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La sostenibilidad en los ‘malls’: de la colaboración con el operador a la lupa del inversor

Algunas compañías propietarias de centros comerciales ya están incluyendo cláusulas verdes en los contratos con operadores, mientras que la exigencia de criterios ESG se está convirtiendo en un motor clave de la inversión.

A. P.

26 sep 2023 - 04:58

La sostenibilidad en los ‘malls’: de la colaboración con el operador a la lupa del inversor

 

 

 

Los centros comerciales surfean la ola verde con el ojo puesto en el inquilino, y también en el inversor. Como el resto de los segmentos inmobiliarios, el gran retail también ha puesto la sostenibilidad entre sus prioridades en los últimos años. Sin embargo, en este sector es prioritario que propietarios y operadores vayan de la mano para cumplir las mayores exigencias en materia ESG (Environmental, Social and Governance). Además, los inversores exigen cada vez más acciones encaminadas a reducir la huella de carbono e impulsar los criterios ESG en los centros, ya que redunda en la valoración del activo.  

 

La sostenibilidad en el sector es un tema candente, como demuestra que en el XXVII Encuentro de Directores y Gerentes de Centros y Parques Comerciales organizado por la Asociación Española de Centros Comerciales (Aecc) el pasado noviembre en Espacio León (León) el lema de las jornadas fue Comprometidos con nuestro entorno. En el evento, diversos expertos del sector desgranaron la importancia de una gestión con enfoque de ESG o cómo la sostenibilidad se ha convertido en un paradigma en las organizaciones y que ya va mucho más allá de normativas medioambientales, ahorros energéticos, circularidad, etc.

 

Los diversos representantes de consultoras como Cbre, Deloitte o compañías como Castellana Properties o Merlin Properties, abordaron la importancia de los sellos de certificación como Breeam, Leed o ISO, aunque centraron el debate en impulsar una negociación con las tiendas para trabajar juntos de cara a que el desempeño ambiental de los diferentes activos sea el mejor. En este sentido, Merlin Properties ya incluye cláusulas verdes en los contratos con operadores. La compañía, con el 93% de sus activos y el 100% de sus centros certificados, también lleva a cabo la compra de energía renovable, la compensación de la huella de carbono que no se pueda reducir y calcula la huella de carbono de los inquilinos. La compañía también contempla incentivar con bonificaciones en los contratos si se reportan estas mejoras.

 

 

 

 

Pero el ESG no sólo corresponde a la operación del activo comercial, sino que también influye en la construcción de este. Por ejemplo, en motivo del anuncio de reposición del centro comercial Maremágnum de Barcelona, Klépierre señaló que, en línea con su estrategia ESG Act 4 Good, había elegido a la constructora Construcia para llevar a cabo la reforma del centro. “Sus proyectos basados en la economía circular han sido decisivos en la adjudicación”, apuntaba el gigante francés.

 

Otro debate sobre la mesa en el sector es la mejor aplicación del ESG en la operativa diaria, ya que esta premisa se ha convertido en una de las principales exigencias de los inversores. Además, la regulación europea respecto a la descarbonización y el impulso de un parque inmobiliario más sostenible hace prever que estas exigencias acaben siendo una obligación normativa.

 

Plan Radar, compañía europea especializada en la documentación y comunicación de proyectos de construcción e inmobiliarios, acaba de lanzar su estudio Los criterios ESG en la industria inmobiliaria, en el que advierte que para las compañías del sector es cada vez más trascendente realizar auditorías externas o due dilligence en torno a la implantación de los criterios ESG para lograr atraer nueva inversión.

 

Ibrahim Imam, cofundador y codirector general de PlanRadar, señala que “los criterios ESG se están convirtiendo en un motor clave de la inversión, con memorias y reportes de inversión que abarcan todos los riesgos ESG, las estrategias de mitigación, los costes asociados y los supuestos identificados durante el proceso de diligencia debida”, asegura el directivo.

 

 

 

 

En este sentido, la socimi de centros comerciales Castellana Properties ya lleva un tiempo aplicando diferentes medidas en sus activos para mitigar su impacto ambiental. El grupo llegó a un acuerdo en septiembre de 2022 con Cable Energía, empresa de movilidad eléctrica del Grupo Shell en España y Portugal, para electrificar 350 plazas para vehículos eléctricos con cargadores de alta gama cuyas potencias irán desde los 22 kilovatios (kW) hasta los 350kW.

 

De hecho, en el último informe sobre el estado del sector, la Asociación Española de Centros Comerciales ya señalaba que las grandes compañías invierten activamente desde hace años en medidas que contribuyen a la reducción del impacto ambiental de la actividad comercial y de la huella de carbono de los edificios, aunque incluía otras acciones llevadas a cabo en los últimos años.

 

“No sólo hablamos de la reducción de consumos o de la implantación de fuentes de energía renovables, sino de otros aspectos como la gestión eficiente de los residuos; hay también cada vez mayor foco en aspectos sociales, como las certificaciones de accesibilidad para espacios desde una visión integral (física, cognitiva y sensorial) o el cada vez mayor número de centros dog friendly”, recogía el informe de la Aecc.