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¡Alerta paro! El sector residencial apunta al mercado laboral como termómetro de la vivienda

El nivel de compraventas y una posible caída de los precios de la vivienda tras la crisis sanitaria estarán estrechamente relacionados con la situación del mercado laboral cuando acabe el confinamiento.

Marc Vida Ordeig

6 abr 2020 - 05:00

¡Alerta paro! El sector residencial apunta al mercado laboral como termómetro de la vivienda

 

 

El impacto del Covid-19 en el mercado de la vivienda dependerá de la situación del mercado laboral. Durante la crisis iniciada en 2007, el mercado residencial sufrió un desplome en las operaciones debido a dos causas: por un lado, el mercado laboral se rompió y el paro alcanzó hasta el 26,3% en julio de 2013, y había una burbuja que había disparado la construcción de obra nueva y el precio de las viviendas.

 

En la actualidad, el mercado residencial no debe hacer frente a una burbuja inmobiliaria, ya que la construcción aún no ha alcanzado ni siquiera las más de 100.000 viviendas nuevas que se calcula que se necesitan cada año en España. Así pues, “habrá una correlación directa entre la destrucción de empleo y la contracción del mercado residencial”, asegura a EjePrime el consultor de inversión Axel Puerta.

 

Mientras la mayoría de consultoras y operadores inmobiliarios rechazan expresar su opinión abiertamente, expertos consultados por EjePrime aseguran que no esperan un cambio brusco en los precios de la obra nueva, ya que las promotoras “no tendrán necesidad de realizar grandes ajustes en la obra nueva”, apunta otra fuente, que añade que en todo caso podría haber un freno en la construcción hasta que el mercado se active de nuevo.

 

 

 

 

El principal problema que pueden encontrar las promotoras es que “ante una menor demanda de viviendas, las entidades bancarias aumenten sus controles y demandas a la hora de financiar los nuevos proyectos”, explica la misma fuente.

 

En este sentido, el nivel de preventas con el que cuentan las grandes promotoras y el hecho de que las entidades bancarias sólo financien proyectos a partir de un nivel de comercialización importante, asegura que las promotoras no inflen su cartera en construcción a pesar de que “habrá más cancelaciones de decisiones de compra que de alquiler”, explica Puerta.

 

En obra nueva, serán las propias promotoras las que decidirán el impacto que pueda tener esta crisis en el precio “aunque habrá algunos compradores que decidan perder las arras y esperar a que los precios bajen, no serán la mayoría”.

 

 

 

 

En todo caso, la fluctuación de precios puede ser mayor en el mercado de la vivienda de segunda mano, ya que “la demanda puede esperar a que los precios bajen o, directamente, bajar el importe ofrecido a los vendedores”. A esto se le puede sumar “aquella demanda que pueda tener necesidad de liquidez y quiera vender rápido”, explica uno de los expertos consultados.

 

De todos modos, Puerta asegura que la contracción de la demanda “será temporal y a medida que se calme el miedo, tanto los inversores como los compradores empezarán a animar el mercado”.