Los seis factores clave para conseguir un entorno de trabajo eficiente y sostenible
9 jul 2024
En el entorno empresarial actual, la decisión de cambiar de oficina o sede corporativa implica considerar múltiples factores que han ido cobrando una gran relevancia en los últimos años. Por ello, es esencial que las empresas evalúen estos elementos con precisión para tomar una decisión correcta.
En primer lugar, los factores comerciales clásicos, como es el euro por metro cuadrado de alquiler o las carencias que pueda tener el espacio, es decir, los factores económicos, siguen siendo criterios cruciales. Evaluar detenidamente estos elementos ayudará a las empresas a mantener su rentabilidad.
Los condicionantes técnicos también son determinantes. La morfología del edificio y la productividad del espacio influyen significativamente en su aprovechamiento. La cantidad de pilares y la forma del edificio, ya sea rectangular o circular, pueden hacer que la variación de superficie necesaria para cumplir con las mismas necesidades varíe hasta un 50% o 60%, lo cual impacta enormemente en los costes inmobiliarios de una empresa.
Los factores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) son cada vez más importantes y van más allá de la sostenibilidad. Incluyen aspectos sociales, de gestión del activo, obsolescencia técnica y normativa regulatoria, como la taxonomía de la Unión Europea. Además, deben estar alineados con la estrategia a largo plazo de la empresa, puesto que un pequeño desajuste entre la estrategia de sostenibilidad de la empresa y sus edificios puede ser percibido negativamente por los empleados y afectar la retención de talento.
La experiencia del cliente es otro aspecto crucial. Es importante considerar tanto al cliente externo (colaboradores, proveedores, socios, clientes, etc.) como al cliente interno (empleados, compañeros de otras sedes y países). El diseño, los servicios y las comodidades del edificio deben contribuir a una experiencia positiva para todas estas personas.
La estrategia de Workplace (estrategia de forma de trabajar) ha cobrado relevancia en los últimos años, especialmente tras la pandemia, que ha acelerado la adopción de modelos de trabajo híbridos y flexibles. Hoy en día, un edificio debe ser capaz de adaptarse a estas nuevas formas de trabajo, con espacios flexibles y capacidades de adaptación que antes no se consideraban tan esenciales, pero que ahora son fundamentales.
Y, por último, el Facility Management, que abarca los gastos operativos como limpieza, impuestos y mantenimiento, debe ser cuidadosamente evaluado. Estos costes pueden ser asumidos por la propia empresa o imputados a través del contrato de alquiler como gastos generales dependiendo de varios elementos.
Considerar estos factores permitirá a las empresas tomar una decisión informada y alineada con sus necesidades y estrategias, garantizando así un entorno de trabajo eficiente y sostenible.
Oscar Fernández
Oscar es Ingeniero Civil y MBA por el Instituto de empresa. Sus más de 20 años de experiencia profesional los ha desarrollado en empresas constructoras de primer nivel y promotoras y consultoras inmobiliarias internacionales. Es Socio de Cushman & Wakefield en España, donde lidera el área de Generación de Negocio de PDS (Desarrollo de proyectos) para el país.
Artículos de otros autores
Inversión inmobiliaria en Logística, ¿dónde estamos?
Nuevo decreto inmobiliario en Catalunya
Un compromiso esencial para el futuro inmobiliario
Barcelona y trabajo en remoto, un match ideal
Gran grupo profesional
Mipim 2024: Luz al final del túnel
Colapso en la vivienda
Desafíos del sector inmobiliario comercial: calidad, sostenibilidad y tecnología
Logística 2024: transición, retos y oportunidades
ESG en el sector inmobiliario: progreso socioeconómico y rentabilidad
La era del ‘real estate fintech’
Barcelona, colapsada por la falta de camas
WeCrashed
La visita
¿‘Coliving’ corporativo, el nuevo nirvana inmobiliario?
Psicología y sociología vs analistas y expertos
Regulación ‘ibuprofeno’
La ya inaplazable industrialización de la construcción en España
El futuro de la construcción será industrializado, o no será
¿Es el agua el nuevo oro?