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La inmobiliaria tipo española: una constructora SL, nacida al calor de la recuperación y sin empleados

El 53,3% de las empresas del real estate nacional se constituyeron después de 2014, un 36,8% se dedican a la construcción de edificios, ya sea en promoción u obra, el 47,4% operan bajo el régimen de sociedad limitada y el 63,6% no tiene trabajadores.

Abel Pujol

19 dic 2022 - 04:56

La inmobiliaria tipo española; una constructora SL, nacida al calor de la recuperación y sin empleados

 

 

Radiografía de la empresa inmobiliaria española. Una constructora sin asalariados, que opera bajo el régimen de sociedad de responsabilidad limitada y no tiene más de siete años. Esta es la sociedad tipo del real estate nacional, según datos del Directorio Central de Empresas (Dirce) publicado el pasado viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que comprende el número de empresas españolas por sector de actividad a 1 de enero de 2022.

 

El 53,3% de las empresas del real estate nacional se constituyeron después de 2014, un 36,8% se dedican a la construcción de edificios, ya sea en promoción u obra, el 47,4% de las mismas operan bajo el régimen de sociedad de responsabilidad limitada y el 63,6% no tiene ningún asalariado.

 

Un sector de recién nacidos y viejos rockeros

 

Según Estadística, el 53,3% de las empresas inmobiliarias españolas se constituyeron después de 2014, el año donde se inició la recuperación económica en España, una vez se empezaban a superar los mayores estragos de la Gran Recesión de 2008. De estas, cuatro de cada diez se crearon de 2014 a 2017, mientras que tres de cada diez lo hicieron entre 2017 y 2019. La misma proporción se repite en el periodo 2020-2021, que concentra la mayor ratio de empresas creadas por año, con 53.978 sociedades.

 

Del total de empresas inmobiliarias, existían 145.678 sociedades (el 23,8%), que se crearon antes del crack de 2008. De estas, el 76% se dedican a la construcción, que comprende tanto la promoción inmobiliaria como la construcción de edificios, o a la construcción especializada, que incluye la demolición y preparación de terrenos, instalaciones eléctricas, de fontanería y otras instalaciones en obras de construcción y el acabo de edificios.

 

De las empresas creadas durante 2018 y 2019, un 38,4% se dedican a la construcción de edificios, un 30,9% a las actividades de construcción industrializada y el 30,8% restante son del segmento de actividades inmobiliarias, en el que se incluye la compraventa y el alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia y las actividades inmobiliarias por cuenta de terceros.

 

Construcción y alquiler, las dos actividades fetiche


Los datos del Dirce señalan que las dos actividades mayoritarias entre las empresas en el inmobiliario español son la construcción de edificios y el alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia, que conjuntamente suman 298.351 sociedades, el 48,8% del total. La construcción de edificios encabeza el listado, con 161.344 empresas (26,4%), seguido del alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia (22,4%).

 

En tercera posición se encuentran las empresas de instalaciones eléctricas, de fontanería y otras instalaciones en obras de construcción, que suman 82.041 compañías (13,4%), seguida de las sociedades de acabados de edificios, con 78.538 empresas (12,8%), y la promoción inmobiliaria, donde se incluyen 63.767 sociedades (10,4%).

 

El resto de actividades, entre las que se cuentan las actividades inmobiliarias por cuenta de terceros, la demolición y preparación de terrenos, otras actividades de construcción especializada y la compraventa de bienes inmobiliarios por cuenta propia, suman en conjunto 88.698 sociedades, que representan el 14,5% del total de empresas inmobiliarias.

 

SL y autónomos, los dos grandes regímenes


El 85% de las empresas inmobiliarias españolas son personas físicas u operan bajo el régimen de sociedad de responsabilidad limitada (SL). De hecho, este régimen, que no exige una gran cifra de capital de constitución ni una cantidad mínima de socios, es el favorito del sector, con 290.027 empresas (47,4% del total) incluidas en este tipo de sociedad mercantil.

 

Las empresas inmobiliarias conformadas como sociedades limitadas acostumbran a dedicarse al alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia (25,4% de las SRL) o la construcción de edificios (22,4%). Además, de las 63.767 promotoras existentes en España en 2021 un 82% eran SRL y sólo un 6% eran sociedades anónimas (SA).

 

El régimen de trabajadores autónomos son el segundo mayor grupo del sector, al sumar 229.939 personas físicas empleados en el sector. En este grupo se encuentra la figura mayoritaria de sociedad mercantil en España: el autónomo que se dedica a la construcción de edificios, que representa el 14,3% del total de sociedades del real estate nacional.

 

Bajo el subgrupo de otras formas jurídicas, entre los que se encuentra el régimen socimi, se contaban a 1 de enero de 2022 un total de 55.335 empresas dedicadas al alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia, que copaban el subgrupo con el 75% de las empresas incluidas con el mismo dedicadas a tal fin.

 

Un sector sin cenas de empresa en Navidad

 

El 96,9% de las empresas del real estate español tiene menos de diez trabajadores y el 63,6% de las empresas no cuenta con ningún empleado en plantilla. Es decir, un total de 388.980 compañías no necesitan empleados fijos para llevar a cabo su actividad (autónomos) o subcontratan los trabajos. Del 36,3% restante (222.415 empresas), la gran mayoría tienen uno o dos trabajadores.

 

En concreto, hay 143.949 sociedades (23,5% del total) con máximo un par de empleados. Con una plantilla entre tres y nueve trabajadores se cuentan 59.316 compañías (9,7%), de once a noventa y nueve empleados existen 18.668 empresas (3,1%) y entre 100 y 499 trabajadores, empresas con una dimensión ya importante, hay 479 sociedades.

 

Por último, hay sólo tres empresas que cuentan con más de 5.000 trabajadores en plantilla. Dos de ellas son constructoras y la tercera se dedica a las instalaciones eléctricas, de fontanería y otras instalaciones en obras de construcción y el acabo de edificios.