Barcelona traza una guía para mitigar los efectos del cambio climático en obras públicas

Impulso hacia ciudades más verdes. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha presentado el protocolo de sostenibilidad y obras públicas que recoge en 19 criterios las medidas para paliar el cambio climático. La guía fija indicaciones durante todo el proceso de desarrollo y se centra en los efectos locales como la falta de agua o el incremento en las temperaturas.

La organización espera conseguir el objetivo a partir de la limitación de la demanda y el consumo energético, la reducción de las emisiones de CO2 o el fomento de las energías renovables. Además de buscar una adaptación que tenga en cuenta la demanda hídrica y la biodiversidad vegetal y animal. Otros objetivos son el impulso de la economía circular o mejorar la salud de los ciudadanos fomentando los espacios verdes, reduciendo el efecto isla de calor y promoviendo la movilidad sostenible.

El director de Servicios de Espacio Público de la AMB, Albert Gassull, ha expuesto que el protocolo es “una herramienta transversal con una visión integral que permite evaluar el impacto ambiental de las decisiones que se toman en todo el proceso de concepción y ejecución de cualquier actuación arquitectónica o de ingeniería; por eso el protocolo ya es imprescindible antes de empezar a proyectar, ya que hay decisiones vitales que son previas al diseño, y ya no la tenemos que abandonar en ningún momento”.

El protocolo del AMB es finalista en los premios New European Bauhaus 2024 impulsados por la Comisión Europea

El protocolo de sostenibilidad ha llegado a la final de los premios New European Bauhaus 2024. Se trata de una iniciativa creada por la Comisión Europea de la presidenta Ursula von der Leyen para el reconocimiento al potencial de proyectos para promover la sostenibilidad y la inclusión por la lucha contra el cambio climático.

Uno de los ejemplos del protocolo es el edificio de La Ciba, un centro de recursos para mujeres ubicado en Santa Coloma de Gramenet. Para su rehabilitación se reutilizaron o conservaron materiales y elementos constructivos, se redujo el consumo energético generado por fuentes no renovales y se instaló una pérgola fotovoltaica para generar energía, entre otras medidas.

Otro ejemplo es el paseo de la Salzereda en la misma localidad. En su diseño, se tuvieron en cuenta aspectos como una red pedaleable metropolitana o el aumento del efecto albedo, es decir, la capacidad de la superficie de reflectar la radiación solar y no absorber tanta energía calorífica. Además de reutilizar elementos constructivos, minimizar el consumo energético o preservar la biodiversidad del río Besós, entre otros aspectos.