Mercado

España desafía al ‘efecto Japón’: más población y 30 millones de trabajadores activos hasta 2050

El mercado que se dibuja en España de aquí a tres décadas es el de un país con casi sesenta millones de habitantes, de los cuales un 32% tendrá una edad de 65 años o más, mientras que las personas con quince años o menos representarán el 17% de la ciudadanía.

Lorenzo Molina

8 oct 2018 - 04:55

España desafía al ‘efecto Japón’: más población y 30 millones de trabajadores activos hasta 2050

 

 

Menos, más viejos y más dependientes. Este es el escenario a la japonesa que las principales agencias estadísticas dibujaban para la población española. Las predicciones apuntaban a un descenso progresivo de la población, con tres millones menos de personas en edad laboral y una caída en picado de la natalidad.

 

Hasta ahora. Un nuevo informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) apunta que España todavía está a tiempo de darle la vuelta a los datos y escapar al destino de Japón, la nación más envejecida del mundo.

 

Según la entidad, la llegada de inmigrantes permitirá compensar la caída de la natalidad. El estudio apunta, además, a que la población activa se mantendrá como hasta ahora, en torno a treinta millones de personas, lo que supone un balón de oxígeno para la economía, ya que los dependientes seguirán creciendo.

 

 

 

 

El organismo prevé que la población residente en España crezca entre cuatro y trece millones hasta 2050, superando las proyecciones de entes como el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Eurostat. Los pronósticos de Airef desafían el efecto Japón para España gracias a dos factores: un mayor crecimiento de la población extranjera en el país y políticas que conduzcan a aumentar la fecundidad. Esto se traduciría en mantener un volumen de población en edad de trabajar similar al actual, en torno a treinta millones de personas.

 

 

Inmigración, la tabla de salvación

En la primera década del nuevo milenio, el crecimiento de la economía española y las fuertes tasas de creación de empleo actuaron como impulsor de la llegada de inmigrantes extranjeros, principalmente procedentes de Latinoamérica, el norte de África y la Europa del Este.

 

Las altas tasas de fecundidad de los países de origen de los nuevos habitantes del país ayudaron a mitigar la caída de la natalidad que España arrastraba desde la década de los noventa. Sin embargo, con la llegada de la crisis, el crecimiento de la población extranjera en el país se frenó y, en 2011, comenzó a registrar un saldo negativo. A 1 de enero de 2018, España contaba con 4,72 millones de ciudadanos de origen extranjero y encadenó su sexto año en descenso, según datos del INE. Desde 2011, el país había perdido 1,18 millones de residentes extranjeros.

 

 

 

 

Para los próximos años, la Airef vaticina un fuerte impulso de la población extranjera en España. En concreto, el organismo prevé que el país cuente en 2030 con 5,56 millones de residentes extranjeros, un 22% más que en 2017. En 2050, el incremento será del 82% respecto al año pasado, hasta 8,3 millones de personas de origen extranjero.

 

Aunque no da previsiones sobre la población extranjera a años vista, el INE sí prevé saldos migratorios positivos para los próximos años y con una tendencia al alza. Si en 2020 se estima que lleguen 32.100 nuevos extranjeros al país, el dato prácticamente se duplicará en veinte años. En 2050, el INE vaticina que residan España 80.449 inmigrantes más.

 

La llegada de inmigrantes no sólo daría nuevos impulsos al mercado de trabajo, gracias a los potenciales nuevos cotizantes para las arcas públicas, sino también a la natalidad.

 

 

 

 

Fecundidad, rumbo a los dos hijos por mujer

Otro de los factores que tendrá un impacto decisivo en la radiografía del comprador español de mediados de siglo serán las tasas de fecundidad. España está desde hace años lejos de los umbrales de reemplazo generacional, que se sitúa en 2,1 hijos por mujer, derivando en un cada vez más abultado número de habitantes en la parte alta de la pirámide.

 

Eurostat prevé que esta brecha entre la tasa de fecundidad española y la que registran algunos países del norte de Europa, donde sí se alcanza el umbral de reemplazo, se vaya estrechando. En 2050, las mujeres españolas tendrán 1,8 hijos de media, frente a los 1,5 hijos de 2020.

 

El INE distingue la tasa de fecundidad prevista entre las mujeres de nacionalidad española y las extranjeras. En 2050, el organismo estima que las primeras tendrán 1,3 hijos de media, frente a los 1,28 hijos actuales. En el caso de las mujeres de nacionalidad extranjera, la tasa de fecundidad pasará en el mismo periodo de 1,66 hijos a 1,9 hijos, ayudando en mayor medida a paliar el envejecimiento poblacional.

 

 

 

 

¿Quién sustentará la economía?

En la actualidad, España cuenta con unos treinta millones de habitantes en edad de trabajar (entre los 16 años y los 64 años), lo cual representa el 65% de la población total. Airef prevé que, apoyado en el crecimiento de la población extranjera y la implementación de políticas para mejorar la tasa de fecundidad, el país mantendrá estable el peso de la población en edad de trabajar.

 

El INE, en cambio, vaticina una fuerte reducción de este segmento poblacional de cara a las próximas décadas. En 2050, el organismo estima que habrá 22,9 millones de personas en edad de trabajar en el país, lo cual supondrá un 52% de la ciudadanía. La evolución vaticinada para España está en línea con la del conjunto de la Unión Europea (UE).

 

Mientras que en 2016 la región contaba con 333 millones de personas en edad de trabajar (el 65,3% del total), Eurostat estima que el número caerá hasta 288,4 millones de personas en 2080. La presión sobre la clase trabajadora se incrementará y, previsiblemente, se requiera incrementar la recaudación mediante impuestos para poder sustentar a ese segmento de población dependiente cada vez más abultado. En seis décadas, Europa tendrá menos de dos personas en edad de trabajar por cada individuo de edad avanzada.

 

 

La población, baile de cifras

España cuenta hoy con alrededor de 46,5 millones de habitantes, según los últimos datos disponibles. Sin embargo, no hay consenso sobre cómo evolucionará la población del país en las próximas décadas. El INE aboga por una paulatina reducción: en 2030, el organismo anticipa una caída del 1,1% en el número de habitantes, hasta 45,94 millones de personas.

 

Diez años más tarde, en 2040, España contaría con 45,32 millones de ciudadanos, un 2,4% menos respecto al dato actual. El retroceso será aún más acusado en 2050, cuando el país sume 44,27 millones de habitantes, un 4,7% menos que en 2017.