South Shore Invest pone en venta las oficinas de Apple en Barcelona

Desinversión en oficinas en Barcelona. El family office alemán South Shore Invest ha puesto en venta su edificio de oficinas en el número 72 de la calle Bruc, en pleno Eixample de Barcelona. El edificio, de 4.000 metros cuadrados divididos en seis plantas, cuenta con un precontrato de alquiler con la multinacional tecnológica Apple.

South Shore Invest ha procedido en el último año a la rehabilitación integral del inmueble y a encontrar un inquilino de calidad que lo ocupe. Ahora con un contrato firmado y con el edificio a punto de concluir su reforma y, por tanto, de pasar a ser ocupado, el grupo busca un comprador que quiera hacerse con un activo de primera línea en el centro de Barcelona.

El grupo alemán había puesto el edificio en alquiler a un precio de salida de 24 euros por metro cuadrado al mes, aunque previsiblemente el coste final del arrendamiento se ha situado por debajo de esta cifra, bonificaciones aparte. La operación de venta está gestionada por la consultora Cushman&Wakefield y, según fuentes del mercado, el activo podría tener un valor mínimo de dieciséis millones de euros.

La contratación en el mercado de oficinas de Barcelona se está recuperando con fuerza, aunque aún se encuentra lejos de los niveles preCovid. Así, en los nueve primeros meses del año, se han cerrado operaciones de alquiler de oficinas en la capital catalana por 228.300 metros cuadrados, casi un 80% más que los niveles de 2020.

Fuentes del sector valoran el activo en un mínimo de dieciséis millones de euros

Las previsiones para los últimos tres meses del año también son buenas para Barcelona y, aunque no se llegará a los 327.561 metros cuadrados contratados en 2019, sí que se notará un gran repunte respecto al 2020. “La tecnología está tirando mucho y en el distrito 22@ se están cerrando grandes y numerosos alquileres que están dinamizando el mercado de oficinas de Barcelona”, señala un profesional del sector.

En cuanto al mercado de inversión, la capital catalana está siendo foco de interés de los grandes fondos internacionales y, según las estimaciones, al cierre del año podrían superarse los 1.800 millones de euros en la adquisición de activos de oficinas.