadell, a EjePrime.

Plana señala que antes del endurecimiento de la financiación por el alza de tipos de interés y el consecuente impacto en las yields de los proyectos, el precio del suelo industrial en la zona próxima a Barcelona se situaba en 400 euros por metro cuadrado, mientras que, en la tercera corona, como es el caso de Constantí, el precio descendía hasta 140 euros por metro cuadrado. Esto permitía ofrecer rentas a los ocupantes en torno a los cuatro euros por metro cuadrado al mes, mientras que en primera corona se elevaban a seis euros por metro cuadrado.

“Actualmente, la tercera corona de Barcelona ya no entra tanto en el foco inversor por el riesgo financiero que comporta levantar una nave a riesgo en estas plazas”, apunta el experto, que identifica las áreas industriales de La Bisbal del Penedès, Castellet, L’Arboç y Castellví, localidades más cercanas a la capital catalana, como las zonas secundarias donde virará el foco inversor en los próximos meses, ya que se liberarán grandes bolsas de suelo logístico.

La Bisbal del Penedès, Castellet, L’Arboç y Castellví son localidades que pueden recoger el relevo de Constantí en el foco inversor, apuntan desde Forcadell

Ante esta coyuntura, y para ganar puntos respecto a otros emplazamientos de la región, Constantí pone en valor los distintos proyectos energéticos que se impulsarán en la zona, ya que redundarán en menores costes operativos para los ocupantes de la zona industrial.

Por un lado, el municipio forma parte del llamado Valle del Hidrógeno, un proyecto que contempla erigir una planta de hidrógeno verde entre los términos de Constantí y el municipio colindante La Pobla de Mafumet, que estará terminada hacia el 2025 y que suministrará energía renovable a los polígonos de ambas localidades.

Por su parte, también se prevé la puesta en marcha del Proyecto Constantino 42, promovido por Iosa Green Energy: una planta solar fotovoltaica en el noreste del polígono de Constantí con cerca de dieciocho hectáreas y una potencia de 14,52 megavatios (MW).

Por último, la dirección del polígono también prevé impulsar una comunidad energética para aprovechar los techos de las naves logísticas, en un proyecto previsto para 2026; en paralelo, también se erigirá un parque solar en el aeropuerto de Reus previsto por Aena con 30.000 paneles, de los que buena parte estarán en el término municipal de Constantí.