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Revolución ‘proptech’: cuando la tasación y el ‘research’ encontraron al ‘big data’

Aunque aún son muchos los profesionales del real estate que no acaban de comprender su funcionamiento, el big data es una de las herramientas más solicitadas en el mercado inmobiliario actual, que saca provecho de sus algoritmos en todos los segmentos.

Jabier Izquierdo

31 ene 2018 - 04:53

Revolución ‘proptech’: cuando la tasación y el ‘research’ encontraron al ‘big data’

 

 

¿Qué atrae el proptech? ¿Para qué sirve? ¿Quiénes son sus protagonistas, los principales players que han seducido a la generación milllennial? ¿Por qué se miran y compran pisos a través de una pantalla, se toman decisiones a través del big data y se invierte en una casa para después venderla junto a otros cientos de internautas? ¿Qué beneficios y qué cambios conllevará la digitalización del sector inmobiliario en España? EjePrime realizará a lo largo de las próximas semanas una serie de reportajes que abordarán la revolución de la tecnología 4.0 en el real estate, tratando de manera pormenorizada las distintas líneas de negocio que se han desarrollado ya en el sector, pero también de las que están por llegar.

 

 

 

Para vender más, necesitas conocer mejor a tu cliente. Esta es la clave del big data y el quebradero de cabeza de Juan Velayos, consejero delegado de la promotora Neinor Homes, que se lamentaba la semana pasada de no tener “ni idea de lo que quiere el cliente”. Lo dice el máximo dirigente de una de las principales empresas del sector residencial, y lo piensan muchos otros profesionales del sector. Un mercado que ya ha dicho hola y difícilmente dirá adiós a esta colmena de datos por descifrar que es el big data.

 

Empresas que aplican esta tecnología en el real estate han logrado pingües beneficios gracias a su uso en el último año, permitiéndoles crecer a medida que van convenciendo al cliente de su rentabilidad. “En 2010, nos encontramos con que nadie entendía de big data”, explica a EjePrime María Fernanda González, cofundadora y consejera delegada de Moca. Experta en el segmento, resume de manera sencilla la labor que realizan en su proptech con esta herramienta: “coges el dato, le aplicas la matemática y sacas el negocio”.

 

Moca, que monitoriza y analiza el tráfico de espacios, es un buen ejemplo del auge de este tipo de empresas del real estate. Su facturación se ha ido duplicando en los últimos ejercicios, pasando de ingresar 125.000 euros en 2015 a rozar los 600.000 euros en tan sólo dos años. Un ascenso en el que la compañía comprobó que “todo el mundo quería monetizar el big data”. González explica que “para intentar conocer mejor al cliente has de conectar todas las fuentes posibles (web, móvil, física, etc.) de una sola persona”, ya que, después de ello, “si conectas a ese usuario con los demás, podrás adivinar tendencias, gustos y demandas más comunes de las personas que visitan tu centro”.

 

 

 

 

En este sentido, uno de los sectores con los que más trabaja la proptech barcelonesa es el retail. Uno de sus clientes es una gran gestora francesa de centros comerciales que, próximamente, aterrizará en España, así como compañías de otros mercados como el parque de atracciones Port Aventura, la entidad financiera Bankia o la cervecera Damm.

 

En el mapa proptech que actualiza periódicamente el portal proptech.es, y que ya alcanza las 181 empresas, el espacio reservado al big data roza la veintena de integrantes. Entre ellas se encuentran Urban Data Analytics (uDA), que fue reconocida en el Mipim UK, Madiva, Valoracion.es, Iberotasa, Betterplace, Geoblink, Restb, Shoppermotion y Veltis, entre otras.

 

 

El uso del big data
El big data se ha popularizado en los últimos años. No obstante, los expertos destacan que el factor determinante, el que da rentabilidad a esta tecnología, no es un amplio volumen de datos, sino la relación que se haga con ellos.

 

En este sentido, las proptech deben combinar la parte técnica, en la que se engloban las matemáticas que producen datos sobre demandas del cliente, y la tecnológica, que acumula toda esa base de datos del día a día de los espacios analizados.

 

 

La valoración de pisos, más rápida
Otro de los segmentos que se ha visto beneficiado por el big data es el residencial. Con él trabaja Clicpiso, una start up de reciente creación y que ya ha facturado 1,5 millones de euros en sus primeros cuatro meses en activo. Fundada por profesionales de las finanzas, algunos de ellos provenientes de bancos como el Santander, la empresa “añade continuamente factores nuevos de análisis” a su algoritmo para, después, “obtener en menos de 24 horas un precio orientativo del que podemos ofrecer al cliente”, según explica Francisco Moreno, cofundador y consejero delegado de la proptech.

 

Entre estos valores que se introducen en la batidora del big data se encuentran desde “la superficie construida y los metros sin construir hasta su ubicación o su estado de conservación”, señala Moreno. Con todo ello, esta herramienta “nos permite agilizar los procesos”, si bien puntualiza que, “aunque el big data nos ayuda, en ningún caso sustituye la inteligencia humana del equipo que genera y desarrolla esa tecnología”.