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Neinor enciende la mecha: el sector anticipa más fusiones entre promotoras residenciales

La presencia de grandes fondos internacionales en el capital de Habitat, Aedas, Culmia o Inmoglaciar empuja a un baile de adquisiciones corporativas para concentrar una actividad en la que hay un déficit de suelo.

B. Badrinas

15 nov 2021 - 05:00

Fusiones entre promotoras residenciales

 

Neinor abre la puerta a un festival de fusiones y adquisiciones en el sector residencail. Los planes de Neinor de adquirir Vía Célere han agitado un sector que espera más operaciones corporativas en los próximos meses para consolidar una actividad donde van escasos de su materia prima: el suelo.

 

Analistas consultados por EjePrime coinciden en señalar que Neinor acabará adquiriendo Vía Célere porque Värde está muy interesada en desinvertir. “Acabarán poniéndose de acuerdo en el precio, porque Värde está vendiendo activos inmobiliarios en toda Europa”, señalan.

 

La operación planteada estos días por Neinor sigue un proceso de concentración que inicio el propio grupo a principios de año con la adquisición de Quabit a través de una ampliación de capital e intercambio de acciones, que valoraba a su competidora en 370 millones de euros. Un proceso de concentración que, según los profesionales del sector, seguirá en los próximos meses.

 

 

Grandes fondos internacionales presentes en el capital de algunas promotoras necesitan por cuestiones de timing desinvertir y realizar plusvalías con las que retribuir a sus inversores. Se trata de fondos como Bain o Cerberus que entraron hace más de cuatro años en el capital de Habitat e Inmoglaciar, respectivamente.

 

También el fondo estadounidense Castlelake, que controla el 70% de la cotizada Aedas, es uno de los candidatos a desinvertir. Finalmente, el fondo Oaktree compró el año pasado Solvia Desarrollos Inmobiliarios, rebautizada después como Culmia.

 

“Al final es una cuestión de precio, porque en el sector todos sabemos ya que las esperadas sinergias en ahorro de costes apenas aportan nada”, apunta un directivo del sector, que señala que las reducciones de personal acaban siendo pequeñas y que, en cambio, hay que gestionar una integración “difícil” entre empresas con culturas corporativas totalmente diferentes, lo que también genera no pocos costes.

 

Asumido ya la difícil vía de rentabilizar las operaciones vía sinergias, las fusiones y adquisiciones buscan un precio que haga atractiva la transacción. Y, junto a las obras ya en marcha, que resultan fácil de valorar por la cercanía comercializadora, resulta clave cuantificar el precio de los solares pendientes de promoción.

 

 

Ahí es donde se puede aportar valorar, acortando plazos en su desarrollo y, sobre todo, negociando bien los precios por unos terrenos que serán básicos para las promociones residenciales futuras del grupo comprador. Los inversores, además, valoran especialmente una cartera de suelo grande, ya que le otorga visibilidad a la capacidad de la promotora de generar ingresos a medio y largo plazo.

 

Los tambores de fusión también pueden alcanzar a otros grupos medianos, como Kronos Investment Group, que está en manos de inversores europeos, o AQ Acentor, en manos del fondo alemán Aquila Capital. Más complicado parece que a esta fiesta se suman grupos de capital familiar, aunque alguno aprovechará la ocasión y desinvertirá.

 

Por el camino se cerrarán operaciones de menor tamaño, tal y como ha sucedido en los últimos meses. Así, el pasado julio Aedas compra Áurea Homes por 54 millones de euros e integró a su equipo. Urbania, por su parte, adquirió el mes pasado Asentia, mientras que Urbas se hizo con el grupo vasco Jaureguizar, con suelo para desarrollar dos mil viviendas.