Mercado

La vivienda, tercera prioridad para los alcaldes europeos a las puertas de las elecciones

La asociación Eurocites ha publicado un año más su encuesta realizada a más de mil alcaldes del Viejo Continente, en la que demandan al nuevo Ejecutivo comunitario la incorporación de perspectiva urbana en sus políticas.

La vivienda, tercera prioridad para los alcaldes europeos a las puertas de las elecciones
La vivienda, tercera prioridad para los alcaldes europeos a las puertas de las elecciones

M. Tamayo

24 may 2024 - 05:00

Peticiones en año de elecciones. Cien alcaldes europeos han vuelto a contestar a la encuesta anual de Eurocities en la que exponen sus preocupaciones, prioridades y demandas. Esta vez, a las puertas de las elecciones europeas que se celebrarán el 9 de junio. La crisis de vivienda asequible se ha extendido por Europa y ocupa la tercera posición entre las prioridades de los ediles, según ha podido saber en exclusiva Politico.

 

Así la vivienda pierde fuelle entre las prioridades de los alcaldes, que el año pasado la situaban en la segunda por detrás del clima. Sin embargo, mantiene su puesto entre las primeras preocupaciones de los consistorios: en 2022, la vivienda era la décima prioridad de las alcaldías europeas, por detrás de la crisis energética, la inflación, Ucrania o, incluso, la pandemia del Covid-19.

 

Para el análisis, se han encuestado alcaldes de cien ciudades, entre los que se encuentran siete localidades españolas. Entre todas ellas, más de la mitad respondieron que tienen dificultades para dotar de vivienda asequible a los más vulnerables y hasta un 79% de ellos asegura que necesita realizar compromisos para conseguir ofrecer a la ciudadanía vivienda asequible y de calidad y mejorar su parque de vivienda.

 

De tener carta blanca con los fondos europeos, la vivienda sería la tercera prioridad para los distintos consistorios europeos en los que invertirlo, por detrás de la movilidad urbana y el cambio climático y la transición energética.

Ante la pregunta de si la ciudad contaba con suficientes herramientas para hacer frente a la crisis de vivienda, un 56% se mostraba de acuerdo, pero hasta un 54% aseguraba no poder hacerse cargo de la situación. Los que se muestran más dispuestos a hacer frente a la crisis son los países nórdicos, que aseguran contar con las reglas necesarias.

 

 

La mayoría de las ciudades consideran que su gobierno estatal no realiza suficientes esfuerzos en materia de vivienda, con un 53%, frente al 31% que aseguran que sí y un 13% que no tiene una “fuerte opinión” al respecto.

 

Un 54% de los alcaldes han optado por colocar la vivienda como una de las principales prioridades que debe abordar la próxima Comisión Europea, sólo superada por la movilidad urbana sostenible, con un 55%. A pesar de que la Unión Europea (UE) no tiene competencias directas en vivienda, los alcaldes demandan a Bruselas la actualización de las normas estales que “socava las acciones de las ciudades”, dando más poder a las propias ciudades para gestionar las ayudas y moldear las políticas.

 

Además, también demandan que la Comisión dé prioridad a las cuestiones de vivienda en los paquetes de financiación de la UE, “a la vez que se prepara una respuesta conjunta a la crisis actual en todo el continente”, añade. Otra de las peticiones que realizan al Ejecutivo europeo es que potencie las inversiones en vivienda asequible y levante “barreras restrictivas”. Además, Bruselas demanda la incorporación de políticas con perspectiva urbana en las políticas europeas.

 

El comité Europeo de Regiones publicó el pasado abril la crisis de vivienda que está viviendo Europa, “exacerbada por las tendencias demográficas y de urbanización”. En un dictamen dirigido por la eurodiputada Andres Jaadla (EE/Renew), miembro del Ayuntamiento de Rakvere (Estonia), que se aprobó en el Pleno del Comité de las Regiones Europeo (CDR) el 17 de abril, las regiones y ciudades piden una Agenda de la Vivienda de la UE en la que se inste a mejorar la coordinación de las políticas y el apoyo financiero a las iniciativas de vivienda social, además de centrarse en la arquitectura sostenible. 

 

La organización apuntaba que, en las regiones y ciudades europeas, más del 10% de los hogares gastan más del 40% de sus ingresos en vivienda, con un aumento de los alquileres en la UE del 16% y de los precios de la vivienda del 37% en la última década.

 

A pesar de que la UE no cuenta con competencias para regular la vivienda, aprobó el pasado marzo un reglamento sobre el alquiler de alojamientos de corta duración. El Consejo dio el visto bueno a la medida para dotar de más transparencia al sector del residencial vacacional, dotándole de un mayor control.

 

La recogida y el intercambio de datos permitirán establecer políticas locales eficaces y proporcionadas con que abordar los retos y oportunidades asociados al sector del alquiler de corta duración”, aseguró la ministra de turismo de la región belga de Valonia, Valérie De Bue.

 

Desde el parlamento, donde la medida pasó con apoyo mayoritario, añadían que “las ciudades están viendo cómo proliferan los alquileres vacaciones ilegales, lo que incrementa los precios residenciales”, añadía la portavoz eurodiputada neerlandesa Kim Van Sparrentak.