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El reto de la eficiencia energética: el peso del ‘real estate’ en la huella ecológica global

Desde una arquitectura bioclimática hasta la adopción de tecnologías sostenibles, la discusión sobre el consumo de energía en el real estate favorece tanto a las cuentas como a una relación más directa con el medio ambiente.  

El reto de la eficiencia energética: el peso del ‘real estate’ en la huella ecológica global
El reto de la eficiencia energética: el peso del ‘real estate’ en la huella ecológica global
El sector de la edificación es responsable del 30,1% del consumo de energía final y del 25,1% de las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Albert Berrocal

20 feb 2024 - 05:00

¿Qué significa sostenibilidad en el sector inmobiliario? ¿Cómo se aplican los principios sostenibles a los diferentes segmentos? ¿Cómo impacta la sostenibilidad en el sector inmobiliario en los diferentes aspectos del ESG? En esta serie, patrocinada por la tasadora y consultora Gesvalt, EjePrime analiza cómo el sector inmobiliario en España se está adaptando a los nuevos criterios de sostenibilidad que exige la sociedad e impulsa la Unión Europea.

 

 

La sostenibilidad en el 'real estate'

Consulta todos los artículos de la serie.

 

 

El sector inmobiliario juega un papel crucial en la transición hacia una economía más sostenible y con bajas emisiones de gases contaminantes. La adopción de prácticas y tecnologías sostenibles no sólo beneficia al medio ambiente, sino que  también puede conducir a ahorros financieros a largo plazo  para los propietarios y los ocupantes de los edificios.

 

En un mundo donde la conciencia ambiental y la sostenibilidad se han convertido en un imperativo,  el sector inmobiliario emerge como un actor clave en la búsqueda de soluciones energéticas responsables . Desde la construcción hasta la demolición, cada fase de la vida de un edificio influye directamente en la huella ecológica global: el sector de la edificación es responsable del 30,1% del consumo de energía final y del 25,1% de las emisiones de CO2 a la atmósfera, según datos de Green Building Council España publicados en el primer trimestre de 2022.

 

En marzo de 2023, el Parlamento Europeo definió un compromiso para reducir internamente, hasta 2030, las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% con respecto a los niveles de 1990. La misma institución aseguraba que el  75% de los Los edificios de la Unión Europea seguían siendo eficientes desde el punto de vista energético . En España, más del 80% de los edificios y viviendas recibían la peor calificación energética, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae).

 

 

El consumo de energía en el sector inmobiliario abarca un gran número de factores. Siguiendo el orden tradicional, el diseño es el primer punto a tener en cuenta: la manera en que se construyen los edificios tiene un impacto significativo respecto a su eficiencia energética a lo largo de su vida útil. Por ejemplo, siguiendo con las conclusiones del Idae,  el 40% del consumo de energía en el sector residencial es imputable a la demanda correspondiente a la calefacción  y refrigeración de edificios.

 

En esta dirección, la adopción de prácticas de construcción sostenible previas al proyecto, como el  uso de materiales eficientes energéticamente o sistemas de climatización aptos  que refuercen esta cuestión, pueden marcar las pautas para reducir el consumo de energía durante todo el proceso de construcción posterior.

 

David Vilaró, director de  asesoramiento  de Gesvalt, añade que “ una buena arquitectura bioclimática permite minimizar la demanda energética , así como la práctica de un buen diseño pasivo del edificio en cuestión”. En concreto, el directivo pone como ejemplos “la correcta orientación de la vivienda, la optimización de su forma o el cuidado de su envolvente”.

 

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La optimización energética de la primera etapa también está relacionada con la adopción de sistemas sostenibles. La  implementación de tecnologías de energía renovable se erige como otro de los asuntos clave para solucionar esta problemática : en España, si los productos petrolíferos representaban el 34,2% del consumo energético en el año 2000, en 2018 el porcentaje había bajado hasta el 18 ,8%, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

 

Para subrayar esta tendencia, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Prtr), el Gobierno de España lanzó un programa de ayudas (vigente hasta el 31 de diciembre de 2023) ligado al autoconsumo y almacenamiento con fuentes de energía renovable en el sector residencial para fomentar la diversificación energética. En total, destinó a cada programa un presupuesto inicial de 660 millones de euros, que podría ampliarse hasta 1.320 millones de euros en caso de ser necesario.

