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Gilmar aterriza en Málaga con la apertura de su primera oficina en agosto

La compañía inmobiliaria prevé contar con una cartera continua de entre 300 inmuebles y 400 inmuebles en venta durante los próximos años y estudia su expansión a nuevas regiones.

Marc Vidal Ordeig

13 jul 2020 - 05:00

Gilmar aterriza en Málaga con la apertura de su primera oficina en agosto

Gilmar crece en la Costa del Sol. La compañía inmobiliaria liderada por Jesús Gil Marín y Manuel Marrón continúa con su ritmo de crecimiento y abrirá su primera oficina comercial en Málaga capital en agosto, con lo que sumará 32 equipos comerciales. Además, ultima la creación de su trigésimo tercer grupo de empleados en la oficina que tiene en la zona de Cuzco.

 

El establecimiento malagueño, ubicado en las inmediaciones de la catedral de la ciudad, afianza la penetración de la compañía en la Costa del Sol, donde ya cuenta con presencia en Estepona, Marbella y Puerto Banús.

 

A pesar de que Gilmar apuesta por un ritmo de crecimiento lento, “es muy probable que los siguientes mercados donde entremos sean Valencia, Alicante y Baleares”, ha explicado Marrón a EjePrime. Además, Marrón agrega que el mercado de Barcelona es interesante pero que la empresa sólo aterrizará en la capital catalana de la mano de un partner local.

 

 

 

 

Por otro lado, el director del departamento de promociones de la empresa, Óscar Ochoa, subraya que las previsiones de la compañía pasan por tener una carera de disponibilidad de activos en venta de “entre 300 inmuebles y 400 inmuebles” en los próximos años en el conjunto de los mercados en los que opera la compañía.

 

El residencial de alquiler es uno de los mercados que más interés está levantando entre fondos de inversión y promotoras ante el incremento de demanda de viviendas de alquiler previsto a causa de la crisis económica provocada por la pandemia.

 

Ochoa también explica que el build-to-rent “nos interesa mucho como intermediarios” ante el aumento de la demanda que está teniendo. “Los fondos de inversión ya están pidiendo que busquemos suelos adecuados para poder hacer proyectos ad hoc”, comenta el directivo.

 

 

 

 

Una de las consecuencias directas del confinamiento ha sido la aceleración de las tendencias en los cambios en las viviendas, con especial atención a los espacios abiertos y las terrazas. En este sentido, Gil Marín asegura que “el perfil de la demanda ha cambiado” e incluso se piden más viviendas con piscina.

 

 

Impacto “relativamente bajo” del confinamiento

Los dos meses y medio de confinamiento han afectado a la compañía “aunque han tenido un impacto relativamente bajo”, asegura Marrón. “Estábamos preparados tecnológicamente”, destaca el directivo, que añade que han seguido trabajando telemáticamente e incluso “hemos cerrado operaciones”. El directivo también explica que “ahora mismo ya estamos trabajando al 90% de nuestra capacidad”.