Opinión

Hacia un retail más profesionalizado

Hacia un retail más profesionalizado

Sergi Mirapeix

25 nov 2022

Hacia un retail más profesionalizado

 

 

Todos los activos inmobiliarios han experimentado cambios profundos tras la crisis sanitaria derivada de la Covid-19. La gestión de locales de retail high street no ha sido menos. La actividad ha adoptado en los últimos meses nuevas tendencias y formas de operar que suponen otro paso adelante en la profesionalidad en la gestión de este tipo de activos inmobiliarios.


Nuevos diseños de locales enfocados a maximizar la comercialización de los artículos y a contener costes, mayor control de los riesgos derivados de eventos inesperados o la búsqueda de las mejores localizaciones en un entorno comercial como el actual son las últimas tendencias que encontramos en el retail high street.


No obstante, el cambio más trascendental en la actividad ha sido que los operadores ya no ven al gestor del local como un simple propietario que se limita a arrendar un espacio. Ahora le piden mucho más, ya que esperan encontrar en el gestor un partner de confianza que los acompañe y ayude a alcanzar un margen operativo óptimo a medio plazo, entre tres y cinco años, desde la apertura del negocio. Así, la relación entre operador y gestor se ha hecho más estrecha y colaborativa, con más incentivos que antes de la pandemia, y con contratos que van incrementando de valor en función de la actividad del operador.


 

 

 

 

Pero la cosa no queda ahí. Los diseños de los nuevos locales parten de la premisa que no se puede perder ni un metro cuadrado de superficie de venta. Todo, absolutamente todo, debe estar enfocado a optimizar la comercialización de los productos y artículos que allí se exponen: fuera altillos, que restan visibilidad o altura libre a las plantas bajas, mientras las superficies bajo rasante han perdido atractivo. Cada metro cuadrado que no pueda ser destinado a la venta se penaliza más que antes de la pandemia, tanto desde el punto de vista del alquiler como de la inversión.


Los retailers no han perdido el tiempo en estos dos años en que la actividad ha estado más o menos impactada por los confinamientos y las limitaciones a la movilidad. Los que no estaban satisfechos con su localización, pero necesitan una ubicación prime, han apostado por aprovechar el repunte de la vacancy para ocupar nuevos locales, dejando libre unos espacios que han sido alquilados por nuevos operadores, que han traído aire fresco a la oferta de retail de los principales ejes comerciales de las ciudades. Muchos de aquellos que, por el contrario, estaban cómodos con el inmueble alquilado han aprovechado la menor afluencia de compradores o la paralización de la actividad para actualizar y reformar sus locales.

 

Los operadores han aprendido la lección y se están protegiendo en mayor medida ante crisis como la experimentada por la pandemia de la Covid-19. Los nuevos contratos o renovaciones de los existentes incorporan cláusulas que abren la puerta a su renegociación o posible rescisión anticipada en caso de cierres forzosos de larga duración, así como a reducciones de rentas proporcionales a la limitación de aforos, siempre y cuando no estén acompañados de ayudas públicas o incentivos fiscales por parte de las administraciones.

 

 Los miedos que aparecieron con el estallido de la pandemia y el auge del comercio electrónico se han disipado. El retail high street se mantiene envidiablemente saludable y nadie duda de que es una actividad de gran futuro, porque el engagement que consigue con el consumidor es imbatible a través de otros canales. Ahora bien, han aparecido nuevas tendencias que todos debemos ir adoptando, operadores de locales y gestores, para que esta buena salud se mantenga en el tiempo y sigamos avanzando en la profesionalización de la actividad.

Sergi Mirapeix

Sergi Mirapeix

Nacido en Barcelona en 1971, Sergi Mirapeix es licenciado en Derecho por la Universitat de Barcelona y cuenta con un máster de Derecho tributario y un postgrado en Fiscalidad internacional, ambos en Esade. 

 

De 1998 a 2002, trabajó como abogado especialista en fiscalidad en Kpmg y en Criteria Caixa. Inició luego su trayectoria profesional en el sector inmobiliario en Savills Aguirre Newman, siguió en GE Capital Real Estate y finalmente pasó a ocupar el cargo de director general en Tander inversiones socimi.