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Las ciudades latinoamericanas, primera fuerza de choque del nuevo urbanismo

Con un aumento de la urbanización y una alta vulnerabilidad ante los fenómenos climáticos, la región debe reconfigurar sus ciudades o buscar nuevas soluciones para la habitabilidad.

M. Tamayo

13 oct 2020 - 04:54

Las ciudades latinoamericanas, primera fuerza de choque del nuevo urbanismo

 

 

Latinoamérica, primera línea de fuego del urbanismo. Las altas densidades, la creciente urbanización, la vulnerabilidad climática y los asentamientos informales son el nuevo ABC del urbanismo mundial, pero forman la tormenta perfecta en tierras latinoamericanas.

 

En Latinoamérica, el 25% de la población urbana, unos 86 millones de unidades familiares, reside en asentamientos informales, los cuales carecen de servicios básicos y tenencia regular de la propiedad. Además, existen 55 millones de viviendas que cuentan con algún tipo de déficit como la falta de saneamiento o de instalaciones eléctricas, un 70% de los cuales ubicados en áreas urbanas.

 

En la región, que se extiende por 22,2 millones de kilómetros cuadrados, se acumula un 8% de la población mundial, unos 650 millones de personas y para 2050 se prevé que se la segunda región más urbanizada del mundo con cien millones de asentamientos irregulares. En el territorio se encuentran algunas de las ciudades más pobladas del planeta como Ciudad de México (México), con 19,5 millones de habitantes o Sao Paulo (Brasil), con 20,2 millones de habitantes. 

 

 

 

 

En las grandes metrópolis de la región la densidad alcanza cifras muy superiores de las recomendadas por naciones unidas, que cifra el equilibrio ideal en 3.000 habitantes por kilómetro cuadrado. Actualmente, en Ciudad de México la cifra asciende 5.966 habitantes por kilómetro cuadrado y en la región metropolitana de Sao Paolo se alcanza los 8.005 habitantes por kilómetro cuadrado.

 

Según datos del Banco Iberoamericano de Desarrollo, la fuerte concentración de población en asentamientos informales como las favelas está directamente relacionado con el deterioro de la infraestructura, además, la basura y las aguas residuales se acumulan más rápidamente.

 

Aunque la entidad señala que cuando se regeneran este tipo de asentamientos, la población crece, provocando un efecto llamada para nuevos vecinos, así que todas las reformas para la mejora de la vivienda y las infraestructuras deben pensarse para una mayor población de la actual.

 

 

 

 

Otro de los componentes que se relacionan a un deterioro de este tipo de asentamientos es la topografía irregular. Muchas de estas estructuras se encuentran sobre laderas que no resisten bien altas precipitaciones y temporales, así que pavimentos y otras instalaciones se deterioran con facilidad.

 

Con el avance del cambio climático, la vulnerabilidad hacia fenómenos meteorológicos cobra más importancia. En los próximos años las olas de calor se volverán más severas, y huracanes y ciclones serán de mayor categoría. La agudización de estos fenómenos traerá inundaciones y sequías y requerirá de infraestructuras preparadas.

 

Según un estudio publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, las ciudades de la región tienen una alta vulnerabilidad ante el cambio climático. Lima tendrá problemas de acceso al agua tras el derretimiento de glaciares que abastecen, Ciudad de México aumentará las temperaturas, Bogotá enfrentará problemas de deslizamientos en zonas de alto riesgo y Buenos Aires y otras ciudades costeras deberán lidiar con aumento del nivel del mar.

 

 

 

 

Según la entidad latinoamericana, es fundamental que, además de impulsar zonas urbanas que esponjen la población y doten al barrio de todas las infraestructuras necesarias, se deben diseñar infraestructuras que resistan los efectos climáticos y con materiales preparados para fenómenos adversos con fácil mantenimiento y que sigan altos estándares ambientales.

 

Además, los programas de mejoramiento urbano deben promover la integración completa del mercado inmobiliario local con el del resto de la ciudad dotándolos de movilidad física y ayudando a revalorizar la zona.

 

Unos de los proyectos de regeneración urbana que se encuentra en la región es el de la zona metropolitana del Valle de México, actualmente una zona industrial de 430.000 metros cuadrados que quiere transformarse en un nuevo barrio de usos mixtos.

 

 

En Quito, cuentan con un proyecto par intervenir en el corredor metropolitano de la capital de ecuatoriana que busca revertir la crisis de ordenamiento territorial, generar una propuesta de desarrollo urbano participativo e impulsar una propuesta integral de política urbana.

 

Aunque ante el reto de la creciente población y la concentración urbana, hay otras iniciativas que optan por buscar la tabula rasa y construir una nueva ciudad perfecta desde los cimientos. Entre ellos se encuentra el proyecto de Aguaduna que con una inversión de 2.000 millones de euros prevé levantar la ciudad perfecta.

 

El proyecto, que se ubicará en el litoral norte del estado de Bahía (Brasil), ya se está en marcha y tiene previsto comenzar su desarrollo en el segundo trimestre de 2021. Un modelo de ciudad que sus impulsores quieren llevar a cada continente.