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Aprovechar el tirón o sobrevivir: el ‘real estate’ ante la incertidumbre del Covid-19

El impacto del coronavirus en los segmentos inmobiliarios ha sido muy diferente: mientras que el logístico ha crecido a lomos del comercio electrónico, el comercial ha vivido un terremoto en un momento de cambio profundo.

Marc Vidal Ordeig

8 sep 2020 - 05:00

Aprovechar el tirón o sobrevivir: el ‘real estate’ ante la incertidumbre del Covid-19

Aprovechar el tirón o sobrevivir. La crisis provocada por el coronavirus ha tenido consecuencias muy diversas en los diferentes segmentos del sector inmobiliario, que se ha movido entre el crecimiento del inmologístico a lomos del comercio electrónico al terremoto vivido por el retail en un momento de profunda transformación, pasando por la relativa calma que se vive, por el momento, en oficinas y residencial. ¿Cómo afronta el nuevo curso el sector inmobiliario? ¿Cuáles serán las claves de los próximos meses?

 

El sector logístico ha sido uno de los pocos a los que el confinamiento no perjudicó directamente. Tener que estar en casa salvo para lo imprescindible dio un nuevo empuje al comercio electrónico que se reflejó en la demanda de espacios de almacenaje y distribución en toda la geografía española.

 

Un crecimiento que sólo en marzo se comparaba con el Black Friday y que aún hoy ha dejado a muchos centros logísticos sin espacio disponible. “Ahora mismo hay cierta disponibilidad sobre el papel, pero no es real porque muchos espacios están ocupados sin contrato”, explican fuentes del sector.

Este tipo de acuerdos eran habituales en momentos de alta demanda del comercio electrónico como navidades, en los que hay picos puntuales, pero ahora la demanda se ha convertido en permanente.

 

 

 

 

La relación entre el comercio electrónico y el comercio físico marcará no sólo el devenir del segmento logístico, sino también del comercial, tanto en su vertiente de centros y parques comerciales como en high street.

 

El retail ha sido, sin duda, el sector económico más afectado, tanto por el comercio como por la restauración, por el cierre obligado provocado por el confinamiento y las fases de desescalada posteriores. Además, la llegada de la pandemia coincidió en un momento de profunda transformación del sector, centrado en mejorar la experiencia de los usuarios como estrategia de captación de nuevos clientes.

 

 

 

 

La crisis económica provocará una reestructuración del mercado comercial. Fuentes del segmento apuntan a una “concentración en los principales ejes y en los principales centros comerciales”. “Habrá un cribaje tanto de operadores como de centros comerciales – avisan otras fuentes –; pero cuando el polvo se asiente veremos que los supervivientes son más fuertes porque tienen una posición más dominante en el mercado”.

 

La capacidad de control de la pandemia por parte de las administraciones será clave para que el retail pueda salir de la crisis, ya que los sectores que dependen de un gran movimiento de personas son los más afectados por las medidas de seguridad sanitaria.

 

 

 

 

Por su parte, el segmento de oficinas debe encontrar un nuevo equilibrio entre la redensificación de los espacios, que provoca que las empresas deban tener más espacio por trabajador y el auge del teletrabajo, que reduce el número de empleados que hay en los espacios de trabajo. Sin embargo, las empresas no podrán prescindir de los puestos de trabajo de sus profesionales salvo que se decidan por un modelo cien por cien en remoto.

 

Una de las claves para muchas empresas a la hora de tomar esta decisión será la seguridad de sus sistemas, ya que el teletrabajo incrementa exponencialmente la vulnerabilidad a los ataques informáticos, por lo que, una vez superada la crisis sanitaria, las empresas podrían decidir volver al trabajo presencial.

 

Aunque hay empresas que han decidido parar sus planes de expansión o el cambio de oficinas por la incertidumbre existente, fuentes del sector aseguran que hasta el momento no ha habido cambios en las rentas de los principales mercados y que los City Business Districts (CBD) de Barcelona y Madrid mantienen una disponibilidad muy limitada.

 

Los espacios de trabajo flexible están haciendo equilibrios. Por un lado, se erigen como la solución para que las empresas puedan separar sus equipos para evitar contagios y para absorber el crecimiento de las plantillas sin tener que firmar contratos a largo plazo; mientras que, por el otro, han sufrido la pérdida de pequeñas empresas y autónomos que se han visto obligados a reducir sus gastos.

 

 

 

 

En 2008, el sector promotor fue uno de los grandes señalados en la crisis económica, pero la situación en 2020 es muy diferente. El gran número de preventas que deben tener las promociones antes de iniciarse ha facilitado que el sector no sufra la crisis a corto plazo. Sin embargo, las promotoras están frenando el lanzamiento de nuevos proyectos ante las dudas de lo que hará la demanda. Este movimiento facilitará que los precios de la obra nueva se mantengan estables y que el descenso sea muy inferior al que se prevé en la segunda mano.

 

De todos modos, la crisis provocará que la decisión de compra se retrase o se descarte, por lo que la demanda de vivienda en alquiler se mantendrá alta, especialmente en las principales ciudades, donde la oferta ya es reducida.

 

La ubicación de cada inmueble será clave en los próximos meses, ya que las dificultades para viajar y las cuarentenas decretadas por algunos países tendrán como consecuencia una contracción en la compraventa de viviendas por parte de extranjeros, lo que impactará directamente en los mercados más expuestos a este tipo de comprador.