Mercado

El inmobiliario comercial entra en hibernación ante el actual escenario económico

Después del gran dinamismo de la primera parte de 2022, los gestores se están tomando un respiro entre los diferentes activos inmobiliarios. Pese a ello, uno destaca entre todos: el residencial.

B. B.

31 ene 2023 - 04:56

CaixaBankResearch

 

En este contexto de inflación elevada y tipos de interés de mercado al alza, junto al conflicto bélico en Ucrania, las previsiones de crecimiento del sector inmobiliario para 2023 se han revisado de forma generalizada a la baja. Todos los activos quedarán impactados por el nuevo escenario, aunque el residencial sobre sale como ganador.

 

El inversor en activos de inmobiliario comercial requerirá que las yields se ajusten al alza para que las inversiones resulten atractivas, lo que supondrá un aumento de las rentas, una moderación de los precios o ambas cosas a la vez, según un reciente análisis de CaixaBank Research.

 

El mercado de activos inmobiliarios se encuentra en un momento de esperar y ver ante el ajuste de valoraciones y rentabilidades, que aún se están adaptando a unos tipos de interés de mercado más elevados. Pero, más allá del impacto que puedan tener los aumentos de los tipos de interés, hay factores de tipo estructural que moverán el mercado inmobiliario comercial.

 

 

“En el caso de las oficinas, las perspectivas actuales son relativamente positivas, ya que la penetración del teletrabajo no ha sido tan extensa como se esperaba en un principio y, además, el trabajo híbrido está introduciendo necesidades de nuevos espacios, de tal manera que la transformación de las oficinas tradicionales requerirá importantes inversiones en este tipo de activos, además, las perspectivas del mercado laboral no se han deteriorado de forma material”, señala el informe. A pesar de ello, matiza que a corto plazo pueden sufrir un mayor ajuste de valoración, al contar con unas rentabilidades más estrechas.


El retail, cuyas valoraciones acumulan varios años de intenso ajuste, podría tener ahora un comportamiento más estable que otros subsectores. Aunque es cierto que el escenario actual contempla un enfriamiento del consumo a corto plazo como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo de las familias, no se espera una corrección severa en un segmento que acumula un enorme ajuste en los últimos años. “Además, al igual que en las oficinas, las nuevas necesidades de locales híbridos que conjuguen la compra física (sigue siendo la predominante) con el e-commerce sugiere que este segmento mantendrá cierto atractivo para el inversor”, señala el informe.

 

Las naves industriales y los activos logísticos, por su parte, seguirán contando con un enorme interés por parte del inversor, sobre todo porque la oferta y los procesos que han venido impulsándolos (digitalización y comercio online) aún tienen mucho margen de expansión en nuestro país a medio y largo plazo. “Podrían mostrar una mayor sensibilidad al deterioro del entorno macroeconómico”, advierten desde CaixaBank Research.

 

 

Entre los segmentos de inmobiliario comercial, el residencial es uno de los que más interés ha generado por parte de los inversores desde el estallido de la pandemia. Detrás de este interés aparecen aspectos tales como las nuevas necesidades habitacionales que han surgido a raíz de la pandemia, la aparición del segmento del coliving, muy asociado al auge del teletrabajo y la atracción de talento, así como la necesidad de una mayor integración entre los aspectos sociales y de trabajo asociados a la vivienda.

 

“Se trata de un segmento con escasa oferta en nuestro país en comparación con países de nuestro entorno”, apunta el informe. De hecho, desde el estallido de la pandemia, el encarecimiento de la propiedad ha vuelto a poner una vez más de manifiesto la necesidad de ampliar la oferta en el mercado del alquiler y se están promoviendo iniciativas de colaboración público-privadas para ampliar la oferta de alquiler a través del segmento build-to-rent.