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El hotelero y la logística: el ‘real estate’ más vulnerable al cambio climático

La subida de las temperaturas, el aumento del nivel del mar, la escasez de agua o los terremotos que se prevén con la crisis climática van a impactar en el sector inmobiliario, aunque con distinta gravedad según ubicación y sector.

M. Tamayo

29 abr 2021 - 04:56

El hotelero y la logística: el ‘real estate’ más vulnerable al cambio climático

 

La crisis climática alcanza al real estate. Ante el aumento exponencial de las temperaturas y el crecimiento de las condiciones climáticas extremas, el inmobiliario ha empezado a observar otros indicadores más allá de la rentabilidad, la ocupación o las rentas para asegurar sus inversiones. “Las medidas clásicas son muy relevantes, pero no son suficientes para tener en cuenta las amenazas físicas y regulatorias que entrarán en juego con el cambio climático”, asegura el informe Environmental Risk and Real Estate de DWS.

 

Con el cambio climático se prevé que el aumento de las temperaturas y el nivel del mar, así como la escasez de agua, terremotos, inundaciones, huracanes y tifones se conviertan en habituales. El mayor riesgo ambiental directo para la construcción de edificios es la escasez de agua, aunque no es la mayor amenaza. Serán más perjudiciales las inundaciones a causa del aumento del nivel del mar o las lluvias torrenciales, ya que pueden dañar la infraestructura y provocar daños severos.

 

Con este nuevo escenario, los segmentos que más reformas tendrán que realizar para adaptarse son el hotelero y el logístico. Algunos destinos dejarán de ser atractivos, mientras que la cadena de suministro se muestra vulnerable ante cambios en el terreno o escasez de agua.

 

 

 

 

“Estudios de Estados Unidos ya han mostrado una reducción en el beneficio de algunos hoteles debido a las altas temperaturas”, apunta DWS. La compañía apunta que el segmento hotelero deberá realizar inversiones intensivas para adaptarse a los efectos del cambio climático.

 

Para el sector industrial el impacto no será homogéneo, aquellos inmuebles que funcionen como almacén de productos imperecederos serán más resistentes que fábricas u otro tipo de almacenes. “Un activo industrial que se dedique a producir vaqueros, por ejemplo, depende mucho más del suministro de agua que un almacén”, agregan desde la compañía. Estos activos también generarán costes extras por el aumento de la energía requerida para mantener la temperatura.

 

“Los seguros han sido la herramienta más usada para mitigar el riesgo en las inversiones, pero si los episodios de inundaciones aumentan en frecuencia y severidad, algunos activos se convertirán en inasegurables, causando permanentes pérdidas de valor”, señalan desde la compañía. Además, este tipo de pólizas no tienen en cuenta la pérdida de valor que puede tener el edificio en el mercado a largo plazo.

 

 

 

 

En Europa, el impacto del cambio climático será desigual para los países. Partes de los Países Bajos, Reino Unido, Irlanda, el norte de Alemania y Polonia serán las más afectadas por los cambios, mientras que las ciudades en España notarán menos el impacto, pero no todoas, Barcelona, por ejemplo, se encuentra entre las de más riesgo. En el sur de Europa afectará de forma más pronunciada el aumento de las temperaturas y la falta de agua, mientras que en el norte serán más dañinas las inundaciones, siendo las ciudades costeras o de baja altitud las más vulnerables.

 

Por ello, las zonas más vulnerables del continente serán el norte, el sur y las islas, aunque para los países más meridionales los efectos provocados por el cambio climático no suponen una gran amenaza para el inmobiliario. 

 

Desde la Unión Europea, y las distintas administraciones nacionales, regionales y locales se están llevando a cabo reformas para mitigar los efectos. “Entender estos planes es el próximo paso clave para evaluar los riesgos y resistencia del sector”, agrega DWS.