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Santiago Carbó (Funcas): “El sector inmobiliario se va a retraer ampliamente y los precios caerán”

El director de estudios financieros de la entidad asegura que “si se hacen las cosas bien, puede haber un cierto efecto rebote” cuando se supere la crisis provocada por el Covid-19.

M. V. O.

18 mar 2020 - 04:57

Santiago Carbó (Funcas): “El sector inmobiliario se va a retraer ampliamente y los precios caerán”


Santiago Carbó es director de estudios financieros de Funcas y Catedrático de Economía y Finanzas en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef) tras más de dos décadas dedicadas a la investigación y la enseñanza de la economía. Asegura que la crisis del coronavirus provocará que el mercado inmobiliario se pare, lo que generará una caída en el precio de los activos. De todos modos, las grandes ciudades seguirán siendo atractivas para los fondos de inversión. 

 

 

Pregunta: ¿En qué situación estamos ahora mismo?
Respuesta: 
En cuanto a la lucha contra el virus en España, justo ahora nos hemos puesto las pilas, pero puede ser preciso algún giro de tuerca más para poder frenar la pendiente de la curva más rápido. En cuanto a la evolución del virus, todo indica que queda aún bastante tiempo para que le digamos adiós. Primero hay que estabilizar, luego reducir y luego aguantar hasta eliminar.

P.: ¿Ve un horizonte temporal?
R.: 
Los quince días que hay ahora decretados son el plazo que puede establecer el Gobierno sin permiso del Congreso de los Diputados y parece claro que se ampliará. La ciudadanía tendrá que hacerse a la idea. En China se han tomado medidas drásticas y ya llevan dos meses de aislamiento.

P.: ¿Qué afectación puede tener en el sector inmobiliario?
R.: Se va a retraer ampliamente y los precios caerán. Lo harán porque el mercado se parará, pero muchos agentes necesitarán liquidez y enajenar activos y tendrán que hacerlo a menores precios. En todo caso, habrá pocas transacciones ahora y no creo que los números crezcan en los dos o tres próximos trimestres.

 

 



P.: La compra de pisos está muy ligada a la confianza del consumidor. Cuando acabe la crisis, ¿puede haber una rápida mejora en este sentido?
P.: Si se hacen las cosas bien puede haber un cierto efecto rebote. Sobre todo, si se corrigen los precios en áreas como las grandes ciudades, donde han subido mucho en los últimos años. En todo caso, si los tipos de interés siguen bajos y las oportunidades de inversión son escasas, los fondos seguirán tirando de la demanda en esos núcleos especialmente atractivos, a falta de otras alternativas de inversión.

P.: ¿Cree posible una recuperación en forma de V en el consumo?
R.: Todo va a depender de cómo actúen el Gobierno y la Unión Europea, de la coordinación internacional y de cuánto dure la crisis del Covid-19. Ahora se han pospuesto muchas decisiones de gasto, pero también muchos hogares van a perder ingresos, aunque sea en parte. El rebote es posible, pero es no tan sencillo.

 

P.: Si ahora estamos en guerra. ¿Entraremos en la posguerra?
R.: Eso es lo que la política económica quiere evitar. La economía podría salir en V pero puede ser una caída importante primero que, esperemos, no sea muy prolongada. Los datos del primer y segundo trimestre van a ser muy malos. Si recuperamos en el tercero (aunque sea en parte), será ya bastante bueno. Lo que sucederá, en todo caso, es que, si se actúa con contundencia y paquetes de ayuda importantes, la economía podrá rebotar. Pero, incluso, en ese escenario, habrá que replantearse cómo ir devolviendo la deuda generada y en qué plazo de tiempo.

 

 



P.: ¿Qué recomendación le daría al Gobierno?
R.: 
Considero que lo importante es otorgar financiación a las empresas de forma muy considerable, con apoyo del Gobierno ofreciendo avales a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y otros agentes, y otros tipos de ayuda. Por un lado, para evitar que muchos negocios quiebren o los autónomos no puedan continuar su actividad. Por otro lado, para que se mantengan los pagos dentro del sistema y no aumente ni la morosidad empresarial ni la bancaria.

P.: ¿Y a las empresas?

R.: Las que puedan tirar del carro, deben hacerlo. Las que tengan problemas tienen que buscar el apoyo estatal y contribuir, entre tanto, a que sus plantillas no propaguen el virus y a la concienciación social. Si tiene que haber ajustes laborales, que sean temporales en la medida en que se pueda y apoyando a las empresas totalmente.

P.: Todo el mundo busca referencias. ¿Alguien lo está haciendo bien?
R: Dejando al margen China, que es un caso peculiar por ser el origen, Corea del Sur es una experiencia de la que España debió aprender y actuar antes. Alemania también está haciendo bien en el diagnóstico adelantado y prevención para personas mayores y vulnerables. Por este motivo está consiguiendo un menor índice de mortalidad.