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Las ‘family offices’ en España: entre la diversificación de sus activos y la inversión indirecta

Las empresas especializadas en la gestión del patrimonio de las grandes familias apuestan por la apertura de sus fondos a diferentes sectores, buscando liquidez y sostenibilidad.

Jabier Izquierdo

18 oct 2017 - 16:17

Las 'family offices' en España: entre la diversificación de sus activos y la inversión indirecta

 

Las family offices están sofisticando sus patrimonios. “Buscamos la creación de valor transgeneracional. Estamos diversificando nuestros activos atendiendo a cuestiones de geográfica, producto y cliente buscando solidez con inversiones sostenibles”, explica Ferrán García, director general de Caboel, en el marco del Barcelona Meeting Point, que ha dado inicio hoy. La solvencia de los clientes y la eficiencia en la gestión patrimonial fueron las dos ideas más repetidas en la ponencia “Family Offices. Inversión directa vs. Inversión indirecta. Pros y Conts”, en la que también han tomado parte Julio Cazorla, fundador y presidente de Family Counselors.

 

Caboel, la compañía patrimonial de los exdueños de la cadena de supermercados Caprabo ha analizado los grandes cambios que ha vivido su entidad con el paso de las décadas, desde su fundación en 1959. “Hasta 1992, la empresa era un vehículo inversor en retail, comprando inmuebles según las necesidades del distribuidor”, ha recordado, “pero a partir de ese año tomamos un mayor riesgo, asumiendo el rol de promotor”. Según ha explicado García, en este sector, “competimos con compañías internacionales, incorporándonos a un mercado totalmente diferente al del inversor finalista”. Un tipo de inversión que, según García, “depende mucho de los ciclos”.

 

Ante esta coyuntura, el asesor financiero Julio Cazorla lo tiene claro: “Este es un sector que empieza a cambiar mucho. Hoy en día hay que diversificar y darle vueltas a la gestión de los patrimonios”. “Una empresa genera dinero, un patrimonio, y la family office lo preserva, no para hacerse más rica sino para que siga siendo rica”, ha definido.

 

En 2007, las tres familias que conforman Caboel decidieron que la compañía comenzara a trabajar como inversora privada. Otro cambio de giro, que tenía como objetivo que “la parte de inversión inmobiliaria (de la patrimonial) asumiera un nivel de riesgo bajo en el mercado, buscando liquidez”, analiza García.

 

“Estamos a las puertas de que entre la tercera generación en Caboel, por lo que es clave para nosotros la creación de valor transgeneracional. Decidimos familiarizarnos en el sector terciario y no entrar en el residencial, un sector mucho más complejo para la sostenibilidad y solidez que buscamos”, ha asegurado García.

 

Con evaluación de planes trianuales, Caboel ha ido realizando inversión directa. Un modo de trabajar los activos que, “a pesar de habernos dado unos resultados muy bueno en esta década”, también va a ver cómo se le incorpora la inversión indirecta. “En el último plan hemos incorporado la posibilidad de incorporar una parte de las dotaciones a la inversión indirecta. Nos aporta un apartado sin volumen que es difícil de gestionar que es la liquidez. Creemos que este tipo de inversión nos puede aportar ese criterio”, ha recalcado García al hablar del último de los giros que ha dado su compañía en tan dilatada trayectoria.

 

Los tres pilares de una 'family office'

Cazorla, en su intervención, ha expuesto los tres pilares de las actuales family office. A pesar de que se mantienen patrimonios en los cuáles el activo inmobiliario “supone un 80%”, el asesor especialista ha retratado la fotografía actual de las cuentas de estos fondos. “Actualmente, la recomendación que realizamos a este tipo de empresas se fija en la diversificación: un 40% recaería sobre el sector inmobiliario, un 35% sobre el líquido financiero, mientras que habría un 25% que se posicionaría en private equity (inversión en empresas o alternativas)”.

 

Para explicar el porqué de la externalización del capital, Cazorla ha recordado “la volatilidad tan alta de este tipo de inversiones”. “Bien escogidos los fondos, podemos conseguir rentabilidades iguales o superiores al que conseguimos con nuestros propios activos”, ha asegurado.