Residencial

A la espera del maná europeo: 6.820 millones de euros para dinamizar el ‘real estate’

Las reformas para una mejor eficiencia y ahorro energético absorberán la mayor parte de los fondos europeos, aunque una parte importante de los recursos estarán destinados a ampliar el parque público residencial.

EjePrime

17 ago 2021 - 05:00

A la espera del maná europeo: 6.820 millones de euros para dinamizar el ‘real estate’

 

Los fondos europeos, nuevo revulsivo en el mercado español del real estate. En los próximos años, la vivienda absorberá una parte importante de los fondos europeos de recuperación económica. Ya sea a través de mejoras en la renovación del parque (subrayando la eficiencia energética, un punto fundamental para la aprobación de las ayudas) o en el desarrollo de vivienda social, otro de los puntos destacados del plan.

 

España recibirá un total de 72.000 millones de euros en ayudas directas entre finales de este año y el 2023 del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia, bautizado como Next Generation EU. De esta cuantía, 6.820 millones de euros se destinarán a rehabilitación de vivienda y regeneración urbana (5.800 millones) y edificación social (1.000 millones).

 

A partir de aquí, la clave del aprovechamiento de estos fondos está ligada a cómo los ciudadanos acojan esa renovación de los edificios tan necesaria para ponerlos al día y avanzar en la descarbonización. El objetivo del Gobierno es llevar a cabo actuaciones de mejoras en 500.000 viviendas entre 2021 y 2023.


La oportunidad para los propietarios o las comunidades de vecinos es clara, aunque para ello deban rascarse un poco el bolsillo, algo que siempre genera dudas y más en inversiones de este tipo. Así, las ayudas directas a la rehabilitación pueden ir desde el 35% del importe de la obra hasta el 100%, un porcentaje este último que, no obstante, irá destinado a intervenciones integrales en barrios con riesgo de exclusión social.

 

 

El Gobierno trabaja con una hoja de ruta que combina las ayudas directas con las deducciones fiscales (calcula destinar 450 millones de euros), de manera que los incentivos serán muy potentes. El sector de la construcción y rehabilitación es muy intensivo en mano de obra y la puesta en marcha de este programa debe reflejarse en la reducción del paro de manera clara, según considera el Gobierno. Eso sí, las deducciones fiscales van a estar diseñadas exclusivamente para primeras residencias y en función del ahorro en el consumo de energía que se consiga con la mejora del inmueble.

 

Así, para obtener una deducción del 20% en el Irpf bastará con reducir un 7% la demanda de calefacción o refrigeración de la vivienda. Sólo con sustituir unas ventanas normales por unas de altas prestaciones que aíslen mejor la casa del frío y del calor ya se consigue ese ahorro.

 

Si se logra reducir un 30% o más el consumo de energía primaria procedente de fuentes no renovables, entonces el beneficio fiscal ya se elevará hasta un 40%. Para beneficiarse de esta deducción habrá que acreditar una mejora en el certificado de eficiencia energética de la vivienda y, en todo caso, serán necesarias actuaciones más integrales.

 

Finalmente, las deducciones del 60% solo serán posibles cuando se intervenga en edificios enteros y, mayoritariamente, residenciales. Las deducciones se aplicarán a los diferentes propietarios y según la cantidad invertida en la rehabilitación. Esta debe lograr una reducción de, al menos, un 30% en el consumo de energía primaria no renovable o situar el inmueble en una nota A o B, las dos que expresan mayor eficiencia en los edificios.

 

El Gobierno trabaja para elevar el parque público en alquiler hasta las 100.000 residencias, gracias en parte a los fondos europeos

 

Aunque la reforma de viviendas para avanzar en el ahorro y eficiencia energética absorberá la mayor parte de las ayudas europeas, el Gobierno se reserva una partida no menor para avanzar en la creación de un parque público de viviendas de calidad.

Y en este sentido, destinará los citados 1.000 millones de euros para levantar 20.000 pisos de alquiler social. El objetivo del Ejecutivo es llegar a las 100.000 viviendas públicas de alquiler a través de diferentes programas con Sareb, fondos de inversión y promotoras y, también, a través de las ayudas europeas.