Adam Neumann busca su regreso triunfal a WeWork
El fundador de la empresa neoyorkina de espacios de trabajo flexibles ha vuelto a acaparar titulares ante sus maniobras para recuperar el control de la compañía, dos meses cuatro meses más tarde de declararse en quiebra.
12 feb 2024 - 05:00
Steve Jobs con Apple, Howard Schultz con Starbucks o Mike Ullman con J.C. Penney. Los regresos triunfales en el mundo empresarial están reservados a unos pocos y Adam Neumann, en otros años gran reclamo de focos, cámaras y capital, quiere hacerse un hueco en la lista. El fundador de WeWork ha vuelto a los titulares tras conocerse su intención de recuperar el control de la empresa de espacios de trabajo flexible, ahora declarada en quiebra, una opción que desde la propia empresa niegan estar valorando.
Después de que se publicara la carta de los abogados de Neumann hacia la compañía, WeWork no tardó en enviar su propio comunicado. “WeWork es una empresa extraordinaria”, empezaba el comunicado. “Como tal, recibimos expresiones de interés de partes externas de forma regular”, seguía el comunicado, quitándole hierro a la petición de Neumann. La compañía subrayó que seguía con su hoja de ruta sin hacer caso a cantos de sirena que prometen barra libre de capital: rebajar los gastos de alquiler, reestructurar el negocio y eliminar 4.200 millones de dólares de deuda.
Las bajas expectativas ante los intentos de Neumann son un sentimiento generalizado entre los acreedores de la compañía de coworking. El Financial Times ha recogido que pocos de ellos creen que la táctica de Neumann para recuperar el control, llevar a los medios una oferta desoída por la empresa, surta efecto.
Neumann sedujo al capital con WeWork y, a pesar de su salida de la empresa, ha vuelve a repetir la estrategia
Neumann consiguió elevar WeWork como una de las empresas más valoradas del sector (llegó a valer 48.000 millones de dólares), pero también inició la caída en picado que les hizo declararse el pasado noviembre en Chapter 11, el equivalente al concurso de acreedores. El principio del fin del liderazgo del fundador en WeWork se produjo en 2019 con el primer intento de salida a bolsa, cuando se destapó una deuda de 1.900 millones de euros con poco efectivo restante.
Tras su salida de WeWork, el emprendedor neoyorkino no abandonó ni el real estate ni su afán emprendedor y, obviando al extendido dicho de que las segundas partes nunca fueran buenas, fundó otra empresa. En 2022, hizo pública su nueva compañía: Flow. Si con WeWork el objetivo era transformar los espacios de trabajo, con este nuevo intento prometió transformar el alquiler residencial. Además, la ha servido para vehicular el intento de compra de WeWork.
Neumann fundó Flow en 2022 tras conseguir 350 millones de euros de financiación del fondo de capital riesgo de Silicon Valley A16z. Se trataba de la mayor inversión de la compañía por el momento, y disparó el valor de la empresa de Neumann (aún sin actividad) a mil millones de dólares.
Más de un año después de la publicación del comunicado (en la que se tildaba al directivo de “líder visionario”) la empresa ha avanzado que se dedicará a la gestión, será una agencia de intermediación, de servicios financieros y un mecanismo para compartir valor con los inquilinos. Por ahora, Flow gestiona seis edificios de vivienda flexible en Estados Unidos, en un inicio modesto frente a las altas expectativas que ha vuelto a marcar Neumann para la compañía.