 

Algunas de las medidas que impulsan estos programas dentro del sector residencial incluyen  actuaciones fotovoltaicas y eólicas orientadas al autoconsumo . De hecho, el 4,5% de los hogares en España contaba con placas fotovoltaicas y una de cada tres viviendas se encontraba en proceso de instalar el autoconsumo en 2022, según el III Observatorio Español del Autoconsumo Fotovoltaico. Estos datos se multiplicaron por cuatro los porcentajes de 2019.  

 

Otra de las soluciones proyectadas consiste en  contabilizar el consumo individual en instalaciones térmicas de los edificios con calefacción central , una opción que el Ministerio de Transición Ecológica propuso públicamente en 2018 y que no se permitió en el Consejo hasta dos años más tarde. Según constaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE), “los sistemas de contabilización de consumo deberán disponer de un servicio de lectura remota que permita la liquidación individual de los costes de climatización en base a dichos consumos”.  

 

 

A medio camino de las energías renovables, el gas natural es una pieza fundamental dentro de la ecuación que plantea la problemática del sector, erigiéndose como una  alternativa más limpia y eficiente que combustibles fósiles como el petróleo o el carbón . Su generación se basa en la reutilización de residuos, aguas de alcantarillado o desechos agrícolas.

 

Por ejemplo, en España, ocho de cada diez viviendas tenían en 2021 algún sistema de calefacción, según la Encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en febrero de 2023. Entre todas ellas, en el  40,3% de las viviendas el gas natural era el primer combustible utilizado para calentar los espacios , mientras que el 34,1% presentaba un sistema de electricidad, ligeramente más complejo en cuanto a mecánica y mantenimiento de sus estructuras.

 

España no es un país productor de gas natural y se abastece de este recurso mediante mercados exteriores. El volumen del negocio se ha ido incrementando a medida que pasaban los años; De hecho,  el país se convirtió en el principal reexportador de gas natural para Europa en 2022 , según informó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (Cnmv) en mayo del año pasado.

 

 

Para valorar el grado de sostenibilidad de cada proyecto y la evolución que encarna el sector a medida que pasan los años, el papel de las certificaciones es fundamental. Estos estándares, que calculan el consumo necesario para satisfacer la demanda energética del edificio en condiciones normales de funcionamiento y ocupación, se clasifican mediante letras y colores: la vivienda más ineficiente en cuestión energética viene acompañada de una 'G' de color rojo; por el lado contrario,  la mejor posicionada en esta escala está representada mediante la etiqueta de una 'A' de color verde oscuro .

 

Entre otras cuestiones, la información permite conocer las características del edificio en material de aislamiento térmico, iluminación o calidad del aire interior. Algunas compañías facilitan la transición hacia modelos más eficientes mediante el aprovechamiento de la información que entregan estas certificaciones.

 

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David Sierra, director de proyectos y sostenibilidad de Metrovacesa, asegura que desde la empresa “ponemos a disposición del cliente una herramienta que compara, a través de unos datos paramétricos que tienen en cuenta desde el tamaño de la vivienda a la ubicación que ocupa, cuál sería el posible ahorro que resultaría si se aplicaran todos los cambios para conseguir la máxima certificación ”, según resume el directivo.

 

En 2023, en España se aprobó un real decreto que establecía “la obligación de poner a disposición de los compradores o usuarios de los edificios un certificado de eficiencia energética que  incluirá información objetiva sobre la eficiencia energética de un edificio y valores de referencia tales como requisitos. mínimos de eficiencia ”. De esta manera, los compradores e inquilinos conocen, en los contratos de venta y arrendamiento, la rentabilidad energética del activo que adquieren.

 

 

Sin embargo, por muchas medidas que adoptan empresas y gobiernos, el papel de los usuarios es fundamental. En esta línea, uno de los factores que preocupan en materia de sostenibilidad es el  greenwashing , una estrategia de márketing que presenta productos y servicios como respetuosos con el medioambiente cuando en realidad no lo son . De hecho, en julio de 2023 la Unión Europea aseguró que un 53% de las declaraciones que estudiaba presentaban una “falta de ambigüedad, precisión o verificabilidad”.

 

En el mismo documento, bajo el nombre  Propuesta de una Directiva de Reivindicaciones Verdes , la organización internacional consideró imprescindible  empoderar a los consumidores para asegurar una transición verde : con la falta de transparencia y credibilidad de las etiquetas ambientales, el uso y consumo de los productos. se ve corrompido por un mensaje erróneo que se aleja del objetivo que persigue la industria; es decir, la efectividad de todos los recursos que están en su mano para reducir la huella de carbono en el  inmobiliario .