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Paloma García (Lexington): “Es muy probable que esta crisis provoque una concentración de empresas”

La responsable de desarrollo de negocio de la compañía explica que “la necesidad de descentralizar y de dividir equipos” hará que la demanda de espacios flex aumente tras la crisis sanitaria.

M. V. O.

21 may 2020 - 04:57

Paloma García (Lexington): “Es muy probable que esta crisis provoque una concentración de empresas”

 

 

 

La responsable de desarrollo de negocio de la empresa de espacios de trabajo flexible Lexington, Paloma García, explica que “algunas empresas del sector buscarán acuerdos y unirán fuerzas” para poder superar la crisis provocada por el coronavirus, mientras que “otras aprovecharán el momento para nuevas adquisiciones”.

 

Pregunta: ¿Qué cambios provocará el coronavirus en los espacios de trabajo?

Respuesta: Al igual que en su momento ocurrió tras el 11-S en materia de protocolos de seguridad, el Covid-19 va a acarrear alteraciones en el ámbito laboral.  En primer lugar, y a muy corto plazo, el cambio viene dado por la distancia de seguridad requerida ante el temor al contagio entre los empleados. Esto hará que muchas empresas opten por una incorporación progresiva de sus empleados para que puedan trabajar por turnos y mantener la distancia de seguridad requerida. En cuanto a las grandes compañías que han concentrado hasta ahora a todos sus empleados en una misma sede, se planteará la necesidad de dividir a los equipos, aislando en algunos casos a departamentos esenciales y permitiendo su reubicación. Ante este reto, los espacios flexibles proporcionan una solución. En segundo lugar, existirá una mayor preocupación por parte de los responsables inmobiliarios ante la necesidad de nuevos planes de contingencia y la implantación de medidas para que el impacto de una crisis como la que estamos viviendo sea el menor posible tanto para sus empleados como para la cuenta de resultados de la empresa. En tercer lugar, el inminente temor a una recesión económica provocará reticencias ante los compromisos a largo plazo, por lo que creemos que el mercado cada vez optará más por un espacio flexible que pueda contratar por meses y a través del cual pueda controlar los costes. En cuanto al día a día del espacio de trabajo, la rutina de limpieza tanto de las oficinas como de las zonas comunes va a adquirir una importancia fundamental, al igual que la implantación o el refuerzo de tecnología contact less. Será necesaria la entrada escalonada de los empleados en horario flexible, manteniendo la distancia de seguridad en ascensores y utilizando las escaleras siempre que sea posible. En todo momento está siendo y va a ser imprescindible el establecimiento de un protocolo y la comunicación continua con los usuarios de los espacios.

 

P.: ¿Esta crisis acabará con las grandes praderas de mesas de trabajo?

R.: Las grandes praderas van a tener que adaptarse al escenario actual. A corto plazo en muchas empresas no se prevé que vayan a ocuparse todos los puestos. Precisamente por la incorporación progresiva de los empleados, algunas empresas van a optar por el sistema blended working con la incorporación de parte de sus equipos, que dejarán espacios libres que permitan mantener la distancia de seguridad entre ellos, y que se turnarán trabajando en la oficina y teletrabajando. Como alternativa, también se plantea instalar mamparas para separar los diferentes puestos de trabajo. De aquí a unos meses, la tendencia a dividir los equipos en distintos espacios para evitar contagios masivos será más que notable. Esta tendencia es consecuencia del coronavirus, y debería durar hasta que exista una vacuna, y, por tanto, se pueda acudir al trabajo con la tranquilidad de que no se van a producir más contagios.

 

 

 

 

P.: ¿Los espacios de trabajo flexible deberán replantear las zonas comunes?

R.: Sin duda. En las zonas comunes se tiene que colocar señalética recordando mantener la distancia de seguridad, evitar la concentración de personas y seguir las medidas de higiene recomendadas por las autoridades. Las zonas comunes van a permitir un 50% menos de aforo. Deberá eliminarse todo tipo de documentación en papel, prensa, dípticos, etc. En las zonas de cafetería, cocina y lavabos ya se están adoptando medidas especiales como prescindir de los utensilios de uso común sustituyéndolos por cubertería desechable, evitando la manipulación directa de los usuarios mediante el uso de guantes y limitando el aforo. También recomendamos a los trabajadores que coman en su sitio de trabajo. La limpieza por su parte deberá reforzarse especialmente en estas zonas.

