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De proteger a la ‘famiglia’ propietaria a redoblar la inversión pública: las propuestas de los comicios italianos en vivienda

La centroderecha pone el foco en la protección de la propiedad y reducir impuestos mientras que la centroizquierda confía en el dinero público para dar respuesta a los desahucios y a la alta demanda de VPO.

Abel Pujol

23 sep 2022 - 04:56

De proteger la ‘famiglia’ propietaria a redoblar la inversión pública: las propuestas de los comicios italianos en materia de vivienda

 

 

Ley anti-okupa, fondos para evitar desahucios, rebajas en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y ayudas fiscales a los jóvenes para acceder a la propiedad. La política sobre vivienda también es protagonista en los programas electorales de los partidos italianos, que este domingo se enfrentarán en los comicios legislativos de la cuarta economía de Europa.

 

Aunque se encuentran varios puntos en común entre la coalición de centroderecha y la de centroizquierda, sobre todo en facilitar el acceso a la primera vivienda para los jóvenes, las medidas que proponen los partidos conservadores ponen más el foco en la protección de la propiedad, con una ley específica contra la ocupación, y en reducir impuestos relacionados con el patrimonio.

 

En cambio, los partidos de centroizquierda se inclinan por destinar más dinero público tanto al acceso a la vivienda social como en poner solución a la contingencia de los desahucios. Se ha propuesto la creación de un fondo público capaz de adquirir activos derivados de ejecuciones hipotecarias y destinarlos a alquiler asequible, además de un ambicioso plan de construcción de vivienda pública, con medio millón de nuevas VPO.  

 

En lo que coinciden todos los partidos es en la necesidad de seguir implementando el plan de reforma y rehabilitación de los hogares, que bebe de los fondos europeos Next-Gen, y que en el país transalpino se ha vehiculado a través del programa Superbonus. El sistema otorga una deducción fiscal del 110 % sobre intervenciones de recalificación energética, eficiencia y antiterremotos. En el primer semestre de este año, el Ejecutivo encabezado por Mario Draghi ya había destinado más de 35.000 millones de euros al Superbonus, lo que ha supuesto un maná para el sector de la construcción italiano. 

 

 


 

La ‘famiglia’ en el centro

Si como apuntan todas las encuestas, el próximo gobierno italiano será de centroderecha, según han repetido los partidos de la coalición en campaña, desde el Ejecutivo se impulsarán políticas en materia de vivienda irán encaminadas a proteger a las familias que ya son propietarias y se aplicará ciertas deducciones fiscales al acceso a los jóvenes.

 

El programa electoral de la coalición formada por Fratelli d’Italia, la Lega y Forza Italia presenta como punto estrella en vivienda la “firme protección de la propiedad privada”, que se vehicularía a través de “un sistema de protección del hogar y la evacuación inmediata de las casas ocupadas”.

 

El favorito en las encuestas, Fratelli d’Italia (FdI) ha propuesto que los jóvenes que trabajan en empleos precarios puedan acceder a la propiedad mediante la exención de tributos hasta 100.000 euros para menores de 36 años que compren su primera casa.

 

 

 

La líder de Fratelli, Giorgia Meloni, lleva años remarcando que las viviendas no deben ser “ni gravables, ni embargables”. En campaña, la mujer que las encuestas señalan como la próxima presidenta del Consejo de Ministros italiano ha adelantado que si consigue la victoria no se ejecutarán ejecuciones hipotecarias, “siempre que se haga lo posible para pagar la hipoteca”.

 

La Lega del exministro Matteo Savini también aboga por reducir el Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IMU en Italia), una política que va en consonancia con la alianza Verdes-Izquierda, aunque estos proponen la abolición total de la tasa y reemplazarla por un impuesto progresivo sobre las grandes fortunas.

 

Por su parte, Silvio Berlusconi, expresidente del país y líder del partido conservador Forza Italia, ha declarado en campaña que “la casa es sagrada” y ha propuesto rebajar los impuestos relacionados con la compraventa de vivienda a un máximo del 2% a todos los ciudadanos que accedan por primera vez a la propiedad.

 

 

 

La izquierda confía en el dinero público

Una de las propuestas estrella de los partidos de centroizquierda italianos es la creación de un fondo financiado con dinero público para la adquisición de propiedades que hayan sufrido una ejecución hipotecaria. Según la fórmula planteada, el precio desembolsado por la administración sería igual al que obtendrían los bancos vendiendo la deuda pendiente.

 

Por su parte, el Partido Democrático, el segundo en las encuestas, ha presentado durante la campaña un plan para sumar al stock de viviendas públicas 500.000 unidades en los próximos diez años. El PD sostiene que con estos desarrollos sería posible cubrir dos tercios de la demanda de viviendas de protección oficial que hay en el país.

 

El M5E, por su lado, ha repetido que una familia cuya casa es objeto de una ejecución hipotecaria debería poder recomprarla, por lo que propone implementar medidas para dotar a esas familias de una hipoteca a largo plazo subvencionada por el Estado. También contempla implementar regulaciones para que los ciudadanos que no pueden pagar la hipoteca puedan seguir en la vivienda en régimen de alquiler, con la posibilidad de volver a ser propietario del activo a medio o largo plazo.

 

 

 

El ‘real estate’, a lo suyo

Los encargados de pilotar el gobierno del país transalpino tras los comicios encontrarán un mercado inmobiliario que ha transitado durante los últimos años por un ciclo alcista, registrando a cierre de 2021 una inversión de 10.400 millones de euros, la tercera más elevada de la última década, según Cbre.

 

El precio de la vivienda ha ido al alza en los últimos años (en el segundo trimestre el precio repuntó un 5,2% anual), pero sin superar los registros del Índice de Precios de Consumo (IPC). Las compraventas residenciales siguen experimentado una buena dinámica y el mercado logístico se ha erigido como protagonista, concentrando la mayor cifra de inversión del ‘real estate’ transalpino en 2021, con más de 2.700 millones de euros, según Cbre.

 

Además, después del impacto de la pandemia, los segmentos oficinas, hoteles y comercial han visto como el mercado inversor volvía a poner sus ojos sobre ellos. Las principales plazas de oficinas, Milán y Roma, registraron en 2021 un take up por encima de la media de los últimos diez años. El sector hotelero duplicó su inversión respecto al año anterior, hasta los 2.100 millones de euros, según Cbre, y los activos comerciales empezaron a transaccionar después de un 2020 desastroso, con especial énfasis en el high street