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Dime dónde vives y te diré cuánto te ‘esfuerzas’ para pagar tu piso

Residentes en País Vasco y Madrid, por un lado, o los hogares sustentados por mujeres o personas de más de 65 años son los segmentos destinan una mayor parte de su presupuesto al pago de la vivienda.

C. De Angelis

21 jun 2018 - 04:51

Dime dónde vives y te diré cuánto te ‘esfuerzas’ para pagar tu piso

 

 

La vivienda es, de lejos, el capítulo que compromete una mayor parte del presupuesto de las familias españolas. De media, el año pasado las familias destinaron el 30,06% de su renta anual al pago de la vivienda, a través del alquiler (o la imputación equivalente), los suministros y el mantenimiento. Pero, como en muchos otros aspectos de la economía, esta realidad no es uniforme, ni mucho menos, para todas las familias españolas, tampoco para los hogares de diferentes provincias, rangos de edad o, por supuesto, situación socioeconómica.

 

En un momento en que los problemas de acceso a la vivienda vuelven a ponerse en el centro del debate político y, también, del propio sector inmobiliario, ¿qué segmentos son los que hacen un mayor esfuerzo relativo a la hora de pagar su vivienda? Según se desprende de las cifras difundidas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los gastos vinculados a la vivienda superan la media española en ocho comunidades autónomas, mientras que se disparan en los segmentos más adultos de la población y, por hábitats, en las ciudades más pobladas del país.

 

A nivel regional, el caso más destacado es el de País Vasco. En la comunidad vasca el pago de la vivienda, teniendo en cuenta el alquiler real y los alquileres imputados, junto a suministros y mantenimiento, asciende al 33,09% del presupuesto anual de los hogares. En este caso, destaca especialmente el peso del gasto de los alquileres imputados a la vivienda (referido al “alquiler que sería pagado por el hogar propietario de una vivienda como la que ocupa si fuera inquilino de la misma”), con el peso más alto del conjunto de España, del 23,6%.

 

 

 

 

Sigue en segundo lugar el peso que tiene el capítulo de vivienda para los hogares de la Comunidad de Madrid, donde llega al 23,62% del presupuesto anual. En tercera posición se sitúa Baleares, donde la vivienda compromete el 30,81% de la renta del hogar, y en cuarta y quinta están Asturias y Cantabria, con un 30,56% y un 30,55% del presupuesto del hogar, respectivamente. En sexta posición está Cataluña, donde la vivienda agota el 30,53% del presupuesto familiar.

 

En sentido contrario, tener un hogar es más barato en términos relativos a la renta en la Región de Murcia, donde todos los conceptos para el pago de la vivienda llegan al 25,83% del presupuesto del hogar. También están muy por debajo de la media Andalucía y Canarias, donde estas tasas llegan al 27,9% y al 27,85%, respectivamente.

 

El tamaño de la población de residencia también es determinante en el peso que tiene el gasto inmobiliario para las familias. En este caso, las poblaciones de más de 100.000 habitantes son las más caras para los hogares, ya que deben destinar el 31,34% del presupuesto familiar al pago de la vivienda y los consumos vinculados a la misma.

 

Esta tasa desciende de forma progresiva a medida que desciende el tamaño de la población de residencia: copa el 29,49% de la renta en los hogares de poblaciones de 50.000 a 100.000 habitantes; el 25,91% en las localidades de 20.000 a 50.000, y el 27,87% en aquellas de entre 10.000 y 20.000 habitantes. No obstante, el ratio repunta en las poblaciones más pequeñas, de menos de 10.000 habitantes, donde los costes de la vivienda agotan el 29,62% del presupuesto familiar.

 

 

 

Edad y sexo

Las diferencias también se visualizan con claridad en función del género y la edad del sustentador principal del hogar de referencia. Cuando es una mujer, el gasto relativo destinado a la vivienda es mayor, y, por edades, los que más destinan al pago de la vivienda son los de 65 años o más.

 

En particular, los hogares sustentados esencialmente por una mujer deben destinar al pago de alquileres, reparaciones y suministros de la vivienda el 32,51% de la renta, mientras que en el caso contrario (cuando un hombre es el sustendador principal del hogar), la tasa baja al 29,03%.

 

Las diferencias son mucho más destacadas por franjas de edad del sustentador principal de la vivienda. En este sentido, los hogares cuyo sustentador principal tiene 65 años o más, el 38,24% de la renta va a parar al pago de la vivienda (en este caso los alquileres imputados tienen un protagonismo claro, cubriendo el 27,47% del presupuesto anual).

 

La tasa baja al 27,84% del presupuesto en los hogares con un cabeza de familia de 45 a 64 años, y al 23,36% cuando esta figura recae en una persona de 30 a 44 años. Por último, en los hogares más jóvenes, cuando el que más gana tiene menos de 30 años, el 27,02% de la renta disponible se destina al pago de la vivienda.