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Leyre Octavio (Savills AN): “Rehabilitar es mucho más sostenible que construir”

La responsable de arquitectura de la consultora asegura que aunque los edificios viejos “tienen un tope” en sostenibilidad, su reforma supone una reducción del 30% en las emisiones durante cincuenta años respecto a la construcción.

M. V. O.

12 mar 2020 - 04:54

Leyre Octavio (Savills AN): “Rehabilitar es mucho más sostenible que construir”

Leyre Octavio es la máxima responsable de arquitectura de la consultora Savills Aguirre Newman, donde trabaja desde 2015, tras ser directora de gabinete de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente. Como voz autorizada en sostenibilidad, asegura que rehabilitar inmuebles es mucho más verde que construirlos. Además, ve la construcción industrializada como una de las vías para reducir la contaminación relacionada con el real estate, ya que “utiliza hasta un 65% menos de energía durante el proceso”.

 

Pregunta: ¿Cómo se hace un real estate más verde?

Respuesta: La manera más clara para conseguirlo es a través de los sellos, que son el reflejo de que crees en la sostenibilidad porque son una guía técnica que demuestra el compromiso para conseguirla. Además, como es un tercero el que certifica los inmuebles, son una garantía de que realmente son sostenibles. Hay que tener en cuenta, también, que en el real estate se pueden certificar los inmuebles y también las propias compañías. De este modo las empresas pueden evaluar su trabajo para ser más sostenibles. Es decir, se puede certificar el modelo de compañía, no sólo los activos que tiene en cartera.

 

P.: ¿Sólo está cambiando la gestión de los edificios o también la manera de construir?

R.: Todo. Me parece difícil imaginar un nuevo edificio de oficinas que no contemple la sostenibilidad. No sólo por el código técnico, sino porque las empresas ya lo tienen en su ADN. Aún se hace construcción tradicional que no contempla la sostenibilidad, pero el diseño de los nuevos inmuebles siempre los hace mucho más sostenibles. Por ejemplo, se está extendiendo el uso de materiales como la madera, que siempre se asocia a lo vegetal y está demostrado que los trabajadores son más productivos cuando tienen naturaleza a su alrededor.

 

 

 

 

P.: ¿También hay una parte de gestión activa a la hora de garantizar la sostenibilidad?

R.: Sí. Pongo como ejemplo las nuevas oficinas de Savills Aguirre Newman en Madrid, donde el 60% de los materiales usados son de baja emisividad. Este tipo de acciones genera espacios sostenibles. Por otro lado, también generamos espacios distintos para cada necesidad, un hecho fundamental para conseguir los certificados Well, que miden el bienestar de los trabajadores. En este sentido, también se deben tener en cuenta sistemas como los que generan un aire más limpio dentro de los inmuebles.

 

P.: ¿La construcción industrializada es la solución para conseguir más sostenibilidad?

R.: La construcción offsite tiene, claramente, todos los visos de ir a favor de la sostenibilidad. La industrialización es mucho más verde por muchos motivos. Para empezar, utiliza hasta un 65% menos de energía durante el proceso, también se reducen los residuos de obra y se facilita que se reciclen y se reutilicen los materiales. Por otro lado, al reducir los desplazamientos de materiales y trabajadores, el consumo de dióxido de carbono también es menor y bajan los costes operacionales de los edificios. Esto se debe a que al construirse con una mayor precisión, se consiguen menores infiltraciones, puentes térmicos, etcétera. De este modo, se incrementa el rendimiento térmico del edificio, lo que permite reducir los gastos energéticos del futuro en un 15% o un 20%. De todos modos, y pensando a largo plazo, lo más importante es que el ciclo de vida del edificio sea sostenible. Los edificios son reciclables ya que al ser módulos ensamblados, es fácil desmantelarlos y se consiguen demoliciones sin polvo, escombros y otros contaminantes.

 

P.: La sostenibilidad ya es una condición sine qua non para los inversores de oficinas, pero ¿aún se puede mejorar el consumo energético de estos inmuebles?

R.: Podría mejorar mucho. Depende de si el inmueble es nuevo o viejo. Los edificios viejos tienen un tope en cuanto a sostenibilidad porque cuando haces un inmueble nuevo, tienes un impacto medioambiental muy grande. Siempre hay un límite porque debes tener en cuenta lo que te permite el activo. De todos modos, rehabilitar es mucho más sostenible que construir. La reforma de un inmueble supone un 30% menos de emisiones de dióxido de carbono durante cincuenta años respecto a la obra nueva. Los certificados como Leed o Breeam van muy encaminados a mejorar la sostenibilidad.

 

 

 

 

P.: La edad media del parque de inmuebles en España es elevada. ¿El ahorro energético es el principal atractivo de la rehabilitación de inmuebles?

R.: La rehabilitación es la única fórmula posible. Hay que trabajar para que un edificio sostenible tenga una contrapartida monetaria, que las facturas energéticas posteriores compensen el precio que supone reformar un edificio.

 

P.: Cambiando de sector, ¿esta reducción en las facturas es la manera de que los particulares den el paso de tener viviendas más verdes?

R.: Claro, cuando un edificio se rehabilita, se hace más sostenible y genera estos ahorros en las facturas que al final son la clave para que las personas den el paso. Si, además, la financiación ayuda y el Estado da su apoyo, podemos dar un gran salto adelante, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona, donde los edificios son generalmente antiguos. Desde la crisis, es difícil encontrar edificios terciarios que se rehabiliten que no tengan un sello porque tenerlo permite alquilarlos más rápidos y mejores rentas. La sostenibilidad ya es un must. Hay que tener en cuenta que en 2050 el 70% de la población vivirá en ciudades. Tenemos que continuar adoptando cambios para que el parque inmobiliario sea capaz de reducir el impacto medioambiental de edificios de todos los usos. La rehabilitación, regeneración y la renovación urbana representan la manera inteligente de hacer estos cambios en núcleos urbanos consolidados. De hecho, las certificaciones de sostenibilidad abogan por la rehabilitación e incluyen estrategias para la recuperación de edificios existentes o para la reutilización de sus materiales en sus estándares.

 

P.: ¿Los clientes están dispuestos a pagar más por tener una vivienda verde?

R.: Los promotores no están seguros de que el usuario final pague más. La clave es explicar que un inmueble sostenible no es más caro porque el poco más que se puede pagar en el momento de la compra se ahorra durante la vida del activo. Al final esto es una cuestión de todos y los promotores tienen que apostar por hacer vivienda sostenible. Cada vez más, se está generando un lobby entre las grandes promotoras y al final que la vivienda sea verde será tan normal como tener agua corriente.