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Madrid coge carrerilla en la nueva ola de los ‘data centers’: quinta capital europea con más potencia

El mercado madrileño de centros de datos cuenta con 423 megavatios de potencia en el pipeline y se posiciona como una de las ciudades con mayor crecimiento del continente.

Marta Tamayo

16 nov 2020 - 04:47

Madrid coge carrerilla en la nueva ola de los ‘data centers’: quinta capital europea con más potencia

 

 

Madrid toma posiciones en activos alternativos y se convierte en la quinta ciudad europea en data centers. Durante el confinamiento provocado por la primera ola del Covid-19, Netflix tuvo que reducir la calidad de sus imágenes en todo el mundo para ser capaz de seguir dando servicio a todos sus usuarios. Nadie alcanzó a notarlo, pero la operadora de streaming tuvo que ampliar su capacidad agrandando su espacio en los centros de datos.

 

Con el aumento del teletrabajo y los confinamientos, la nube está aumentando todavía más su relevancia, también en el inmobiliario, y el mercado español no se queda fuera. Madrid se ha posicionado como la quinta capital europea en presencia de centros de datos operativos y en construcción.

 

En total, está previsto que se sumen al mercado madrileño nuevos centros con 432 megavatios de consumo energético, según datos de la consultora británica especializada en centros de datos DC Byte. “El aumento del tráfico digital experimentado en estos últimos meses augura una nueva ola de expansión del sector creando nuevos destinos”, apunta Anthony Labadie, director nacional de Data Centers Solutions de Cbre en España.

 

 

 

Actualmente, la capital cuenta con centros con un consumo de 83 megavatios construidos con una ocupación del 84%. “Madrid, junto a Copenhague, es de las ciudades europeas que más rápido está creciendo”, apunta Clara Ramírez, experta en el mercado español de DC Byte.

 

En los centros de datos se encuentran los elementos de red, almacenamiento y sistemas de computación que las empresas y otras organizaciones usan para organizar procesar, almacenar y difundir sus datos. La capacidad de estos espacios se mide en magavatios, ya que es la potencia energética que consumen para funcionar.

 

“Nuevos proyectos, algunos en curso, llegarán al mercado en 2021-2022 respaldados por el creciente interés de los operadores internacionales de tener una presencia en este mercado”, apunta Labadie. El pasado jueves, el mercado de data centers madrileño registró otra operación: la compañía nipona telecomunicaciones Nippon Telegraph Corporation (NTT) anunció la construcción de su primer centro de datos en España. El inmueble tendrá 3.600 metros cuadrados de superficie y contará con un consumo de 6 megavatios. “Madrid es el mayor hub de data center de España y una puerta de Europa al mundo”, apuntaron desde la compañía.

 

 

 

 

Junto a esta nueva promoción se encuentra la nave de Madrid-Alcobendas de Data4, una operadora francesa de centros de datos presente en Francia, Italia y Luxemburgo y que suma 1,2 kilómetros cuadrados bajo gestión y 190 megavatios de consumo. La compañía ha inaugurado el activo este mismo año y se prevé que sume 15 megavatios de potencia. Por su parte, la operadora A Digital Reality Center ocupará 14.500 metros cuadrados de superficie en Madrid para alojar otro data centers que prevé su apertura en 2023 y tendrá una capacidad de 34 megavatios.

 

El crecimiento de Madrid viene después de una larga travesía en el desierto. Hasta 2008, la ciudad absorbió la creación de centros de datos de compañías como Global Switch o Interxion, pero con la crisis económica se detuvieron los desarrollos.

 

A principios de los 2000, fueron compañías como los bancos u otras grandes corporaciones los que iniciaron la construcción de centros de datos, en muchos casos a través de pequeños centros. “Cuando son grandes empresas que necesitan mucha potencia hablamos de centros mayoristas y suelen realizarse build-to-suit”, señalan desde DC Byte.

 

 

 

 

A partir de 2017, con el desarrollo de un centro por parte de la operadora Equinix, la capital volvió a figurar en el mapa mundial de los centros de datos con la construcción de centros para gigantes tecnológicos.

 

Hemos de resaltar que este crecimiento se ve respaldado por ambiciosos proyectos de infraestructura, cables de fibra submarinos, como son el proyecto Marea y 2Afrcia”, reasalta Labadie. A partir de estas instalaciones, España está conectada con Estados Unidos y África, lo que supone añadir facilidades a las conexiones de los centros de datos.

 

Aunque los data centers miran más allá de la capital. Amazón Web Services, filial de hosting y servicio web de Amazon instalará uno de sus centros de datos en Huesca. La compañía anunció el pasado octubre la construcción de uno de sus centros en España, señalando que se encontraría “al noroeste de Madrid”. “Aragón es una buena localización, ya que se encuentra cerca de la frontera francesa y facilita la conexión con Europa”, apunta Ramírez.

 

 

 

 

Además de la localización, la conectividad es uno de los grandes factores para elegir donde ubicar un centro de datos. “Los data centers pueden ubicarse en polígonos industriales si existe un buen mantenimiento y están totalmente digitalizadas”, señala Ramírez. “Las localizaciones tienen que cumplir criterios muy exigentes, así que las rentas suelen ser altas, lo que dispara la rentabilidad”, explica.

 

Más allá del mercado nacional, Londres domina el mercado europeo en capacidad de almacenamiento de datos, seguido de Dublín, donde muchas empresas del sector tecnológico deciden ubicar su sede. El mercado del viejo continente está, no obstante, lejos de alcanzar las cifras del estadounidense: “en Estados Unidos el mercado es mucho más maduro y juegan con una gran ventaja, el espacio”, advierte Ramírez. “Es difícil que Europa se convierta en el centro del mercado de centros de datos; tendría que hacer crecer los espacios en vertical para poder competir”, explica la experta de DC Byte.

 

A cierre del segundo semestre, invertir en los centros de datos en Estados Unidos ofrecía una rentabilidad del 19,2%, por encima de sectores como el logístico, que contaba con un retorno del 2,3%. “No se puede fijar una cifra sobre la rentabilidad en Europa porque se trata de mercados muy específicos y dependen de la localización, pero van a seguir creciendo”, señala Ramírez.