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El Covid-19 no puede con Bilbao: Gran Vía, “la mejor evolución de España” y sin ‘vacancy’

El principal eje comercial bilbaíno registró en septiembre un 6,4% más de transeúntes que en febrero y el único cambio ha sido que los locales no se alquilan antes de ser abandonados.

Marc Vidal Ordeig

6 nov 2020 - 04:56

El Covid-19 no puede con Bilbao: Gran Vía, “la mejor evolución de España” y sin ‘vacancy’


 

El consumo local como palanca de resiliencia. Consumo más metropolitano y menos turismo internacional. Esta ha sido la receta que ya tenía el comercio bilbaíno para convertirse en el más resiliente de entre las grandes ciudades españolas.

 

Del mismo modo que las calles y ciudades que más vivían del turismo son las más afectadas por la pandemia del coronavirus, Bilbao y su Gran Vía han aprovechado que la gran mayoría de los transeúntes era de la propia ciudad o de su área directa de influencia para salvar la crisis sin una gran afectación en su tejido comercial, tal y como ha pasado en otras urbes.

 

Gran Vía es, de hecho, “la calle con mejor evolución de España”, según el director de Cbre en Bilbao, Juanjo López. Tanto es así que en septiembre el principal eje comercial de la ciudad superó el tráfico que había tenido en febrero en un 6,4%, según datos de la propia consultora. Respecto a agosto, el número de transeúntes que pasaron la céntrica vía fue un 88% superior.

 

 

 

 

La recuperación viene de largo. En julio, Gran Vía aprovecho las limitaciones a la movilidad para superar en un 10% el tráfico del mismo mes del año pasado. En agosto, sin embargo, la escasez del turismo provocó un descenso interanual del 19%.

 

El buen comportamiento de la potencial clientela ha permitido a Gran Vía ser uno de los pocos ejes comerciales en España en el que “la disponibilidad de locales no ha aumentado”, según explica el director nacional de Ascana, Javier Pastor.

 

López coincide con esta afirmación y explica que actualmente “puede haber tres locales comerciales vacíos”, aunque subraya que “no ha sido por la crisis”, ya que quedaron disponibles justo antes del estallido de la pandemia.

 

 

 

 

El directivo apunta que la única consecuencia que ha notado el mercado de locales es que “antes del Covid-19, el tiempo de espera era negativo”, es decir, los locales se alquilaban al nuevo operador incluso antes de que el anterior lo abandonara, “y ahora hay un poco de wait and see”.

 

Asimismo, hasta el momento las rentas de los activos comerciales no se han visto afectadas por la crisis provocada por la pandemia, aunque López apunta que los propietarios miran “más el plan de negocio que la marca, que pesa menos”. Por esto, “el espectro de potenciales inquilinos es mucho mayor”, añade.

 

Por su parte, las calles secundarias de la ciudad vasca sí que han recibido un mayor impacto de la crisis. La voluntad de las marcas de centrarse en los espacios más prime ha provocado un cierre de negocios a la espera de poder entrar en Gran Vía. Además, Pastor apunta que “la reordenación de las tiendas de Inditex ha provocado un periodo valle en algunas vías”.

 

 

Un acelerador de tendencia

Tal y como ocurre en la mayoría de ciudades, el coronavirus ha aumentado la velocidad de los cambios que ya se estaban entreviendo justo antes de la pandemia, especialmente en el tipo de operadores que estrenan ubicación en Gran Vía.

 

En este sentido, la moda ha dejado de monopolizar los locales con mejores ubicaciones de la céntrica vía, que han pasado a estar ocupados por complementos. La alimentación, el sector más resiliente durante la crisis, también ha empezado a entrar en Gran Vía, aunque de momento no en las zonas más prime de la calle.