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Sergi Brun (Enlace): “La situación macroeconómica actual servirá de filtro para el ‘proptech’”

Francesc Salas y Sergi Brun, socios de la consultora Enlace, especializada en asesorar a empresas tecnológicas inmobiliarias, comentan la actualidad del proptech en España, al que ven en un momento crucial para escalar.

Abel Pujol

7 sep 2023 - 04:58

Sergi Brun (Enlace): “La situación macroeconómica actual servirá de filtro para el ‘proptech’”

 

 

Francesc Salas y Sergi Brun son los creadores, junto a Vicenç Hernández-Reche y Marc Ollé, de una nueva consultora dentro del sector inmobiliario. Enlace pretende conectar a las empresas del sector con el dinámico contexto que proponen las nuevas tecnologías, enmarcadas en el universo proptech, buscando satisfacer las demandas e impulsando el desarrollo y la colaboración entre ellas. Salas y Brun analizan en qué punto se encuentra la relación entre la nueva tecnología y el sector inmobiliario español.

 

P: Os definís como una compañía que sirva de puente entre el proptech y el grueso del sector. ¿Cómo puede vehicularse?


Sergi Brun.: Vemos la evolución del mercado, y somos muy conscientes que, si el inmobiliario no se sube al tren de la tecnología, muchas empresas del sector cerrarán. El inmobiliario, por definición, es tradicional y muchas veces se interpreta la tecnología como un enemigo. Desde Enlace tratamos de dirigir al sector dentro de este mundo, decirle qué tecnología debe aplicar, hacía dónde debe ir.  Ahora bien, tenemos grabado a fuego que lo que nunca haremos es propiciar una canibalización del sector, no apoyamos empresas que quieran aprovecharse de un segmento inmobiliario en concreto, sino que impulsen su transformación y eficiencia.

 

F.S.: El inmobiliario no vende churros, sino inmuebles, la cosa más importante que compra una familia en toda su vida. Algunas proptech que aparecen aún no son lo suficientemente maduras para entender esto. Antes deben llegar al mercado, que esta tecnología la adopte el mismo mercado, tener un producto mínimamente viable. Es en esta fase donde creo que nosotros podemos aportar nuestra experiencia: hagamos que la gente lo entienda y que sea una cosa útil, pero no quitemos de la ecuación el valor añadido que aporta el inmobiliario. No aporta nada a la sociedad que vendas un piso tú solo. ¿Tú tienes conocimientos de registros, sabes qué es una carga o una afectación urbanística? Hay grandes proyectos que, con un poco de cintura y de atracción, si los hacemos usables para las big players del sector, tendrán mucho futuro y pueden aportar realmente una utilidad al público general.

 

P: El residencial en España se caracteriza por la fragmentación, y esto provoca que a las proptech les cueste captar producto, ¿cómo se puede superar esta situación?

 

F.S.: Actualmente estamos trabajando con una proptech de Latinoamérica que quiere dar sus primeros pasos en España porque considera que es un mercado enorme. Cuando llegó aquí, lo primero que vio es que está todo muy fragmentado, y no podía ir a una big player y proponerle una alianza. Las proptech necesitan de una figura que sea mucho más transversal y que aglutine todo el sector. El inmobiliario, por suerte o por desgracia, no cuenta con grandes jugadores. Es muy particular y necesitas a alguien que te haga de enlace. El inmobiliario residencial sabe lo que necesita, o como mínimo sabe reconocerlo cuando lo ve. Pero es cierto que no es un mercado de fácil entrada para las proptech.

 

P: ¿En qué fase creéis que está el proptech? ¿Está consolidado?

 

S.B: El Mapa Proptech elaborado por API Catalunya suma ya 580 proptech. A muchas de ellas les falta alguna pata, pero podrían traccionar, escalar, hacerse más grandes. Es necesario, para dar un servicio completo, que se vayan uniendo para que crear una nueva proptech más grande que cuente con mayor aceptación en el sector.

 

 

 

 

P: ¿Por qué en el inmobiliario, a diferencia de otros sectores, las grandes empresas no han apostado por impulsar sus propias proptechs?


