Tecnología BIM: cómo influye en la normativa de los proyectos arquitectónicos
El equipo de Savills Arquitectura desgrana las claves de una metodología llamada a transformar los procesos de construcción.
25 jul 2025 - 12:08
Building Information Modeling (BIM) es una metodología de trabajo colaborativa que permite desarrollar los proyectos de construcción usando modelos 3D que contienen información útil sobre cada parte del edificio o infraestructura.
Diseñar, construir o incluso gestionar el mantenimiento de un activo es más eficiente con esta metodología al usar uno o varios modelos vinculados entre ellos para evitar errores y ahorrar tiempo y costes tanto en fases de diseño como de obra y operación. Todo esto no sólo mejora la eficiencia en el diseño y ejecución de proyectos, sino que también está redefiniendo la forma en que se cumplen las normativas de edificación, medioambientales y urbanísticas.
En España, donde además de los grandes promotores, cada vez más administraciones públicas exigen el uso de esta metodología en sus pliegos, BIM se está convirtiendo en un requisito para acceder a licitaciones y en una herramienta clave para el conjunto del sector.
Eficiencia y sostenibilidad
Uno de los beneficios más tangibles de BIM es su capacidad para agilizar la tramitación de licencias urbanísticas. Al presentar modelos digitales detallados y coordinados se reduce la ambigüedad en la documentación técnica, lo que facilita la revisión por parte de los técnicos municipales.
“La claridad y precisión que ofrece un modelo BIM facilita enormemente la validación por parte de las administraciones. Se minimizan los errores y se acortan los plazos de revisión”, explican los arquitectos de Savills, quienes ya han aplicado esta metodología en proyectos de distinta escala.

La dimensión ambiental es otro de los grandes aportes de BIM. Gracias a lo que se conoce como Green BIM, es posible evaluar el impacto ambiental del proyecto desde las fases iniciales, optimizando el uso de materiales, reduciendo residuos y mejorando la eficiencia energética.
Este enfoque integral facilita ajustar el proyecto a la regulación relativa a la Taxonomía de la UE y a la obtención de certificaciones como Leed, Breeam o Well y responde a las exigencias crecientes de los clientes y las administraciones en materia de sostenibilidad. De hecho, “la sostenibilidad ya no es una fase posterior, sino un criterio de diseño desde el inicio: la posibilidad de analizar el comportamiento energético del futuro edificio y los consumos, ayuda a prever el impacto y a elegir soluciones constructivas más eficientes para reducir la huella ambiental de cada proyecto”, destacan desde Savills.
Normativa, enfoques y desafíos
La influencia normativa de BIM se articula principalmente a través de la norma ISO 19650, que regula la gestión de la información en proyectos de construcción. Esta norma, basada en estándares británicos, establece procedimientos claros para trabajar con datos a lo largo del ciclo de vida del activo, desde el diseño hasta la operación.
Esta norma está configurada en diferentes etapas, algunas todavía en desarrollo o muy recientes, pero enfocadas a diferentes fases de un proyecto. “El marco de la ISO 19650 permite trabajar con mayor coherencia y trazabilidad, de forma que todos los agentes implicados comparten un lenguaje común que facilita el cumplimiento de los requisitos técnicos y legales en todas las fases de cualquier proyecto constructivo”, explica Pablo Vázquez, BIM Manager de la división de arquitectura de Savills España.

BIM no solo ayuda a cumplir con la normativa, sino que permite anticiparse y estar preparado ante posibles cambios para reaccionar de forma muy ágil. Su capacidad para integrar la información técnica, legal, energética y ambiental en un único modelo convierte a esta metodología en una aliada estratégica para arquitectos, ingenieros, promotores y administraciones durante todo el ciclo de vida del edificio.
“El verdadero valor de BIM está en cómo nos permite conectar todos los aspectos del proyecto: diseño, normativa, construcción, sostenibilidad y operación, para ayudar a tomar decisiones informadas, ofrecer soluciones mejor coordinadas y con menos errores, tiempos y costes”, explican desde el equipo de arquitectura de Savills.
La implantación de BIM supone un cambio profundo en la forma de trabajar en arquitectura y construcción. Aunque sus beneficios son evidentes, su adopción aún enfrenta barreras importantes. Desde el equipo de arquitectura de Savills destacan que “la transición a BIM ha implicado romper con hábitos arraigados, invertir en formación y tecnología, y coordinar equipos de forma más estructurada”.
La resistencia al cambio, la falta de formación especializada y los costes iniciales continúan siendo obstáculos en el sector, especialmente para pequeñas empresas. Aun así, la tendencia es clara: BIM se consolida como un estándar en el sector, impulsado por la aplicación de la tecnología y la digitalización a todas las esferas y la necesidad de proyectos más eficientes, sostenibles y bien gestionados.