Los costes de la construcción se moderan y restan incertidumbre a los promotores

Los precios de los materiales de la construcción dejan de subir, pero apenas retroceden. Desde el pico de la primavera del año pasado, los precios han frenado su alza, aunque aún acumulan una aumento interanual del 12,1%, según el último índice del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que está elaborado con datos del pasado febrero. En todo caso, lejos de los incrementos interanuales de por encima del 20% que se registraron el año pasado.

“Está claro que los precios de los materiales no suben, pero no han bajado y lo más acertado es decir que se han estabilizado”, sostiene Josep Ramon Fontana, responsable del departamento de Mercados del Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (Itec).

Según el índice anual que elabora el Mitma, los precios alcanzaron su máximo en mayo de 2022 al marcar los 131,5 puntos. Desde entonces iniciaron un ligero descenso hasta los 126,6 puntos de diciembre para repuntar ligeramente hasta los 128,4 puntos marcados en febrero.

A pesar de ello, el sector considera que ya es un gran paso, porque el fin de los fuertes incrementos y la estabilización de los precios, aunque sea a niveles altos, permite eliminar incertidumbres y ajustar de forma adecuada los costes de los proyectos. “Ahora los costes son claros y están controlados, de manera que hay una cierta garantía de que no se van a disparar y complicar la viabilidad de los proyectos, algo fundamental en una actividad como la inmobiliaria con obras que se alargan cerca de dos años”, añade Fontana.

Repasando la evolución de los principales materiales encontramos alguno de fundamental, como el cemento, que aún mantienen una tendencia inflacionista fuerte y que marcó un precio récord en febrero, según el índice del Mitma, acumulando una variación interanual del 17%. También los áridos se sitúan actualmente sus precios en máximos históricos, con un alza interanual del 12%, mientras que en el caso del yeso, prefabricados y cerámica permanecen más estabilizados.

“Nosotros el año pasado tuvimos que congelar algún proyecto porque los precios de los materiales de la construcción variaban cada quince días, lo que dificultaba presupuestarlo”, explica Vicente Morata, directivo de la promotora logística valenciana Nederval, que asegura que ahora este escenario ya no se da. “El coste del material se ha estabilizado, pero no ha bajado y, más o menos, calculo que el proceso constructivo se ha incrementado un 30% desde la época prepandémica”, añade Morata.

Desde una de las grandes promotoras españolas se admite que hay una moderación de la variación de los costes. “Los riesgos de los contratos se han visto moderados por esa normalización en la inflación de los materiales, pero la mano de obra se está encareciendo”, señalan. Según los últimos datos del Mitma, la mano de obra ha aumentado un 3,6% en los últimos doce meses, aunque el repunte en los primeros dos meses del año alcanza el 6%.

Ingeniería de valor para minimizar el impacto y ajuste de márgenes, soluciones del sector para absorber la inflación constructora

Un análisis de CaixaBank Research elaborado a finales del pasado año establecía un escenario base de moderación de los precios a lo largo de este año, que podrían incluso comenzar a descender a partir de abril. Según estas previsiones, de media los costes de la construcción residencial serán un 3% inferiores a los registrados en 2022, aunque en diciembre de 2023 aún serán un 15% superiores a enero de 2019.

“Con la ayuda de la ingeniería de valor algunos costes pudieron reordenarse y, ahora, el sector ha podido gestionar este aumento y no se está notando tanto como se temía”, señala José Luis Miró, consejero delegado de Almar. “Los aumentos de los precios de las viviendas no han cubierto el alza de los materiales; 2022 ha sido un año de ajustes de márgenes”, asegura un profesional de la promoción residencial.