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Gonzalo Bernardos: “No hay ni se espera una nueva burbuja inmobiliaria”

El economista asegura que el ciclo inmobiliario continuará alcista hasta 2021 y que no habrá una recesión como la de 2008 a 2014 porque “hay un cambio de modelo económico en España: ahora ahorramos y los bancos están excesivamente prudentes de momento”.

Jabier Izquierdo

28 jun 2018 - 04:57

Gonzalo Bernardos: “No hay ni se espera una nueva burbuja inmobiliaria”

 

 

“En España ni hay ni se espera una nueva burbuja inmobiliaria”. Así de contundente se mostró uno de los primeros expertos que predijo la última recesión, Gonzalo Bernardos, quien alega que el país ha cambiado de modelo económico, con un mayor número de exportaciones y de inversión en bienes de equipo. “Ahora ahorramos y vivimos por debajo de nuestras posibilidades –destaca–; además, tenemos un mercado sano y los bancos están excesivamente prudentes de momento”, apuntó ayer en la presentación del Informe Inmobiliario 2018 que ha elaborado la consultora Forcadell en colaboración con la Universitat de Barcelona (UB).

 

El economista catalán, director del máster inmobiliario de la UB, estuvo acompañado en la comparecencia ante los medios de Iván Vaqué, consejero delegado de Forcadell, y Antonio López, director del área inmobiliaria de la consultora barcelonesa. Uno de los aspectos más relevantes en los que incidió Bernardos y que también se recoge en el informe es que “no volverá la etapa 2008-2014”.

 

De hecho, el titular que le otorgó el profesor al informe anima a la confianza en el real estate: “Bienvenidos a la bonanza inmobiliaria… a todo el país”. El apunte final es relevante, puesto que, en un ciclo que “durará al menos hasta 2021”, el economista destaca que las bonanzas de las dos grandes capitales, Barcelona y Madrid, y del litoral mediterráneo se traslada a todo el territorio nacional.

 

 

 

 

En 2018, Forcadell y la UB prevén unas subidas de precio en la vivienda del 11%, con un incremento en el número de ventas del 23%. Asimismo, la firma de hipotecas aumentará un 26%. En este sentido, ni siquiera las esperadas subidas de tipos de interés serían un problema grave para el inmobiliario español. “Hacen mal pero no traerán la crisis”, afirma el economista.

 

Sin embargo, para Bernardos, el termómetro del ciclo lo marcarán Madrid y Barcelona. Allí, además de en Palma (una ciudad con gran inflación en este nuevo ciclo), espera que se registre “un estancamiento ya en 2020 tras tocar techo el año que viene” y recordó que “en 2006 ya vimos que empezó la bajada de precios en Barcelona” como efecto previo a la gran crisis posterior. A partir de 2021, la vivienda podría caer ligeramente si los tipos de interés suben considerablemente y el Euribor a un año supera el 3,5%, destaca el informe de la consultora.

 

 

 

 

La vuelta de los bancos al crédito al 100%
En 2017, el 41% de los compradores de vivienda lo hicieron en efectivo (sin préstamos bancarios) y los precios en las grandes ciudades siguen un 32% por debajo del último boom. La conjunción de ambos datos ha generado un “mercado sano”, según Bernardos. El profesor dio, asimismo, un dato revelador sobre la financiación en el residencial español: en el último año se adquirieron 222.271 viviendas más que hipotecas se concedieron. En 2007, las segundas superaron a las primeras en 402.019 unidades.

 

Por otra parte, el economista afirma que, “aunque ahora están prudentes”, los bancos volverán al crédito al 100%. “En los próximos años se van a crear casi dos millones más de trabajos y, por tanto, más créditos”, defiende el profesor, que recuerda que “incrementar el número de hipotecas es normalizar el mercado”.

 

El aumento de los créditos inmobiliarios derivará de un “gran transvase de jóvenes que pasarán del alquiler a la venta”. Una vuelta a la propiedad de vivienda que, sin embargo, será expansiva en las grandes ciudades. “No se comprará en Madrid o Barcelona –adelanta Bernardos–, lo que vemos es que la periferia es donde se realizarán un buen número de las compraventas”.

 

Al respecto, el economista aseguró que, en cuestión de rentabilidades, “hoy es mucho más interesante invertir en Tarragona, Lleida o Vilafranca del Penedés que en Barcelona”. “Lograr buenas plusvalías en Barcelona ciudad es imposible”.