 

P.: ¿Cómo pueden ayudar los espacios a recuperar la confianza en el networking?

R.: Transmitiendo de manera eficiente que se está haciendo todo lo posible para garantizar un regreso seguro al trabajo: desde el propio acceso al edificio hasta el puesto de trabajo concreto. Estas acciones van a atenuar ese miedo al contagio y devolverán la confianza que necesitamos para volver a nuestra rutina laboral. Se pueden mantener también reuniones con un aforo que permita respetar la distancia de seguridad y siguiendo un estricto protocolo de higiene. Por otro lado, durante estas semanas hemos comprobado cómo la tecnología también nos permite hacer networking virtual, a través de webinars, reuniones virtuales, etc.

 

P.: Con el aumento del teletrabajo, ¿es posible que la demanda de espacios flex llegue a ciudades secundarias?

R.: El aumento del teletrabajo está por determinar. Lo que hemos vivido estas semanas, más que teletrabajo, ha sido un intento, en la mayoría de los casos improvisado, de adaptación a la situación actual, una solución de emergencia y ha permitido demostrar que muchos son los inconvenientes que conlleva el trabajo desde casa. Mucho antes de esta situación, la demanda de espacios flex venía siendo cada vez mayor tanto en las principales ciudades como en ciudades secundarias, por lo que este periodo de teletrabajo no va a hacer más que acelerar e impulsar el crecimiento de esa demanda.

 

 

 

 

P.: La tendencia muestra que los nuevos centros de trabajo flexible reducen su tamaño. ¿El coronavirus provocará que se abran más centros, pero más pequeños?

R.: El impacto de la pandemia va a generar más demanda de este tipo de entornos en los que encontrar soluciones y condiciones contractuales adaptadas a las necesidades especiales de las empresas. Al igual que las grandes corporaciones van a tender a la división de equipos, el trabajo en remoto y el outsourcing, algunos operadores del sector flex puede que decidan llevar a cabo su expansión a través de espacios más reducidos precisamente para atender a equipos más pequeños, pero también para diversificar su riesgo, por ejemplo, ante una nueva localización aún por consolidar.

 

P.: ¿Esta crisis puede provocar una concentración de empresas del sector?

R.: Sí, es muy probable que así sea. Las empresas que se dedican exclusivamente al coworking tendrán que restructurar su modelo hacia entornos más privados, ya que su concepto de negocio en origen está orientado a una comunidad en la que los usuarios comparten principalmente espacios comunes, que es lo que ahora se quiere evitar, por lo que podrían sufrir mucho las consecuencias negativas de la situación actual. Fruto de esta crisis, algunas empresas buscarán acuerdos y unirán fuerzas para poder superarla, otras aprovecharán el momento para nuevas adquisiciones, y eso tendrá como consecuencia menos operadores y más grandes. La experiencia, la resiliencia, la capacidad de reinventarse y un modelo de negocio estable son factores clave para sobrevivir. Las empresas del sector que cumplan con estas condiciones serán las que tendrán más probabilidades de permanecer y seguir creciendo, aunque sea de manera más comedida.

 

P.: El sector nació y creció en un entorno de crisis económica. ¿Cómo le afectará la recesión que prevén los expertos?

R.: Al margen del sector, las empresas con modelos de negocio estables y consolidados no se vieron afectadas por la anterior crisis y es probable que no sufran ésta de manera excesiva. Algunas incluso saldrán reforzadas. En el sector oficinas, el temor a una recesión económica va a hacer que muchas empresas eviten compromisos a largo plazo y ante lo que está por llegar, opten por la flexibilidad y la posibilidad de controlar los costes a través de la contratación de un espacio flex. Con esto, y añadiendo la necesidad de descentralizar y de dividir equipos, todo indica a pensar que la demanda en el sector se verá reforzada. La recuperación del sector, por tanto, prevemos que será en forma de V, con unas expectativas esperanzadoras de cara a la nueva normalidad.