Castellví se queda de nuevo sin director general tras la salida de Juan Vives

Castellví se queda sin director general, una vez más. Juan Vives Grijalbo, fichado este septiembre para substituir a Arturo Díaz, ha abandonado la empresa, que vuelve a quedarse sin primer ejecutivo.

Vives se incorporó a Castellví con el cargo de director general para llevar el timón de la inmobiliaria catalana reportando directamente a Joaquín Castellví, fundador y presidente del grupo. No obstante, apenas tres meses ha estado en el cargo. De esta manera, Castellví funde dos directores generales en un año. Arturo Díaz se incorporó al grupo en principios de año y salió de la empresa en junio. En septiembre llegó Vives, que no ha tenido ni tiempo para comerse los turrones.

Vives cuenta con una trayectoria de más de veinte años en el sector inmobiliario. Empezó su carrera en Hines para pasar después por las promotoras Layetana e Inbisa. En 2011 se enroló en Colliers para, dos años después, recalar en la también consultora Cbre. En 2016, se convirtió en director de inversiones de Elix y, en 2019, pasó a dirigir la gestora de inversiones inmobiliarias Ardstone en España.

Castellví se centra en la promoción de edificios de oficinas e inmuebles residenciales

El Grupo Castellví tiene el foco puesto en Cataluña, Baleares y Andalucía. La inmobiliaria se dedica principalmente a la promoción de edificios corporativos de obra nueva en régimen patrimonial, así como la rehabilitación de edificios terciarios, naves industriales, hoteles y residencial. El grupo ha sido uno de los precursores del desarrollo del distrito 22@. Así, ha realizado promociones llave en mano de sedes corporativas para multinacionales como Indra, CMT, Ogilvy, Amazon o WeWork.

En febrero del año pasado, anunció una inversión de 80 millones para construir su quinto complejo de oficinas en el 22@. El proyecto está formado por dos edificios de 18.000 metros cuadrados de superficie ubicado entre las calles Tánger, Badajoz, Bolivia y Ávila del Poblenou.

El grupo está liderado por Joaquín Castellví, que entregó en el 2003 el primer gran edificio de oficinas que se construyó en el 22@, donde hoy se ubica la sede de T-Systems. Tradicionalmente, la compañía destina un 70% de su actividad a la promoción de oficinas y el 30% restante al residencial.