Badalona, de ciudad del básquet a la nueva vía de escape de Barcelona

Badalona se consolida como una plaza en crecimiento para el mercado residencial del área metropolitana de Barcelona. La ciudad, situada en la comarca del Barcelonàs y con conexión en metro con la capital catalana, ha experimentado un fuerte crecimiento del atractivo de su mercado residencial en los últimos años.

Mientras las nuevas promociones se extienden por el litoral de la ciudad, con operadores como Stoneweg, Kronos y Emesa, las transacciones de compraventa no han dejado de subir en los últimos años, triplicándose en número desde 2012. En paralelo, los precios encaminan la senda de la recuperación.

Conocida como la ciudad del baloncesto, por la fuerte tradición de este deporte en la población, que cuenta con clubes como el Juventut de Badalona y una gran implantación ciudadana, Badalona se encuentra lejos de sus máximos de población, registrados en 2006, cuando superó los 221.500 habitantes, y 2012, cuando rozó los 221.000. La población está estabilizada en cerca de 216.000 personas.

Una de las grandes operaciones de los últimos años está impulsada por el fondo hispano-suizo Stoneweb, liderado por Joaquín Castellví y Jaume Sabater. La compañía ha iniciado en abril de este año la comercialización de 284 viviendas en Badalona, en una zona que comprende desde la zona empresarial de las Tres Chimeneas, en Sant Adriá del Besòs, y el puerto de la Marina de Badalona. La inversión total del proyecto alcanza los noventa millones de euros.

El complejo, denominado Marina Living, se extenderá sobre 31.000 metros cuadrados de superficie y contará con pisos de entre dos y cuatro dormitorios. En las zonas comunes, el complejo residencial ofrece una piscina y varios espacios ajardinados.

Por su parte, la promotora Kronos tiene en comercialización dos proyectos residenciales en la ciudad, llamados H20 y O12, dos proyectos con un diseño innovador y que también se ubican en la zona marítima de Badalona. La primera de las promociones cuenta con 252 viviendas de 25 tipologías de casa diferentes.

Otra compañía que ha apostado por Badalona es Emesa Corporación, que levantará cuarenta viviendas para alquiler en la ciudad, un proyecto que comportará una inversión de doce millones de euros. Según las previsiones de Emesa, el proyecto, diseñado por el despacho de arquitectos Barozzi Veira, verá la luz el próximo 2020.

En el ámbito industrial, algunos de los proyectos más recientes son la instalación en la ciudad de la empresa de señalizaciones y suministros Syssa, especializada en la fabricación de señalización óptica de seguridad, sistemas fotoluminiscentes y elementos de balizamiento. La compañía ha alquilado un recinto de 1.600 metros cuadrados y 552 metros cuadrados de perímetro exterior en la ciudad.

Con espacios comerciales como el centro comercial Montigalá, un parque de medianas en el que Decathlon abrió su primera tienda en España, Badalona no cuenta con una gran actividad industrial. Actualmente, sólo el 6,2% de las empresas afincadas en Badalona son de ámbito industrial, frente al 80,7% de compañías dedicadas al ámbito de los servicios.

Vivienda protegida en el municipio

Gobernada en los últimos años por una colación de izquierdas formada por Guanyem, Podem, la CUP, ERC y ICV-EUiA, hasta que el pasado junio el PSC se hizo de nuevo con la alcaldía, la vivienda protegida tiene un peso relevante en la ciudad.

Durante el primer trimestre de 2018, el 16,3% de las transacciones realizadas en el residencial de Badalona fueron sobre viviendas protegidas, con un total de 108 compraventas.

Precios y evolución

Según datos del Ministerio de Fomento, los precios tasados de la vivienda por metro cuadrado en Badalona se situaron en el primer trimestre de este año en 1.671,80 euros (2.326,40 euros en el caso de la vivienda nueva, de hasta cinco años de antigüedad, y 1.663 euros en la vivienda de segunda mano).

En comparación con el primer trimestre de 2017, los precios de la vivienda en Badalona han subido un 6,5%. No obstante, la vivienda en la ciudad es todavía un 17,8% más barata que en 2012, en plena crisis económica, cuando el metro cuadrado superaba los 2.030 euros.

En comparación con el arranque de 2007, cuando el valor tasado de la vivienda en la localidad barcelonesa se situaba en 2.910,90 euros por metro cuadrado, los activos residenciales son hoy un 46,1% más baratos.