Quasar registra 317 millones de pérdidas en 2021, un 82% menos que el ejercicio anterior

Quasar sigue en rojo, pero no tan bermellón. La sociedad de Santander y Blackstone que agrupa la antigua cartera dañada de Banco Popular y es propietaria del servicer Aliseda cerró el ejercicio 2021 con unas pérdidas de 317,4 millones de euros, según recoge Expansión.

La cifra, aunque permanece en negativo como en los ejercicios precedentes, representa una reducción del volumen total de pérdidas del 82% respecto a 2020, ejercicio en el que la compañía inmobiliaria anotó pérdidas por 1.852 millones de euros.

La inmobiliaria ya registró resultados negativos antes de la irrupción de la pandemia. Quasar perdió 1.229 millones en 2019, lastrada por sus elevados gastos operativos y financieros, además de por las cargas por el deterioro de su cartera de inmuebles y créditos. La ralentización del mercado inmobiliario en 2019 y la posterior crisis sobrevenida del Covid-19 trastocaron en tres años el escenario de la compañía.

Actualmente, la compañía tiene un volumen de activos que alcanza 5.870 millones de euros, por lo que el valor de su cartera de activos se ha reducido en 1.100 millones de euros en el último año.

El pasado marzo, Quasar cerró un acuerdo para refinanciar su deuda, que alcanzaba los 6.000 millones de euros

Desde 2017, Santander y Blackstone son socios de la empresa inmobiliaria Quasar, de la que Blackstone posee el 51% y Santander el 49% restante. En esta firma, el banco traspasó los activos inmobiliarios procedentes de la compra de Popular, incluyendo Aliseda.

Para constituir la sociedad, el banco y el fondo estadounidense aportaron en 2018 cerca de 3.000 millones de euros en capital y formalizaron un crédito sindicado de 7.300 millones de euros con vencimiento en 2023. El crédito sindicado, que tenía un tipo de interés de Euribor a un año más un margen de entre el 3,15% y el 3,25%, fue liderado por Morgan Stanley y Deutsche Bank.

El pasado marzo, Quasar cerró un acuerdo para refinanciar su deuda, que alcanzaba los 6.000 millones de euros. En la refinanciación del préstamo, que alarga los pagos a corto plazo hasta 2023, además de Morgan Stanley y Deutsche Bank, también participaron las estadounidenses JP Morgan y Bank of America.