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Socimi: un globo sonda para ‘pinchar’ la supuesta burbuja

Las sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria inician el curso a la expectativa de ver qué sucede con el cambio en la fiscalidad planteado por Podemos. ¿Cuáles son las posibles consecuencias de que dejen de beneficiarse del tipo cero?  
Socimi: un globo sonda para ‘pinchar’ la supuesta burbuja
Socimi: un globo sonda para ‘pinchar’ la supuesta burbuja

Berta Seijo

1 oct 2018 - 04:54

Socimi: un globo sonda para ‘pinchar’ la supuesta burbuja

 

 

Podemos ha encendido la mecha. El partido liderado por Pablo Iglesias pide elevar el Impuesto de Sociedades hasta el 20% para la banca, las empresas de hidrocarburos y, especialmente, para las socimi, a las que considera unas “privilegiadas” en materia fiscal porque tributan a tipo cero. En paralelo, las socimi sacan las garras y amenazan con la creación de un lobby para defenderse.

 

El principal socio del Gobierno pondrá la propuesta sobre la mesa en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. El Ejecutivo de Pedro Sánchez tendrá entonces que decidir si endurece o no el régimen fiscal de las socimi, una medida que ha sembrado la polémica y la incertidumbre en el real estate español.

 

Actualmente, en España 61 socimi han saltado ya al parqué. La figura de estas sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria se creó en 2009, bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque con poco éxito. La ley no incluía ni la posibilidad de cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) ni la tributación nula. Fue en 2013 cuando estas modificaciones se aplicaron y el interés inversor empezó a materializarse.

 

 

 

 

Las socimi no cotizan por el impuesto de sociedades, pero, a cambio, tienen que cumplir una serie de requisitos. Entre ellos, cotizar en bolsa, destinar sus activos al arrendamiento y repartir al menos el 80% del dividendo anual. En relación a este último aspecto, Salvador Ruiz Gallud, ex director general de la Agencia Tributaria, añade que “son los socios, y no el vehículo, quien tiene la obligación inmediata de tributar cada año”.

 

En este sentido, para Ruiz Gallud la propuesta de Podemos “es un planteamiento que sólo se entiende o porque se ha preparado desde el desconocimiento o porque políticamente interese hablar de que al sector inmobiliario hay que castigarlo de una manera ciega”.

 

 

Las socimi, ¿culpables de la burbuja del alquiler?

Pese a que expertos y empresas como Merlin han mostrado su claro desacuerdo con la reforma anunciada, el partido de Iglesias ha ido más allá en las últimas semanas, afirmando que las socimi son también las culpables del encarecimiento del mercado del alquiler en España. 

 

 

 

 

En conjunto, estas empresas suman casi 14.800 millones de euros en inmuebles, entre los que se cuentan viviendas, oficinas, naves industriales y hasta locales comerciales. En concreto, las unidades residenciales en manos de socimi representan sólo entre el 2% y el 4% del total, según afirman expertos del sector. Los contrarios a que se modifique el régimen fiscal de estos vehículos de inversión se basan en este tímido porcentaje para apoyar su tesis.

 

Asimismo, fuentes consultadas por EjePrime van más allá y afirman que “las socimi garantizan que haya movilidad en el mercado inmobiliario y, como consecuencia, los precios de los alquileres vayan a la baja”. Asimismo, otro de los argumentos en contra de la acusación lanzada por Podemos es que el sistema de las socimi es, de por sí, antiespeculativo, pues se ven obligadas a mantener las viviendas tres años en cartera como mínimo.

 

 

¿Un globo sonda con efectos inmediatos?

Cambiar el régimen fiscal de las socimi traería consigo una serie de consecuencias. Entre ellas, según afirma el ex director de la Agencia Tributaria, “la huida de capital extranjero”.

 

“En tiempos de globalización, si no competimos en igualdad de condiciones con otras economías donde también se puede hacer inversión inmobiliaria, nadie va a invertir en España”, apunta Ruiz Gallud.

 

 

 

 

La mayoría de economías avanzadas en el mundo cuentan con un tipo de sociedades similares a las socimi. Este régimen se introdujo en Estados Unidos en los años sesenta, bajo el nombre de Real Estate Investment Trust (REIT) y a partir de entonces se extendió a otros territorios como Francia, Bélgica, Holanda o Austria. Se prevé que Portugal sea el siguiente país en apuntarse a esta moda para poder competir con España.

 

En esta línea, según señala un alto directivo de una socimi española, “la fuga de capital extranjero afectaría sobre todo a empresas como Merlin, Lar o Colonial; un cambio en la tributación sería un desastre para ellas, pues el 50% de sus inversores son internacionales”.

 

 

La actividad patrimonialista, lejos de abrirse al ciudadano

“En España, las socimi se crearon para que el ciudadano medio pudiera entrar en un negocio que tradicionalmente sólo han podido desarrollar los ricos, los patrimonialistas”, explica Salvador Ruiz Gallud. Aun así, fuentes del sector defienden que este objetivo no se ha cumplido y afirman que este, y no la tributación, es el verdadero problema de las socimi.

 

 

 

 

Los políticos no están poniendo el foco donde toca: existe una lista muy larga de socimi, como Blackstone o Testa, que son el mismo patrimonio familiar de siempre y que han emigrado a este régimen sin la intención de incorporar inversores nuevos”, explica un alto directivo de una empresa española cotizada. Fuentes del sector atribuyen la responsabilidad de que esto suceda a organismos reguladores como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv) o al MAB, más que a los legisladores fiscales.

 

 

La unión hace la fuerza

Hasta ahora, pese a que la preocupación se ha hecho patente entre las socimi, el sector no cree que el PSOE sea capaz de asumir la propuesta de Podemos. Así lo materializó el presidente de Merlin, Ismael Clemente, días atrás, cuando afirmó que “el Gobierno no maneja nada en ese sentido” y que “sólo se trata de un eslogan político”. Las cotizadas, pero, ya se han preparado para asociarse de forma inminente y defender de manera conjunta su actividad y contribución a la economía española, según ha podido saber EjePrime.