Sinic, otra inmobiliaria china al borde del colapso

El ladrillo chino se tambalea. Tras Evergrande, otras inmobiliarias del país asiático afrontan problemas de liquidez que les impiden hacer frente a sus deudas. La última compañía en anunciar que no podrá cumplir con sus obligaciones de pago es Sinic Holdings, que ya ha alertado a la bolsa de Hong Kong a través de un comunicado.

El próximo 18 de octubre la compañía tiene que hacer frente al pago final de 216 millones de euros más intereses, y ya ha asegurado que no cuenta con suficientes recursos para cumplir con sus acreedores en la fecha de vencimiento, por lo que incurrirá en impago.

En total, la compañía tiene que pagar unos 865 millones de euros de deuda emitida a través de bonos offshore. Sinic asegura que sus acreedores no han tomado medidas al respecto y se mantienen las negociaciones para encontrar un acuerdo de pago que satisfaga a ambas partes.

En una situación similar se encuentra Fantastic Holding Group, que incumplió el pago de 178 millones de euros. La compañía no ha dado explicaciones sobre lo sucedido, pero ha pedido la suspensión de la cotización de sus valores en la Bolsa de Hong Kong.

Fantasía o Modern Land son dos inmobiliarias chinas más que afrontan problemas de liquidez

Por su parte, la inmobiliaria china Modern Land pidió a los tenedores de su paquete de bonos valorados en 216 millones de euros posponer tres meses su fecha de vencimiento. Además, el presidente de su consejo y el de la compañía aportarán 107 millones de euros para apoyar las cuentas de la firma.

Evergrande continúa siendo la gran amenaza del mercado chino con unos 260.000 millones de deuda. El lunes pasado, venció su plazo para pagar 128 millones de euros, pero la compañía no se ha pronunciado. Del total de su pasivo, 32.000 millones corresponden a préstamos a devolver antes de julio de 2022.

La crisis de Evergrande hizo saltar las alarmas ante el peligro de que su caída desembocara en un efecto dominó que arrastrará bancos y empresas, en un país donde la construcción representa un cuarto de su economía. Aun así, analistas apuntan que no se producirá una crisis como la de 2008, ya que la exposición ante el capital extranjero es mucho menor y se cree que el gobierno chino puede salir en su rescate para evitar la inestabilidad social.