Brookfield se alía con Marriott para traer el operador Moxy al mercado español

Nuevo operador hotelero en Barcelona. El fondo canadiense Brookfield y la cadena estadounidense Marriott han llegado a un acuerdo para que la marca Moxy opere el hotel Expo Barcelona, de cuatro estrellas y 423 habitaciones, según informa Cinco Días. Moxy es una marca orientada a menores de 35 años.

El hotel se encuentra junto a la estación de Sants y muy cerca de los pabellones de Fira de Barcelona de Plaza de España. De hecho, la propuesta de Marriott es cambiar el perfil del cliente, que ahora estaba muy ligado al turismo de negocios por la cercanía de las instalaciones de Fira de Barcelona.

Las obras de remodelación arrancarán en diciembre y se prolongarán hasta febrero de 2024. El hotel estará abierto en todo ese periodo y sólo cerrará tres meses en la parte final de la reforma. Con este proyecto, la estadounidense Marriott trae la marca Moxy al mercado español, una enseña que hasta ahora sólo explotaba en Europa en Grecia, Italia, Portugal y Francia, aunque la mayoría se concentraban en Alemania (28) y Reino Unido (16).

Marriott apuesta con Moxy para cambiar el perfil de cliente del hotel Expo Barcelona, que hasta ahora estaba centrado en turismo de negocios

El hotel Expo Barcelona pasó a formar parte de Brookfield en el verano de 2021 cuando el grupo canadiense adquirió por 440 millones de euros cuatro establecimientos de la cadena Selenta (Sofia y Expo Barcelona, Don Carlos Resort&Spa de Marbella y Mare Nostrum Resort de Tenerife).

La inversión hotelera en España ha alcanzado 2.000 millones de euros de enero a septiembre, la cifra más alta registrada en el periodo desde 2018, aunque las malas perspectivas económicas pueden truncar la buena marcha del sector, según EY. 

La consultora destaca el fuerte incremento del volumen transaccional de activos hoteleros en España durante el primer semestre de 2022, si bien considera que el incremento de los costes de financiación y la mayor incertidumbre internacional pueden tener un impacto negativo sobre el pipeline de desinversiones previstas hasta 2024, estimado en condiciones normales en 3.000 millones de euros adicionales.