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La banca andorrana financia al Barça en la recompra de los terrenos de Can Rigalt

El club, que tuvo que pagar 47 millones a La Llave de Oro, obtuvo un préstamo de 20 millones a cuatro años de la entidad andorrana, que complementó con la disposición de pólizas y que explica junto a los fichajes el aumento de la deuda.

M. Menchén

16 oct 2018 - 04:48

La banca andorrana financia al Barça en la recompra de los terrenos de Can Rigalt

 

 

El FC Barcelona logra financiación andorrana para comprar Can Rigalt. El club catalán ha firmado un préstamo de veinte millones de euros a cuatro años con MoraBanc para cumplir con el laudo que ganó la inmobiliaria La Llave de Oro por los terrenos, situados en L'Hospitalet de Llobregat, según explica el medio especializado en el negocio del deporte Palco23.

 

La operación de Can Rigalt se remonta a 1998, cuando la junta presidida entonces por Josep Lluís Núñez adquirió estos terrenos próximos al Camp Nou para levantar la ciudad deportiva. Sin embargo, el proyecto quedó paralizado y no fue hasta 2005 cuando el expresidente Joan Laporta logró traspasarlos a la inmobiliaria La Llave de Oro por 35,4 millones de euros. Eso sí, el contrato de compraventa incluía una serie de cláusulas cuyo incumplimiento permitía a la empresa deshacer la compra y recuperar su dinero. Y así acabó sucediendo.

 

El punto más importante, y que acabó decantando la balanza en contra del Barça durante el arbitraje, fue la obtención de los permisos para construir viviendas. Un primer laudo arbitral fijó que el 30 de julio de 2014 era la fecha límite para que el club cumpliera y lograra que el Ayuntamiento de L’Hospitalet y el resto de actores implicados facilitaran la tramitación urbanística. Sin embargo, el estallido de la burbuja inmobiliaria dejó en el dique seco la operación y el grupo solicitó un nuevo laudo arbitral para resolver la operación.

 

 

 

 

El falló llegó en junio de 2016, cuando el Tribunal Arbitral de Barcelona corroboró que, transcurridos diez años, no se habían cumplido los requisitos pactados en el contrato de compraventa. Por ello, obligaba a la entidad deportiva a devolver los 35,4 millones de euros que había cobrado por los terrenos, así como unos intereses legales de 11,6 millones. La entidad trató de negociar una quita, aunque en la memoria anual confirma que finalmente ha realizado los pagos establecidos en el laudo.

 

En las oficinas del Camp Nou no existen demasiadas esperanzas sobre el futuro de esta parcela de 10.000 metros cuadrados y un importante volumen de metros cuadrados edificables. De hecho, ya en las cuentas de 2016-2017 se decidió deteriorar el potencial de este activo en 29 millones de euros, situando su valor contable en 8,44 millones de euros, como ya adelantó este diario. Es “una valoración razonable establecida por un experto independiente”, recuerda la entidad, que confía en que la evolución de la tecnología permita rebajar los costes de transformar la subcentral eléctrica que hay junto a los terrenos y cuya transformación es la que hoy hace inviable la operación inmobiliaria.

 

 

 


Este no es el único proyecto urbanístico en el que el Barça ha pinchado. Laporta proyectó en 2007-2008 la construcción del Barça Parc, un espacio temático en Viladecans, junto al Aeropuerto de Barcelona-El Prat. El club pagó 18,74 millones de euros por los terrenos, pero jamás se lograron superar los trámites administrativos por el incumplimiento de varias normas medioambientales que impedían desarrollar allí cualquier tipo de actividad deportiva, ocio o entretenimiento. El año pasado se aplicó una depreciación adicional de 1,13 millones y hoy su valor es de apenas 3,07 millones de euros.