Barcelona, colapsada por la falta de camas

El nuevo decreto ley, aprobado el pasado 7 de noviembre de 2023 por el Govern de Catalunya que regula y pretende eliminar en cinco años la oferta de viviendas de uso turístico, es una medida claramente intervencionista, no consensuada con las partes, y que no conseguirá el cometido de ofrecer soluciones en políticas sociales para que las viviendas sean más accesibles para todo el mundo, como se pretende.

Si finalmente se lleva a cabo, las consecuencias económicas y sociales pueden ser devastadoras para el país y para Barcelona. Afectará con un impacto negativo en los 8.000 millones de euros que proporciona el turismo en su área metropolitana, en el empleo (12,5% proviene del sector turístico), 3) y en el PIB (15% del PIB de Barcelona, que procede de la actividad relacionada con turismo), más todo el impacto indirecto que esta actividad genera actualmente en el sector de la restauración y el comercio

Los apartamentos turísticos representan el 45% de la oferta de alojamientos turísticos en Barcelona y tan solo son el 1,14% del parque total de viviendas de la ciudad (9.470 viviendas de uso turístico frente a las 827.000 viviendas totales). Eliminando dicha oferta, familias que viajan, estudiantes y sus familiares, investigadores, trabajadores en proyectos, participantes en congresos, nómadas digitales, dejarán de venir a Barcelona, por la falta de una oferta suficiente y de calidad de plazas turísticas y de alojamiento temporal, y buscarán otros destinos que si aporten dicha oferta.

La solución al problema de la vivienda radica en una combinación de acciones y políticas coordinadas para usar viviendas, oficinas o locales vacíos. 

No nos engañemos. La solución al problema de la vivienda en Barcelona, muy serio y muy real, consiste en una combinación de acciones y políticas coordinadas; como incorporar a la oferta actual de viviendas a todas aquellas que están vacías, aproximadamente el 1,52% del parque de viviendas de la ciudad, e incentivar que dichas viviendas vacías y sin uso puedan reincorporarse al mercado de oferta. La otra acción requiere cambios legislativos y urbanísticos, como ya pasa en algunas ciudades de los Estados Unidos con el mismo problema, que permiten la reconversión de miles de oficinas y locales vacíos en viviendas. Y por último, la promoción público – privada de vivienda asequible en toda el área metropolitana, acompañada de una mejora de la conectividad de todos los municipios colindantes para crear la Gran Barcelona.

La Ciudad Condal y su área de influencia es un destino aspiracional, al que todo el mundo quiere venir a trabajar, visitar, disfrutar, vivir o estudiar. Barcelona representa una marca potentísima, que atrae talento, inversión, creatividad e innovación, y ofrecer una experiencia en apartamentos turísticos de calidad es condición sine qua non para conseguir dicho objetivo de ciudad. 

Donde se van a alojar si eliminamos el 45% de las plazas de alojamiento. La respuesta es obvia: no vendrán 

Con este nuevo Decreto Ley, no solo perderemos millones de euros en impuestos que genera dicha actividad y que sustentan nuestros colegios y hospitales públicos, sino que habremos perdido una oportunidad única para posicionar a Barcelona en el Olimpo de las mejores ciudades del mundo. Sin dicha oferta de calidad será muy difícil poder atraer talento e innovación, acoger una Copa América o un World Mobile, ya que no habrán camas suficientes, lo que traerá destrucción del tejido económico y aumento del paro y menos impuestos para mantener nuestro sistema de bienestar.

Si nos queremos posicionar como una ciudad innovadora, que acoge talento, start ups tecnológicas, turismo familiar, congresos, debemos disponer de una oferta de apartamentos turísticos al mismo nivel de calidad de nuestra potente industria Hotelera. Ambas industrias son claros polos de atracción y se complementan. Y como usuarios, todos hemos sido usuarios de ambos productos, y de otras nuevas formas de alojamiento, en función del momento o necesidad. 

Es vital, que nuestros partidos políticos no aprueben dicha ley en el Parlament, y consensuen ayuntamiento a ayuntamiento y tengan en cuenta a todos las asociaciones involucradas, para hacer una nueva ley más justa, que proteja el bienestar común, y potencie el crecimiento económico del país.

Para poneros en contexto, según un estudio elaborado por la Universidad de Salamanca, sobre apartamentos turísticos en Cataluña. 

·       Del gasto total, el correspondiente al alquiler supone, tan solo, un 25,7%; el 74,30% restante corresponde a gasto en servicios como restauración, comercio o actividades turísticas.

·       El 49,1% de los viajeros opta por pernoctar en una vivienda de uso turístico tras compararlo con otros tipos de alojamiento como hoteles o aparthoteles.

·       Un 75,3% de los usuarios realiza las estancias en familia o en pareja, por delante de quienes lo hacen con amigos (17,6%) u otros círculos (7,1%).

·       El uso de las viviendas de uso turístico va in crescendo: en 2022 se utilizaron una media de 3,5 veces por persona al año, mientras que en 2019 la cifra era de 1,23. La intención de los viajeros de alojarse en éstas también aumenta, pasando de un 69,6% en 2019 a un 84,1% en 2022.