F.S.: Como gran player necesitas un producto que funcione. Eres muy celoso con tu propia información, con tus procesos internos, y quieres un producto hecho a tu medida. Hay empresas que se lo pueden permitir y deciden apostar por ello, pero creo que es un gran error. Las empresas inmobiliarias deben dedicarse a la inmobiliaria y las empresas de tecnología a la tecnología. De lo contrario, el producto necesitará siempre de un equipo que vaya modificando y adaptando el producto, y es muy difícil estar al día de los cambios constantemente. Es mejor pagar por un servicio y ya está. Pero para acelerar el proceso, debemos introducir a inmobiliarios dentro de la tecnología, para poder coger esta permeabilidad que necesita el sector. Cuando esto pase, las empresas dejarán de apostar por tener un departamento de tecnología dentro de la propia empresa y comenzarán a pagar por servicios mensuales, que a la larga es una medida mucho más económica y eficiente.  

 

P: El boom de las start ups se ha producido en un contexto de tipos de interés cero, acceso a la financiación, rondas con valoraciones que quizás no estaban muy ajustadas a la realidad, pero ahora entramos en un contexto muy distinto ¿Cómo puede impactar este cambio al proptech?


S.B.: Las valoraciones posteriores a la pandemia eran una broma, entrando dinero sin medida. Pero ahora esto se ha acabado, y se están seleccionando sólo los mejores proyectos, los más potentes. En cierta medida, la nueva situación macroeconómica servirá de filtro. Es necesario que se fusionen equipos o ideas, o que se complementen la unas con las otras, para que la start ups siga trabajando. En la situación actual, muchas de ellas van a morir.

F.S.: Decir que no al dinero es muy complicado. Las empresas deben contar con una estructura básica y ser viables por sí mismas, ya que ahora muchas de ellas no tienen acceso al mercado de financiación. Pero también es una oportunidad. Las proptech tienen que ser viables desde el minuto cero, salir al mercado y poder facturar. Cuando hay un sobreexceso de liquidez, se hacen cosas muy raras.

 

 

 

 

P: ¿Qué tiene España para que se haya apostado tanto por la tecnología aplicada al inmobiliario?


F.S.: Hay una gran cantidad de talento muy joven que ve que, o tiran millas por su cuenta, o no hay oportunidades dentro del mercado laboral. El futuro no es negro, está lleno de oportunidades, pero las empresas no pueden pagar salarios más altos, y estos chicos deciden que ni de broma quieren vivir así. Está muy bien que sea así, porque es un gran motor de futuro, pero detrás de todas estas empresas que quieren salir tiene que haber alguien que las escuche, porque si no corremos el riesgo de frustrar las ilusiones de mucha gente. Un baño de realidad, pero con emprendimiento. Dicho esto, en España se dan las condiciones ideales para emprender en el inmobiliario: tenemos un mercado grande, buen clima, los jóvenes son ambiciosos y quieren ganar dinero, y tenemos un mercado que es financiable. Es un gran cóctel.

 

P: ¿Una tecnología que funciona en el mercado inmobiliario español se puede replicar a los demás, o cada mercado tiene una idiosincrasia propia?

 

F.S.: Los mercados son muy locales. Hay vasos comunicantes que son comunes a todos, pero, por ejemplo España es un infierno normativo. Ya tengo suficiente con conocer la normativa española como para conocer la de París. Aunque es un mercado muy fragmentado, las proptech tienden a concentrarse. España es donde menos se concentran, pero hay una ola de fusiones que se irá acentuando poco a poco. En Europa hay players muy grandes. A nosotros nos falta el paraguas normativo, regulatorio, que aquel que tiene que hacer leyes las haga de acuerdo con el mercado. Las empresas primero tienen que pensar en local, pero no deben dejar de tener la oreja puesta en lo que pasa fuera. Sin embargo, el mercado inmobiliario español es grande y cada vez hay un porcentaje más alto de pisos en alquiler. Son dos sectores que, cuando vuelvan a tener la seguridad jurídica que perdieron durante los últimos años, traccionarán muy bien.