Cerberus vende a Beka Finance la gestora de fondos de Haya

Cerberus continúa con su plan de reestructuración de Haya Real Estate. El fondo de inversión estadounidense ha vendido a Beka Finance la plataforma que gestionaba las emisiones de deuda del servicer, Haya Titulización, según informa El Confidencial.

El acuerdo de adquisición de la gestora, que dispone de emisiones de deuda por valor de 23.200 millones de euros, ya se habría rubricado. Para afrontar la compra, Beka Finance llevará a cabo una ampliación de capital de 100 millones de euros.

En septiembre, Cerberus ya encargó al banco de inversión especializado en reestructuraciones con sede en Los Ángeles Houlihan Lokey el rescate de Haya Real Estate, que gestiona una cartera valorada en 30.0400 millones de euros y cuenta con dificultades para pagar su deuda.

La situación se precipitó cuando el servicer no pudo hacer frente al pago del vencimiento de bonos por 425 millones de euros. La deuda se debía a dos emisiones, cuyo importe inicial ascendía a 475 millones al 5,3% de interés que expira en noviembre de 2022 y para las que la sociedad no disponía de dinero.

Cerberus ya encargó en septiembre al banco de inversión especializado en reestructuraciones Houlihan Lokey el rescate de Haya Real Estate

En noviembre del pasado año, Haya Real Estate recompró cincuenta millones de estos instrumentos de renta fija al 80% del valor nominal, lo que supone una quita del 20%. El objetivo de Cerberus pasaba por conseguir que los acreedores extiendieran el vencimiento de la deuda. Entonces, Cerberus inició negociaciones con Centricus para vender el servicer.

El fondo de inversión estadounidense intentó deshacerse del servicer y tras contratar a Citi llegó a un principio de acuerdo con Centricus, la compañía británica financiada por la tecnológica japonesa Softbank. Pero finalmente no se llegó a firmar el acuerdo donde se tasaba la empresa en unos mil millones de euros. Debido a sus problemas económicos, Haya RE realizó un expediente de regulación de empleo (ERE) en 2020 que finalmente afectó a 136 empleados con un coste de 6,4 millones de euros en indemnizaciones, por lo que la plantilla se redujo a 892 personas.

En el primer semestre del ejercicio, la compañía realizó operaciones por 1.242 millones de euros, con lo que ingresó 94,5 millones de euros y un beneficio de explotación (ebitda) de treinta millones de euros. La deuda neta se situó en 334 millones y una caja de 88 millones de euros.