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Nuevo ‘round’ para la antigua Telefónica: el dueño de Estel presenta a Colau otro proyecto

La propiedad ha presentado una nueva petición de licencia de obras para reanudar la construcción de un complejo residencial en el inmueble, ubicado en el distrito del Eixample y parado desde hace años.

Roger Arnau

13 mar 2019 - 05:00

Nuevo ‘round’ para la antigua Telefónica: el dueño de Estel presenta a Colau otro proyecto

 

 

Nueva oportunidad para el Edificio Estel de Barcelona, la antigua sede de Telefónica. Fiscalter Inversiones 2013, propietaria del inmueble, ya ha presentado una nueva petición de licencia de obras al Ayuntamiento de Barcelona para poder desarrollar un complejo residencial prime. En estos momentos, el expediente está en trámite y, si los técnicos del consistorio le dan el visto bueno, las obras de edificación del inmueble podrían, al fin, reanudarse.

 

La construcción del edificio, ubicado en el distrito del Eixample, en la confluencia entre Avenida de Roma y las calles Mallorca, Viladomat y Calabria de la capital catalana, está paralizada por parte del Ayuntamiento desde mayo de 2018.

 

El consistorio, tras una inspección, consideró que la propiedad estaba realizando tareas que incumplían la licencia concedida a la promoción. El activo, que cuenta con 73.000 metros cuadrados edificables, concretamente tiene licencia para construir 421 pisos, 575 plazas de párking y una galería comercial.

 

 

 

 

Si finalmente consigue el nuevo permiso de obras, esta sería la segunda vez que la compañía, administrada por los empresarios de origen indio Dinesh Gidwani y Jairam Mangharam Gidwani, intenta desarrollar su proyecto residencial en el Edificio Estel.

 

El activo cuenta con un largo historial de contratiempos durante los últimos doce años. El edificio Estel, construido en 1975, fue durante años la sede de Telefónica, que, en 2007, decidió venderlo por 219 millones de euros al fondo estadounidense Carlyle. La intención del fondo de capital riesgo era levantar, a través de su vehículo Cerep Investment, un complejo residencial de lujo.

 

Con la llegada de la crisis financiera e inmobiliaria, el proyecto de Carlyle nunca vio la luz. El vehículo del fondo de capital riesgo abandonó el proyecto y el inmueble, vacío desde 2011, fue tapiado y vigilado para impedir los repetidos robos cobre y la degradación del interior del inmueble.

 

 

 

 

De hecho, a partir de 2013, el edificio pasó a ser controlado por la administración concursal de la sociedad titular del mismo, que finalmente aprobó su venta al grupo inversor Platinum Estates por sólo 56,4 millones de euros, el 24% del precio que Carlyle había pagado a Telefónica seis años antes.  

 

La idea de Platinum, grupo inversor liderado por el magnate del textil de origen indio Harry Mohinani, era promover un hotel de lujo de la cadena Hyatt y 195 viviendas prime. Un proyecto, iniciado en 2015, que también naufragó al chocar con la moratoria hotelera aprobada por el gobierno de Ada Colau.

 

Tras varios años de parálisis, finalmente, a principios de 2018 Platinum vendió el edificio a la empresa de Dinesh Gidwani que tuvo que parar la construcción del nuevo inmueble a instancias del ayuntamiento. Ahora, tras casi un año de paralización, la propiedad vuelve a intentarlo y busca una tercera oportunidad para el Edificio Estel.