El regulador Hong Kong investiga la auditoría de PwC a Evergrande

Hong Kong investiga la auditoría sobre Evergrande. El regulador contable de la región (FRC, por sus siglas en inglés) anunció el pasado viernes que iniciaba una investigación sobre los estados financieros presentados por la compañía china en 2020 y el primer semestre de 2021, además de la auditoría de las cuentas del último ejercicio elaborado por la firma de servicios profesionales PwC.

El objetivo de la investigación es comprobar si el consejo de Evergrande y sus auditores dieron una imagen falsa al presentar libros bajo el criterio de empresa en funcionamiento, por los que la promotora podía seguir operando con normalidad.

La firma de servicios profesionales PwC firmó una auditoría limpia de Evergrande sobre sus cuentas de 2020 el pasado marzo. En ella, la compañía daba por correcta la valoración de sus activos inmobiliarios y no cuestionaba el peso de la deuda.

En el comunicado emitido el pasado viernes, FCR dice haber “identificado cuestiones sobre la adecuada presentación como empresa en funcionamiento en las cuentas anuales de Evergrande de 2020 y las cuentas semestrales de 2021 y en el informe de auditoría de 2020 realizado por PwC”. Además, el organismo asegura haber recibido “la queja de un miembro del público en esta materia”.

Evergrande cuenta con una deuda de 260.000 millones de euros 

Evergrande continúa siendo la gran amenaza del mercado chino con unos 260.000 millones de euros  de deuda. El lunes pasado, venció su plazo para pagar 128 millones de euros, pero la compañía no se ha pronunciado. Del total de su pasivo, 32.000 millones de euros  corresponden a préstamos a devolver antes de julio de 2022.

También el pasado viernes, el Banco Chino rompió su silencio frente a la crisis de la inmobiliaria señalando que los riesgos de la caída de la compañía eran "controlables" y que no se originaría un efecto contagio. Además, la entidad ha señalado que el sector inmobiliario chino está saneado y ha pedido a los inversores que mantengan su confianza en él. 

La crisis de Evergrande hizo saltar las alarmas ante el peligro de que su caída desembocara en un efecto dominó que arrastrará bancos y empresas, en un país donde la construcción representa un cuarto de su economía. Aun así, analistas apuntan que no se producirá una crisis como la de 2008, ya que la exposición ante el capital extranjero es mucho menor y se cree que el gobierno chino puede salir en su rescate para evitar la inestabilidad social.

En la misma situación se encuentran otras inmobiliarias chinas. La última compañía en anunciar que no podrá cumplir con sus obligaciones de pago es Sinic Holdings, que ya ha alertado a la bolsa de Hong Kong a través de un comunicado. En una situación similar se encuentra Fantastic Holding Group, que incumplió el pago de 178 millones de euros. La compañía no ha dado explicaciones sobre lo sucedido, pero ha pedido la suspensión de la cotización de sus valores en la Bolsa de Hong Kong.