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Especial 2021: el año de las fusiones

Colonial, todo o nada a las oficinas ‘prime’

La inmobiliaria ha reforzado su perfil de arrendador de espacios de trabajo en un momento en que el subsector de las oficinas genera incertidumbres.

B. B.

23 dic 2021 - 04:54

Colonial Dossier

 

El ejercicio de 2020 no fue bueno para Colonial, pero en 2021 ha recuperado ya el terreno perdido. La empresa ha acometido un plan de desinversiones y juega ahora a todo o nada a las oficinas prime.

 

La crisis sanitaria golpeó a la socimi que, como consecuencia de la actualización de la valoración de sus activos, vio como su beneficio después de impuestos se situó en dos millones de euros, frente a los 827 millones de euros que cosechó un año antes.

 

La empresa logró, no obstante, mantener el resultado neto recurrente, que mide la evolución del negocio sin el efecto contable de la actualización constante del valor de los activos. Así, la empresa que preside Juan José Brugera y dirige Pere Viñolas cerró 2020 con un beneficio neto recurrente o resultado de explotación de 138 millones de euros, frente a los 139 millones de euros de 2019. Los ingresos por rentas de la socimi se situaron en 340 millones de euros, un 3,4% menos, debido a desinversiones y bonificaciones a los clientes afectados por la crisis sanitaria del Covid-19.

 

La empresa fue recuperando la normalidad trimestre tras trimestre durante el ejercicio 2021. La socimi, especializada en el segmento de oficinas de París, Madrid y Barcelona, obtuvo un beneficio neto de 184 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio, frente a los 5 millones del mismo periodo de 2020. La inmobiliaria vio como la recuperación del valor de los activos aportaba casi 150 millones de euros a su resultado. Un año antes, en 2020, le restaban 104 millones de euros.

 

 

Los ingresos del grupo se situaron hasta septiembre en 234 millones de euros, un 10% menos que en 2020 por la desinversión de activos realizada por la inmobiliaria en el último tramo de 2020 y primeros meses del ejercicio de 2021, que redujeron las rentas de la inmobiliaria. “Comparado con el mismo perímetro, los ingresos han aumentado un 2%”, puntualizó Viñolas en la presentación de las cuentas del tercer trimestre. El beneficio de explotación o ebitda de la inmobiliaria fue de 186 millones de euros, un 12,7% menos.

 

Desinversiones

Los números absolutos de Colonial acusan aún las desinversiones realizadas a lo largo de 2020 y cerradas en febrero de 2021. El programa Alpha aportó a la inmobiliaria desinversiones por encima de 600 millones de euros, que elevaron la liquidez de la socimi hasta 2.500 millones de euros.

 

La compañía desinvirtió 258.000 metros cuadrados en activos considerados no estratégicos a lo largo de 2020 y primeras semanas de 2021. El 68% de los activos desinvertidos se situaban entre Madrid y Barcelona, mientras que el 32% restante eran inmuebles de oficinas ubicados en París.

 

Del total de 617 millones de euros en desinversiones, Colonial vendió activos no estratégicos en el último trimestre de 2020 (y primeras semanas, en algunos casos, de 2021) por valor de 413 millones de euros. A esta cantidad se sumaron los 200 millones desinvertidos en los restantes trimestres de 2020.

 

 

Entre las operaciones más relevantes llevadas a cabo se encuentra la venta de su cartera logística proveniente de Axiare al grupo Prologis por 164 millones de euros. También están incluidas desinversiones en edificios de oficinas de Madrid y Barcelona.

La filial francesa SFL se desprendió de dos edificios de oficinas por valor de 200 millones de euros. Se trata de 9 Avenue Percier, con 6.700 metros cuadrados, y 112 Avenue du Wagram, de 10.000 metros cuadrados.

 

Más peso en París

¿Y qué ha hecho Colonial con ese dinero? Principalmente invertirlo en reforzar su presencia en el mercado de oficinas de París. La inmobiliaria española lanzó el pasado junio una oferta de adquisición por el capital que no controlaba de su filial francesa SFL. Así, pasó de controlar el 82% hasta cerca del 100%, en una operación valorada en unos 800 millones. “Nuestra exposición al mercado de oficinas de París ha aumentado en unos mil millones de euros”, explicó en mayo Brugera.

 

La operación se estructuró en tres partes. Por un lado, una ampliación de capital de 350 millones de euros, además de una emisión de deuda por 150 millones. Finalmente, hubo un canje de activos con Predica, la filial aseguradora de Crédit Agricole, valorado en 300 millones de euros. Predica, que controlaba un 13% de SFL, cedió esta participación a los accionistas de Colonial y, al mismo tiempo, pasó a controlar un 4% de las acciones del conjunto de la socimi. Una vez Colonial tuvo el 95% de SFL, lanzó una opa por el 5% que está en manos de minoritarios. Una vez cerrado el plazo de la oferta, Colonial pasó a ser titular del 98,3% de las acciones de SFL.

 

Compra en Barcelona

Tras esta operación, el peso de la cartera de oficinas en París ha aumentado considerablemente y ya copa el 60% de los activos del grupo en la capital gala, seguido de Madrid (25%) y Barcelona (12%). Pero la inmobiliaria aún tiene liquidez y recursos para nuevas compras e inversiones. “Tenemos una capacidad de fuego relevante no utilizada de centenares de millones de euros”, señaló Pere Viñolas en la presentación de los resultados de la socimi del tercer trimestre. Y entre esas inversiones figurará la actual sede corporativa de la multinacional Danone en España.

 

 

La socimi ultima la compra de la sede corporativa de Danone en España, un inmueble situado en el número 21 de la calle de Buenos Aires, justo detrás de la plaza de Francesc Macià, una de las principales zonas de oficinas de la capital catalana. La operación se sitúa alrededor de los 50 millones de euros.

 

El edificio es propiedad de la inmobiliaria Anpora, controlada a su vez por Ricardo Portabella, uno de los accionistas históricos del fabricante de yogures que se hizo con el inmueble en 2008. El edificio, que tiene una superficie de nueve mil metros cuadrados, acoge actualmente las principales oficinas de Danone para el mercado español. Los planes de Colonial son rehabilitar en profundidad el inmueble para darle valor y sacar al mercado a medio plazo un edificio de oficinas totalmente reformado en pleno distrito de negocios de Barcelona.

 

Los dos últimos ejercicios han servido a Colonial para limpiar de su cartera todo aquello que no suene a oficinas y reforzar su perfil como gran grupo patrimonialista de espacios de trabajo en París, Madrid y Barcelona. La inmobiliaria apuesta principalmente por edificios en localizaciones prime y, sobre todo, actualizados. “Los buenos edificios de oficinas y bien localizados están manteniendo su valor y siempre despertarán el interés de la demanda”, sostiene Viñolas.

 

Esta es la estrategia a la que se ha apuntado la compañía, en un momento en que las oficinas atraviesan una cierta crisis de identidad como consecuencia del auge del teletrabajo, que está reduciendo la demanda de espacio por parte de grandes compañías de todo el mundo.